El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, afirmó ayer que el "seguidismo casi personal" a la expresidenta Cristina Kirchner "está cediendo" y consideró que el Partido Justicialista "debe rearmarse de una lógica de conducción colectiva".
Tras la ruptura de un sector de diputados con el kirchnerismo, Urtubey resaltó que "el personalismo es un mal que viene acompañando a la política argentina".
El mandatario salteño, uno de los referentes que propiciaron la fuga de dirigentes del Frente para la Victoria y que conformaron en la Cámara Baja el bloque Justicialista, afirmó que en las discusiones por la reestructuración del PJ afloraron "tensiones" entre los peronistas moderados y los cristinistas duros.
Para Urtubey, las derrotas electorales del FPV a nivel nacional y en distritos importantes como la provincia de Buenos Aires "terminaron de poner en crisis a toda una organización que estaba atada a un personalismo muy fuerte", y que esa situación decantará en una reformulación del perfil partidario del justicialismo.
"Al cambiar la situación política, el peronismo se debate en cómo se reestructura e institucionaliza. Ahí afloran las tensiones entre aquellos que estamos pensando en un partido moderno y que apunta a la gobernabilidad, y otros que sostienen una posición más tradicional de ser opositor a todo", sostuvo en declaraciones radiales.
"Eso es algo que la sociedad no quiere más en la Argentina", destacó Urtubey, que aseguró que el peronismo debe dejar el "estigma" de ser un partido que cuando se encuentra en la oposición no deja gobernar.
"El justicialismo es una fuerza política que va camino a una institucionalización como partido. En el medio habrá gente con visiones diferentes. Está claro por qué se viene planteando la visión de ese sector que plantee una posición de autonomía del peronismo. Es una decisión que cada uno tiene que tomar", apuntó el dirigente justicialista.
En ese marco, Urtubey volvió a señalar al gobernador de San Juan, José Luis Gioja, como el hombre indicado para conducir el proceso de "transición", ya que lo considera un dirigente "interesante" que es capaz de "contener distintos sectores".
Momento complejo para los K
El diputado nacional del Frente para la Victoria, Juan Cabandié, reconoció ayer que "es un momento complejo" para el kirchnerismo, pero negó que La Cámpora esté "en crisis".
A la vez, el legislador nacional destacó que la movilización que planean para el 24 de marzo permitirá poner a prueba la capacidad convocante de las organizaciones kirchneristas, en un nuevo aniversario del golpe de estado de 1976.
"Obviamente es un momento complejo (para el kirchnerismo) a partir del momento en que no hemos ganado las elecciones. La gente nos dijo que no por muy poquito, por dos puntos. En ese caso, nuestra tarea es la de ser oposición", recalcó Cabandié en declaraciones a los medios de comunicación.
Al respecto, el funcionario consideró: "Si Cristina el 9 de diciembre hubiese salido a la plaza y éramos 10 mil personas, estaríamos en problemas, pero fueron 600 mil".
"Tenemos claro que somos una oposición responsable y que quedamos a dos puntos. El peronismo siempre tiene vocación de gobernabilidad y tenemos que estar pensando en la reconstrucción de las estructuras necesarias para volver a gobernar en cuatro años", recalcó.
En tanto, el diputado nacional afirmó que "no está en crisis La Cámpora", al ser consultado sobre la situación actual de la agrupación liderada por Máximo Kirchner.
En ese sentido, el referente del FPV porteño supeditó el poder de convocatoria de las agrupaciones kirchneristas a la marcha que tienen prevista para el próximo día nacional de la Memoria.
"El 24 de marzo se verá cuando todas las organizaciones vayamos a Plaza de Mayo. Ahí van a poder ver la cantidad de militantes que tiene La Cámpora", resaltó el legislador nacional.
Y desafió: "Ahí van a ver la cantidad de militantes que tiene La Cámpora y van a ver si dependíamos del Estado o no".
Cabandié se expresó de esta forma luego de que la semana pasada un grupo de quince diputados nacionales abandonara el bloque del Frente para la Victoria y conformara la bancada Justicialista, por sus diferencias con el kirchnerismo.
