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Las aves que requieren de mayor conservación

Viernes, 29 de abril de 2016 01:30
<p>MIRLO DE AGUA / CON DECRECIENTE POBLACIÓN.</p>

Mientras el mirlo de agua o cinclus schulzi es considerada un ave endémica de las Yungas Australes que está en el sur de Bolivia y Noroeste de Argentina. En Jujuy se registraron cinco áreas prioritarias para su conservación: en Yala, Reyes, Morado, Valle Grade y Valle Colorado, Los Sosa, Tiraxi y Tesorero; Huaico Grande y Lipeo. Está categorizada como vulnerable a nivel global, por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (Uinc) y tiene una estimación de la población de entre 3.000 y 4.000 individuos, mientras en Argentina se considera especie amenazada. En un informe reciente se detectó su presencia en 24 de 44 ríos relevados con una abundancia relativa, en una proporción de 0,71 mirlos de río y la altitud mínimo a la cual fue registrado fue de 200 metros y la máxima de 1.100.

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Mientras el mirlo de agua o cinclus schulzi es considerada un ave endémica de las Yungas Australes que está en el sur de Bolivia y Noroeste de Argentina. En Jujuy se registraron cinco áreas prioritarias para su conservación: en Yala, Reyes, Morado, Valle Grade y Valle Colorado, Los Sosa, Tiraxi y Tesorero; Huaico Grande y Lipeo. Está categorizada como vulnerable a nivel global, por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (Uinc) y tiene una estimación de la población de entre 3.000 y 4.000 individuos, mientras en Argentina se considera especie amenazada. En un informe reciente se detectó su presencia en 24 de 44 ríos relevados con una abundancia relativa, en una proporción de 0,71 mirlos de río y la altitud mínimo a la cual fue registrado fue de 200 metros y la máxima de 1.100.

En tanto, el loro pinero a nivel global en 2010 se registraron 7.650 individuos en Argentina y en Bolivia. Está categorizado como vulnerable a nivel global, en Argentina lo está como especie amenazada y su población declinó debido a la pérdida de hábitat y al comercio como mascota.

Entre 1985 y 1989 fueron 18.641 los loros pineros exportados ilegalmente de Argentina y 5.500 desde Bolivia por lo que en 1990 fue incluida en Cites para prohibir su comercio internacional.