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La ONU prepara primera cumbre humanitaria

Lunes, 02 de mayo de 2016 01:30
BAN KI-MOON.
Bajo la premisa de que "Somos testigos de la mayor crisis humanitaria de nuestra vida", la ONU realizará el próximo 23 y 24 de mayo la primera cumbre mundial centrada en esta temática en la ciudad turca de Estambul, en la que confluirán jefes de Estado y gobierno, expertos y líderes de cientos de organizaciones civiles.
Los cinco ejes principales del encuentro serán "prevenir y terminar con los conflictos, respetar las reglas de la guerra, no dejar a nadie atrás, trabajar de manera diferente para terminar con las necesidades e invertir en humanidad", según se adelanta la página web de la cumbre.
En febrero pasado, al lanzar esta iniciativa diplomática, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, explicó que la comunidad internacional debe "mostrar a las millones de personas que viven en países en conflicto -con necesidad crónicas y constante miedo- toda la solidaridad que se merecen y esperan".
El año pasado, cuando esta cumbre fue pensada y diseñada, el mundo fue testigo de un crecimiento dramático en el número de conflictos armados y una expansión sin precedentes de sus consecuencias humanitarias.
El secretario general de la ONU, dijo que "la cumbre evaluará cómo hacer llegar las ayudas humanitarias e intervenciones".
Según las alarmantes cifras de la ONU, en 2015 al menos 125 millones de personas, es decir más de 1,7% de la población mundial, necesitaban ayuda humanitaria urgente.
Además, se llegó al número récord de 60 millones de refugiados y desplazados.
La cifra no sólo sorprende porque supera a la del fin de la Segunda Guerra Mundial, sino también porque representa un aumento de casi el doble con respecto a la del año 2005.
En total, 37 países se vieron afectados de una manera u otra por esta crisis mundial de refugiados y desplazados y, según la ONU, el año pasado se necesitaban al menos 20 milmillones de dólares para enfrentar las necesidades básicas de estas personas.
Además, la crisis mundial de desplazados atrajo la atención de los medios de comunicación porque, por primera vez, más de un millón de estos refugiados llegaron hasta las puertas de Europa y desnudaron las carencias políticas y humanitarias de algunos de los países más ricos del continente y del globo.
Este escenario se profundizó y estas cifras aumentaron en los primeros meses de 2016.
Los principales conflictos armados siguen sin resolverse, cada vez más países prefieren cerrar sus fronteras en lugar de mejorar y ampliar sus políticas de asilo, y las ventas internacionales de armas continúan siendo un negocio multimillonario para muchos estados, empresas legales y mafias transnacionales.
En este contexto, la elección de Turquía como sede para la reunión no parece casual. En los últimos años, ese país recibió a más de tres millones de refugiados sirios en distintos puertos de las costas y desde hace unas semanas se convirtió en el principal aliado de la Unión Europea (UE) para sellar su frontera sur y recibir a los demandantes de asilo que son deportados desde Grecia, el principal puerto de entrada del bloque.

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Bajo la premisa de que "Somos testigos de la mayor crisis humanitaria de nuestra vida", la ONU realizará el próximo 23 y 24 de mayo la primera cumbre mundial centrada en esta temática en la ciudad turca de Estambul, en la que confluirán jefes de Estado y gobierno, expertos y líderes de cientos de organizaciones civiles.
Los cinco ejes principales del encuentro serán "prevenir y terminar con los conflictos, respetar las reglas de la guerra, no dejar a nadie atrás, trabajar de manera diferente para terminar con las necesidades e invertir en humanidad", según se adelanta la página web de la cumbre.
En febrero pasado, al lanzar esta iniciativa diplomática, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, explicó que la comunidad internacional debe "mostrar a las millones de personas que viven en países en conflicto -con necesidad crónicas y constante miedo- toda la solidaridad que se merecen y esperan".
El año pasado, cuando esta cumbre fue pensada y diseñada, el mundo fue testigo de un crecimiento dramático en el número de conflictos armados y una expansión sin precedentes de sus consecuencias humanitarias.
El secretario general de la ONU, dijo que "la cumbre evaluará cómo hacer llegar las ayudas humanitarias e intervenciones".
Según las alarmantes cifras de la ONU, en 2015 al menos 125 millones de personas, es decir más de 1,7% de la población mundial, necesitaban ayuda humanitaria urgente.
Además, se llegó al número récord de 60 millones de refugiados y desplazados.
La cifra no sólo sorprende porque supera a la del fin de la Segunda Guerra Mundial, sino también porque representa un aumento de casi el doble con respecto a la del año 2005.
En total, 37 países se vieron afectados de una manera u otra por esta crisis mundial de refugiados y desplazados y, según la ONU, el año pasado se necesitaban al menos 20 milmillones de dólares para enfrentar las necesidades básicas de estas personas.
Además, la crisis mundial de desplazados atrajo la atención de los medios de comunicación porque, por primera vez, más de un millón de estos refugiados llegaron hasta las puertas de Europa y desnudaron las carencias políticas y humanitarias de algunos de los países más ricos del continente y del globo.
Este escenario se profundizó y estas cifras aumentaron en los primeros meses de 2016.
Los principales conflictos armados siguen sin resolverse, cada vez más países prefieren cerrar sus fronteras en lugar de mejorar y ampliar sus políticas de asilo, y las ventas internacionales de armas continúan siendo un negocio multimillonario para muchos estados, empresas legales y mafias transnacionales.
En este contexto, la elección de Turquía como sede para la reunión no parece casual. En los últimos años, ese país recibió a más de tres millones de refugiados sirios en distintos puertos de las costas y desde hace unas semanas se convirtió en el principal aliado de la Unión Europea (UE) para sellar su frontera sur y recibir a los demandantes de asilo que son deportados desde Grecia, el principal puerto de entrada del bloque.

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