"La etapa más cruda o más difícil es al principio, cuando los papás recién se enteran de lo que tiene su hijo. Cualquiera sea la patología, el comportamiento es el mismo: el tema del miedo y el no saber qué hacer. La mamá pierde mucho la lucidez", remarcó Natalia Lezcano.
Es por ello que desde la Asociación trabajan para apoyarlos y orientarlos en trámites, y en el fortalecimiento espiritual. Tratan de completar la asistencia ya que muchos padres deben dejar el trabajo para poder acompañar a sus hijos.
Por ello prevén la apertura de sedes en San Pedro de Jujuy y otra en Libertador General San Martín, debido a que encontraron que el 80 % de los chicos enfermos pertenecen a la primera ciudad. En San Pedro de Jujuy la sede se llamará "Juan Manuel Moreno", en honor a un chico que falleció el año pasado, mientras que en Ledesma será "Julián Albarracín" de Fraile Pintado que murió en septiembre de 2015.
"Se va a trabajar con las familias, esto va más allá de la misión que tenemos porque son familias que han perdido a sus niños y siguen, han sido apoyados y van a seguir trabajando en el valor y la fortaleza. A construir eso apostamos nosotros, cualquiera sea el desenlace", afirmó Mónica Morán. Agregó que lo ideal es que el niño se cure y sus padres sigan trabajando desde la vivencia de una "quimio" en mantenimiento o en control, como sucede con algunos casos en la asociación y de otros padres y hermanos que los perdieron. "De esto se aprende mucho, quienes lo vivimos sabemos que no se termina nunca y que un hijo merece más que un duelo, es algo que siempre les repito a las mamás", dijo Lezcano.
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"La etapa más cruda o más difícil es al principio, cuando los papás recién se enteran de lo que tiene su hijo. Cualquiera sea la patología, el comportamiento es el mismo: el tema del miedo y el no saber qué hacer. La mamá pierde mucho la lucidez", remarcó Natalia Lezcano.
Es por ello que desde la Asociación trabajan para apoyarlos y orientarlos en trámites, y en el fortalecimiento espiritual. Tratan de completar la asistencia ya que muchos padres deben dejar el trabajo para poder acompañar a sus hijos.
Por ello prevén la apertura de sedes en San Pedro de Jujuy y otra en Libertador General San Martín, debido a que encontraron que el 80 % de los chicos enfermos pertenecen a la primera ciudad. En San Pedro de Jujuy la sede se llamará "Juan Manuel Moreno", en honor a un chico que falleció el año pasado, mientras que en Ledesma será "Julián Albarracín" de Fraile Pintado que murió en septiembre de 2015.
"Se va a trabajar con las familias, esto va más allá de la misión que tenemos porque son familias que han perdido a sus niños y siguen, han sido apoyados y van a seguir trabajando en el valor y la fortaleza. A construir eso apostamos nosotros, cualquiera sea el desenlace", afirmó Mónica Morán. Agregó que lo ideal es que el niño se cure y sus padres sigan trabajando desde la vivencia de una "quimio" en mantenimiento o en control, como sucede con algunos casos en la asociación y de otros padres y hermanos que los perdieron. "De esto se aprende mucho, quienes lo vivimos sabemos que no se termina nunca y que un hijo merece más que un duelo, es algo que siempre les repito a las mamás", dijo Lezcano.