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El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, afirmó ayer que el "seguidismo casi personal" a la expresidenta Cristina Kirchner "está cediendo" y consideró que el Partido Justicialista "debe rearmarse de una lógica de conducción colectiva".
Tras la ruptura de un sector de diputados con el kirchnerismo, Urtubey resaltó que "el personalismo es un mal que viene acompañando a la política argentina".
El mandatario salteño, uno de los referentes que propiciaron la fuga de dirigentes del Frente para la Victoria y que conformaron en la Cámara Baja el bloque Justicialista, afirmó que en las discusiones por la reestructuración del PJ afloraron "tensiones" entre los peronistas moderados y los cristinistas duros.
Para Urtubey, las derrotas electorales del FPV a nivel nacional y en distritos importantes como la provincia de Buenos Aires "terminaron de poner en crisis a toda una organización que estaba atada a un personalismo muy fuerte", y que esa situación decantará en una reformulación del perfil partidario del justicialismo.
"Al cambiar la situación política, el peronismo se debate en cómo se reestructura e institucionaliza. Ahí afloran las tensiones entre aquellos que estamos pensando en un partido moderno y que apunta a la gobernabilidad, y otros que sostienen una posición más tradicional de ser opositor a todo", sostuvo en declaraciones radiales.
"Eso es algo que la sociedad no quiere más en la Argentina", destacó Urtubey, que aseguró que el peronismo debe dejar el "estigma" de ser un partido que cuando se encuentra en la oposición no deja gobernar.
"El justicialismo es una fuerza política que va camino a una institucionalización como partido. En el medio habrá gente con visiones diferentes. Está claro por qué se viene planteando la visión de ese sector que plantee una posición de autonomía del peronismo. Es una decisión que cada uno tiene que tomar", apuntó el dirigente justicialista.
En ese marco, Urtubey volvió a señalar al gobernador de San Juan, José Luis Gioja, como el hombre indicado para conducir el proceso de "transición", ya que lo considera un dirigente "interesante" que es capaz de "contener distintos sectores".
Momento complejo para los K
El diputado nacional del Frente para la Victoria, Juan Cabandié, reconoció ayer que "es un momento complejo" para el kirchnerismo, pero negó que La Cámpora esté "en crisis".
A la vez, el legislador nacional destacó que la movilización que planean para el 24 de marzo permitirá poner a prueba la capacidad convocante de las organizaciones kirchneristas, en un nuevo aniversario del golpe de estado de 1976.
"Obviamente es un momento complejo (para el kirchnerismo) a partir del momento en que no hemos ganado las elecciones. La gente nos dijo que no por muy poquito, por dos puntos. En ese caso, nuestra tarea es la de ser oposición", recalcó Cabandié en declaraciones a los medios de comunicación.
Al respecto, el funcionario consideró: "Si Cristina el 9 de diciembre hubiese salido a la plaza y éramos 10 mil personas, estaríamos en problemas, pero fueron 600 mil".
"Tenemos claro que somos una oposición responsable y que quedamos a dos puntos. El peronismo siempre tiene vocación de gobernabilidad y tenemos que estar pensando en la reconstrucción de las estructuras necesarias para volver a gobernar en cuatro años", recalcó.
En tanto, el diputado nacional afirmó que "no está en crisis La Cámpora", al ser consultado sobre la situación actual de la agrupación liderada por Máximo Kirchner.
En ese sentido, el referente del FPV porteño supeditó el poder de convocatoria de las agrupaciones kirchneristas a la marcha que tienen prevista para el próximo día nacional de la Memoria.
"El 24 de marzo se verá cuando todas las organizaciones vayamos a Plaza de Mayo. Ahí van a poder ver la cantidad de militantes que tiene La Cámpora", resaltó el legislador nacional.
Y desafió: "Ahí van a ver la cantidad de militantes que tiene La Cámpora y van a ver si dependíamos del Estado o no".
Cabandié se expresó de esta forma luego de que la semana pasada un grupo de quince diputados nacionales abandonara el bloque del Frente para la Victoria y conformara la bancada Justicialista, por sus diferencias con el kirchnerismo.