El seleccionado argentino empezó con el pie derecho su andar en la Copa América Centenario. En la madrugada de hoy derrotó al último campeón, Chile, por dos a uno e hizo ilusionar que sí es posible lograr el ansiado título. Encima, por precaución, no jugó Lionel Messi, el mejor del mundo. Todo un handicap para el rival de turno.
inicia sesión o regístrate.
El seleccionado argentino empezó con el pie derecho su andar en la Copa América Centenario. En la madrugada de hoy derrotó al último campeón, Chile, por dos a uno e hizo ilusionar que sí es posible lograr el ansiado título. Encima, por precaución, no jugó Lionel Messi, el mejor del mundo. Todo un handicap para el rival de turno.
El combinado nacional salió más convencido y a puro vértigo se adueñó del trámite. En la primera llegada, tras pase de Di María, Gaitán -reemplazante del lesionado Messi- cabeceó al travesaño. Un rato más tarde fue el propio "Fideo" quien probó desde fuera del área y su tiro salió cruzado.
Los trasandinos intentaron reaccionar, pero de contragolpe Higuaín casi de taco abrió la cuenta. En el córner posterior, Rojo ganó en lo alto y cabeceó apenas desviado.
Argentina era más, pero le faltó la serenidad suficiente para doblegar al rival. Es más, en la última chance clara de la etapa inicial, Funes Mori entregó mal el balón a la salida de su campo y Alexis Sánchez, solo con todo el arco a su disposición, no pudo con la estirada de "Chiquito" Romero.
En el arranque del complemento, Di María tuvo su premio. Luego de un pase perfecto de Augusto Fernández, el exRosario Central apareció como un fantasma por izquierdo y definió bajo al palo de Bravo. Gol y desahogo.
Romero se tuvo que esforzar ante un disparo de Vargas, pero de "contra" Banega concluyó otra acción impecable con festejo. El tanto fue similar al de Di María en la concepción y posterior definición.
Después el combinado de Gerardo Martino esperó agazapado en el medio y pudo aumentar en un par de ocasiones. Lo más importante fue que se ganó con autoridad y que no se extrañó a Messi, el as bajo la manga que sólo los "albicelestes" tienen el lujo de contar.
Por el lado del cuadro transandino, la decepción fue grande, más allá del descuento de Fuenzalida en tiempo de descuento.