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26 de Abril,  Jujuy, Argentina
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Todo parece ser una cuestión de factores

Lunes, 18 de julio de 2016 10:00
RAÚL NORO. DETENCIÓN Y EXAGERACION 
El diccionario de la lengua española dice que factor es un "elemento condicionante que contribuye a lograr un resultado". Y mirando nuestra realidad, cotidiana, nos percatamos que más allá de las ideologías y los principios, y más acá de las metas y los objetivos, en realidad estamos metidos en un berenjenal de factores, que nos lleva a los sopapos de un lado a otro, sin que se atisbe el resultado final de tanta barahúnda y cachetada. El Gobierno nacional sigue empeñado en medir la paciencia de los argentinos, a través de su sistema de prueba y error, y corrección o insistencia en las medidas que arrancan enormes migrañas a un pueblo que hoy está semi desilusionado. Lo de semi no llega a ser total, porque la gente que apoyó el cambio, con sólo mirar el festival de corrupción, robos, engreimiento y fatuidad del Gobierno que dejó la Casa Rosada el 10 de diciembre, sigue pensando que esto que vivimos no puede nunca ser peor. Todavía.
Sin embargo, no todas las cosas han cambiado: el "factor K" se caracterizaba por la altanería, la soberbia y casi el desprecio por la democracia, obnubilado por lema "vamos por todo". El "factor M" es diferente: escucha en todas direcciones, dialoga en todos los sentidos, pero al final, hace lo que se le da la gana, casi como antes. El ministro Aranguren y sus tarifazos -insensibles, desorbitados- y la sólida defensa que el presidente hace de él, son un ejemplo. Las declaraciones de muchos funcionarios nacionales, tratando de hacer entender a los giles que creyeron que se podía elevar la calidad de vida en un país como Argentina, que eso era una utopía, resultan finalmente humillantes y degradantes, tanto para quienes reciben el mensaje, como para los que lo emiten.
El "factor económico" es comprensible, pero el manejo que hacen de él, quienes llegaron al Gobierno nacional prometiendo cuidar a los más pobres, se puede convertir en un "factor suicida" para las pretensiones del oficialismo. Ya se comieron un cacerolazo, leve comparado con otros, pero es el primero y llegó hasta Jujuy. Y con ese batir de ollas, se comienzan a tapar otros logros. El presidente, igual que algún gobernador, parece no haber comprendido que al sostener a funcionarios y a sus actitudes inexplicables, convierten a los errores en propios y se cargan a sus espaldas un desgaste totalmente innecesario. Puede haber dos factores: los que gobiernan hoy tienen la misma ausencia de humildad y autocrítica de los que se fueron, o bien, revela que no tienen gente y equipos de recambio para recuperar el rumbo. Surge una reflexión que vale la pena compartir: pareciera que los que estaban no creían que podían perder, y que los que están, no creían que podían ganar. Y así estamos.
Factores políticos

