Tras las fuertes lluvias que vienen azotando a la localidad del cerro de os siete colores sumada a la tormenta que se desató en la noche del sábado, un alud de barro ingresó por el río Purmamarca arrasando con todo a su paso hasta llegar a desembocar en diversos puntos de la ruta nacional número 52 donde se produjeron importantes cortes.
El volcán de barro no sólo atravesó las defensas de los ríos Purmamarca, Chalala y Coquena sino que también causó estragos en quintas y hogares ubicados alrededor de los mismos.
La lluvia es una bendición que todos los productores de este pueblo y de la zona esperaban hace tiempo por la fuerte sequía, pero la misma cayó desmedidamente sobre todo en los alrededores, o como los lugareños, dicen "en el cerro".
Allí es donde los ríos empiezan a acumular su cauce que inevitablemente llega a Purmamarca potenciado por la suma de tres ríos, esto fue lo que sucedió en la madrugada de ayer, luego de que se desenterrara el Carnaval en la jornada del sábado.
El alud causó estragos desde el río Chalala donde atravesó las defensas de piedra de una altura de un metro y medio y entró por las quintas y sembradíos arruinándolo todo. Lo mismo pasó cerca del paraje La Hoyada, pasando el centro del pueblo, donde el barro entró en quintas y hogares.
Corte total en Cerro Chico
Llegando a Cerro Chico, donde se encuentra la nueva planta de tratamientos de residuos cloacales, la avalancha desbordó sobre el pavimento de la ruta nacional número 52 por un tramo aproximado de un kilómetro provocando el corte total del tránsito.
Cerca de las dos de la mañana varios vehículos intentaron pasar sin éxito alguno. Un camión de gran porte realizó la misma maniobra, pero antes de quedar atrapado pudo salir y retornar hasta un lugar seguro.
Transeúntes pusieron en riesgo su integridad física cruzando a pie el alud, algunos lograron atravesar, mientras que otros por el temor a quedar empantanados regresaron a su lugar de partida.
Alrededor de las 8 de la mañana se hizo presente personal de Vialidad Nacional en los cortes de Chalala, Coquena y Purmamarca para trabajar en la remoción de todo el material que había quedado sobre la ruta.
No sólo se trataba de barro sino de palos de gran tamaño, adobe y leña, entre otros.
Los trabajos se llevaron adelante intensamente, pero debido a las dificultades del barro, sólo se habilitaron medias calzadas cerca de las 11 y pasado el mediodía se continuó con los trabajos, por lo que desde la madrugada hasta la mañana de ayer se formaron largas filas de vehículos sobre la ruta 52.
Personal policial colaboró con la seguridad en estos lugares e informó que no hubo evacuados, pero sí desastres en quintas y sembradíos.
Fue un momento de mucho temor para los purmamarqueños que recordaron casi la misma situación que sucedió años atrás donde el volcán arrasó con las fincas, los animales, casas y hoteles.
Cabe destacar que el suministro de agua fue interrumpido desde la noche del sábado y no retornó hasta el otro día.
Los vecinos pidieron una urgente solución a esta problemática, que maquinarias trabajen en el sitio y que se puedan levantar defensas de mayor altura.
Asimismo ante la crecida del río Grande, la comunidad de Coquena, en el nuevo barrio ubicado cerca de la Gendarmería Nacional, pidieron que se escuche nuevamente el pedido de una pasarela o puente que realizaron con anterioridad.
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Tras las fuertes lluvias que vienen azotando a la localidad del cerro de os siete colores sumada a la tormenta que se desató en la noche del sábado, un alud de barro ingresó por el río Purmamarca arrasando con todo a su paso hasta llegar a desembocar en diversos puntos de la ruta nacional número 52 donde se produjeron importantes cortes.
El volcán de barro no sólo atravesó las defensas de los ríos Purmamarca, Chalala y Coquena sino que también causó estragos en quintas y hogares ubicados alrededor de los mismos.
La lluvia es una bendición que todos los productores de este pueblo y de la zona esperaban hace tiempo por la fuerte sequía, pero la misma cayó desmedidamente sobre todo en los alrededores, o como los lugareños, dicen "en el cerro".
Allí es donde los ríos empiezan a acumular su cauce que inevitablemente llega a Purmamarca potenciado por la suma de tres ríos, esto fue lo que sucedió en la madrugada de ayer, luego de que se desenterrara el Carnaval en la jornada del sábado.
El alud causó estragos desde el río Chalala donde atravesó las defensas de piedra de una altura de un metro y medio y entró por las quintas y sembradíos arruinándolo todo. Lo mismo pasó cerca del paraje La Hoyada, pasando el centro del pueblo, donde el barro entró en quintas y hogares.
Corte total en Cerro Chico
Llegando a Cerro Chico, donde se encuentra la nueva planta de tratamientos de residuos cloacales, la avalancha desbordó sobre el pavimento de la ruta nacional número 52 por un tramo aproximado de un kilómetro provocando el corte total del tránsito.
Cerca de las dos de la mañana varios vehículos intentaron pasar sin éxito alguno. Un camión de gran porte realizó la misma maniobra, pero antes de quedar atrapado pudo salir y retornar hasta un lugar seguro.
Transeúntes pusieron en riesgo su integridad física cruzando a pie el alud, algunos lograron atravesar, mientras que otros por el temor a quedar empantanados regresaron a su lugar de partida.
Alrededor de las 8 de la mañana se hizo presente personal de Vialidad Nacional en los cortes de Chalala, Coquena y Purmamarca para trabajar en la remoción de todo el material que había quedado sobre la ruta.
No sólo se trataba de barro sino de palos de gran tamaño, adobe y leña, entre otros.
Los trabajos se llevaron adelante intensamente, pero debido a las dificultades del barro, sólo se habilitaron medias calzadas cerca de las 11 y pasado el mediodía se continuó con los trabajos, por lo que desde la madrugada hasta la mañana de ayer se formaron largas filas de vehículos sobre la ruta 52.
Personal policial colaboró con la seguridad en estos lugares e informó que no hubo evacuados, pero sí desastres en quintas y sembradíos.
Fue un momento de mucho temor para los purmamarqueños que recordaron casi la misma situación que sucedió años atrás donde el volcán arrasó con las fincas, los animales, casas y hoteles.
Cabe destacar que el suministro de agua fue interrumpido desde la noche del sábado y no retornó hasta el otro día.
Los vecinos pidieron una urgente solución a esta problemática, que maquinarias trabajen en el sitio y que se puedan levantar defensas de mayor altura.
Asimismo ante la crecida del río Grande, la comunidad de Coquena, en el nuevo barrio ubicado cerca de la Gendarmería Nacional, pidieron que se escuche nuevamente el pedido de una pasarela o puente que realizaron con anterioridad.