Antes del saludo, algunos de los integrantes hicieron sus números frente a la atenta mirada del obispo de Roma, quien se animó a acariciar a un tigre de seis meses.
"Esto también es misericordia: sembrar belleza y alegría en un mundo a veces triste", afirmó Francisco frente a los miembros de circo y artistas y pintores callejeros, que montaron en el aula vaticana su espectáculo "Esperando al Papa".
"La fiesta y la alegría son signos distintivos de su identidad, de su profesión y de su vida, y en el Jubileo de la Misericordia no podía faltar este encuentro", aseveró Jorge Bergoglio en relación al Año Santo que se celebra desde el pasado 8 de diciembre hasta el próximo 20 de noviembre, al hablar a los participantes de los espectáculos callejeros de diversos países, entre ellos Argentina.
"Son artesanos de la fiesta, de la maravilla, de lo bello: con estas cualidades enriquecen la sociedad de todo el mundo, también con la ambición de alimentar sentimientos de esperanza y de confianza. Lo hacen con exhibiciones que tienen la capacidad de elevar el ánimo, de mostrar la audacia de ejercicios particularmente desafiantes, de fascinar con la maravilla de lo bello y de proponer ocasiones de sana diversión", agregó el Papa.
"El espectáculo ambulante y popular es la forma más antigua de entretenimiento; está al alcance de todos y dirigido a todos, niños y grandes, en particular a las familias; difunde la cultura del encuentro y la socialidad en la diversión", destacó.
Tras el encuentro con Francisco, los representantes del circo y los artistas callejeros recrearán en la Plaza San Pedro parte del espectáculo que ofrecieron al pontífice y que en la noche del miércoles dieron gratuitamente en el Trastevere romano.
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Antes del saludo, algunos de los integrantes hicieron sus números frente a la atenta mirada del obispo de Roma, quien se animó a acariciar a un tigre de seis meses.
"Esto también es misericordia: sembrar belleza y alegría en un mundo a veces triste", afirmó Francisco frente a los miembros de circo y artistas y pintores callejeros, que montaron en el aula vaticana su espectáculo "Esperando al Papa".
"La fiesta y la alegría son signos distintivos de su identidad, de su profesión y de su vida, y en el Jubileo de la Misericordia no podía faltar este encuentro", aseveró Jorge Bergoglio en relación al Año Santo que se celebra desde el pasado 8 de diciembre hasta el próximo 20 de noviembre, al hablar a los participantes de los espectáculos callejeros de diversos países, entre ellos Argentina.
"Son artesanos de la fiesta, de la maravilla, de lo bello: con estas cualidades enriquecen la sociedad de todo el mundo, también con la ambición de alimentar sentimientos de esperanza y de confianza. Lo hacen con exhibiciones que tienen la capacidad de elevar el ánimo, de mostrar la audacia de ejercicios particularmente desafiantes, de fascinar con la maravilla de lo bello y de proponer ocasiones de sana diversión", agregó el Papa.
"El espectáculo ambulante y popular es la forma más antigua de entretenimiento; está al alcance de todos y dirigido a todos, niños y grandes, en particular a las familias; difunde la cultura del encuentro y la socialidad en la diversión", destacó.
Tras el encuentro con Francisco, los representantes del circo y los artistas callejeros recrearán en la Plaza San Pedro parte del espectáculo que ofrecieron al pontífice y que en la noche del miércoles dieron gratuitamente en el Trastevere romano.