En los diferentes barrios de la capital los integrantes de las comparsas se reunieron para poner fin al festejo carnestolendo. Enfloraron los mojones y ofrendaron hojas de coca, bebidas alcohólicas, papel picado en el hueco en donde al finalizar la jornada enterraron al diablito carnavalero, que permanecerá allí hasta el próximo año.
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En los diferentes barrios de la capital los integrantes de las comparsas se reunieron para poner fin al festejo carnestolendo. Enfloraron los mojones y ofrendaron hojas de coca, bebidas alcohólicas, papel picado en el hueco en donde al finalizar la jornada enterraron al diablito carnavalero, que permanecerá allí hasta el próximo año.
Es así que en el barrio Malvinas la comparsa “Los diablitos mimosos” se reunieron, a diferencia de años anteriores y debido a las disposiciones policiales, en un local para realizar el baile del entierro. Comentaron que tradicionalmente la fiesta era realizada al costado de la ruta 66 en el acceso sur a la ciudad donde tienen su mojón, pero este año sólo disponían de poco tiempo para cumplir con el ritual del entierro en el mojón y el baile debió ser en otro sector. Al respecto Alfredo Sagredo presidente de la comparsa, dijo que “hay que respetar las tradiciones del pueblo” y que pese a todo este año el festejo se cumplió junto a familiares y amigos en un local donde no falto el talco, la nieve y las bebidas.
En el mismo barrio en un polideportivo, un grupo de jóvenes amigos se reunieron para festejar. Disfrazados de superhéroes, animales y diablos bailaron sobre la cancha para en horas de la tarde enterrar al diablito en un pequeño pero decorado mojón. Alvaro Pardo integrante de la comparsa de “Medellin” indicó que es el tercer año que reúnen para cumplir con los diferentes rituales del Carnaval y que aprovechan el momento para divertirse y compartir junto a los vecinos y amigos.
Algunas comparsas realizaran el entierro del “diablo” el próximo fin de semana en el carnaval de flores.A la vera de la ruta 9 a la altura del barrio Coronel Arias, la comparsa familiar “No toque a mi comadre” realizó un baile. Oscar Sanchez presidente de la comparsa dijo que el objetivo de cada encuentro es divertirse junto a toda la familia, comentó que no cumplen con el ritual del entierro pero si disfrutan del baile y del juego en Carnaval.
Siguiendo por la misma ruta a la altura del barrio 18 de noviembre, se pudo observar el mojón de “Los alegres residentes de Cieneguillas” realizando el entierro del “Pujllay”, el muñeco enflorado con serpentinas fue enterrado al pie del mojón en un clima de algarabía. Momentos antes de ponerlo en la tierra fue lanzado por el aire mientras una gran cantidad de personas bailaban y jugaban en el sector. Unas cuadras hacia el norte las comparsas “Los obreros de Cineguillas” y “La comparsa Juventud, alegría y amistad” hicieron lo propio, disfrutaron del baile al final de los festejos. Aunque algunos continuaran el baile en el Carnaval de Flores durante el próximo fin de semana.
Corsos capitalinos
Ayer sobre avenida Savio, se cumplió con la segunda noche de corsos. Desfilaron varias comparsas ante una importante cantidad de espectadores.