Aquellos que no creían que podían perder, hoy desfilan antes los jueces y fiscales, pretendiendo ignorar las innumerables acusaciones y pruebas que se ciernen sobre ellos. Y su única estrategia parece ser la peor: victimizarse, intentar desviar el centro de gravedad de las cosas que un país observa atónito e indignado. Y querellar a quienes los acusan. Desde lo político, el ex Frente para la Victoria reducido a niveles que despiertan hasta conmiseración, reclama sin fuerzas a través del presidente del Partido Justicialista, José Luis Gioja, la renuncia de funcionarios nacionales que -y esto es cierto- generan más conflictos que consensos (Aranguren de Energía, Bullrich de Seguridad, y Bullrich de Educación), pero sus exigencias son disparos con pistolas de agua, sin capacidad para producir efectos deseados.
El "factor PJ" hoy es un automóvil que corre con las ruedas desinfladas. La otra oposición, la de Sergio Massa, se aleja cada vez más de sus orígenes peronistas y coquetea con Margarita Stolbizer, mirando hacia el 2017 con ganas de mostrarse como una fuerza moderada capaz hasta de robarle porciones al macrismo. Atención, porque esta movida, repercutirá en Jujuy. "El factor Massa" es un automóvil moderno que aún no eligió un lugar concreto en la grilla de largada. Los que quizá no creían que podían ganar, sobreviven con el envión de la victoria inesperada, y gracias al festival judicial que acosa al kirchnerismo, pero en la Nación, igual que en alguna provincia, ese capital judicial se encamina a agotarse un día, y cuando se convierta en una piedra que ya no se pueda exprimir, deberá tener en marcha todas las promesas pintadas en campaña, so pena de quedar colgados del pincel. El "factor macrismo" semeja un automóvil que de puro vigoroso derrapa a la banquina en cada curva.
Factores de provincia
Los factores provinciales, en muchos casos, son réplicas de los nacionales. El oficialismo está totalmente ligado a la aceleración y orientación que personalmente imprime Gerardo Morales. Es notable el esfuerzo y el deseo de GM por ver que algunos sectores de la administración cobren vuelo propio y se conviertan en motores auxiliares para arrastrar la pesada herencia recibida y poner en movimiento todos los mecanismos de una administración pública llena de herrumbre y resistente al cambio. Lo consigue en muy pocas ocasiones. Pero mientras el "factor GM" funcione, todo podrá seguir con esperanzas de éxito. El "factor Milagro" por ahora, también es determinante de ello. Cada semana aparece alguna nueva causa, acusación o denuncia que hunde un poco más a la jefa tupaquera en el pantano que transita por estos días. Ahora, se agregó la detención de su esposo, Pedro Raúl Noro, su mentor y compañero, y vicepresidente de la organización "Tupac Amaru". El ex periodista, de aquilatada trayectoria en el humanismo siloísta, fue detenido acusado de los mismos cargos que la señora Milagro Amalia Ángela Sala de Noro en la causa "Pibes Villeros". A pesar de su solidez intelectual, Pedro Raúl tuvo una gaffe: dijo sentir que se viven en Jujuy momentos idénticos a las dictaduras que lo persiguieron -y hasta lo encarcelaron y obligaron al exilio- en las épocas del onganiato y del proceso, en un "estado policial militar sin garantías constitucionales". El enorme exceso de Pedro Raúl, hombre desapegado de los bienes materiales y los oropeles de la figuración, y además hoy en un delicado estado de salud, es comprensible. Pero las razones judiciales que lo rodean también lo son. Más grave fue otra frase del detenido, cuando cuestionó precisamente a la Justicia por impedir mediante sanciones que los abogados defensores trabajen con normalidad. Y es que la Justicia en Jujuy agita banderas de cambio, libertad e independencia, pero en el único ámbito donde eso se nota, es el área penal y embistiendo contra esos factores, lo que le cae como anillo al dedo de GM. El resto del Poder Judicial, parece seguir lidiando contra el mismo óxido acumulado en décadas, que anquilosa a la administración central. Eso, guste o no, da cierta validez las especulaciones de quienes siguen diciendo que la Justicia jujeña se esmera en función de las acciones que benefician al "factor GM". Para ir borrando ese velo de parcialidad, seguramente deberá ir elevando a juicio algunas causas y convocando a sus banquillos a muchos radicales, intendentes y comisionados, a los que a simple vista, los deberían alcanzan las mismas presunciones que a los ya citados. El sábado a media tarde, filtraciones dirigidas desde casa de gobierno hacían enterar a los jujeños que la nueva imputación alcanzaba esta vez al juez Javier Aróstegui, por supuesta denegación de justicia, prevaricato, abuso de autoridad y encubrimiento con lo que habría beneficiado a Milagro Sala, sobreseyéndola en siete causas, desconociendo dolosamente órdenes de Cámaras superiores para acelerar investigaciones y realizar detenciones que permitían a los tupaqueros evadir la acción judicial frente a numerosas causas. Esta imputación cierra un círculo judicial. O por decirlo mejor, lo reabre. Y debería ser modelo a replicar con tantos jueces de comportamientos idénticos desparramados por todo el país.

También llegaron las imputaciones al ex gobernador. Contrariamente a especulaciones previas, Eduardo Alfredo Fellner compareció, declaró ampliamente y se expresó conforme y confiado en obtener un sobreseimiento que le saque de encima las sospechas acerca de la creación de aquella Unidad Ejecutora Provincial que debió entender en las cuestiones de los fondos, los trabajos y las certificaciones de las cooperativas que construían viviendas. Versiones de pasillos judiciales aseguran sin embargo que habría más derivaciones y otras causas por las cuales se volvería a requerir la visita del ex mandatario por esos lugares. Como se ve, el "factor judicial", sigue al rojo vivo, y en tanto siga así, ofrecerá a la provincia, cuando no al país, material de primer nivel para el chismorreo político y periodístico.

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El diccionario de la lengua española dice que factor es un "elemento condicionante que contribuye a lograr un resultado". Y mirando nuestra realidad, cotidiana, nos percatamos que más allá de las ideologías y los principios, y más acá de las metas y los objetivos, en realidad estamos metidos en un berenjenal de factores, que nos lleva a los sopapos de un lado a otro, sin que se atisbe el resultado final de tanta barahúnda y cachetada. El Gobierno nacional sigue empeñado en medir la paciencia de los argentinos, a través de su sistema de prueba y error, y corrección o insistencia en las medidas que arrancan enormes migrañas a un pueblo que hoy está semi desilusionado. Lo de semi no llega a ser total, porque la gente que apoyó el cambio, con sólo mirar el festival de corrupción, robos, engreimiento y fatuidad del Gobierno que dejó la Casa Rosada el 10 de diciembre, sigue pensando que esto que vivimos no puede nunca ser peor. Todavía.
Sin embargo, no todas las cosas han cambiado: el "factor K" se caracterizaba por la altanería, la soberbia y casi el desprecio por la democracia, obnubilado por lema "vamos por todo". El "factor M" es diferente: escucha en todas direcciones, dialoga en todos los sentidos, pero al final, hace lo que se le da la gana, casi como antes. El ministro Aranguren y sus tarifazos -insensibles, desorbitados- y la sólida defensa que el presidente hace de él, son un ejemplo. Las declaraciones de muchos funcionarios nacionales, tratando de hacer entender a los giles que creyeron que se podía elevar la calidad de vida en un país como Argentina, que eso era una utopía, resultan finalmente humillantes y degradantes, tanto para quienes reciben el mensaje, como para los que lo emiten.
El "factor económico" es comprensible, pero el manejo que hacen de él, quienes llegaron al Gobierno nacional prometiendo cuidar a los más pobres, se puede convertir en un "factor suicida" para las pretensiones del oficialismo. Ya se comieron un cacerolazo, leve comparado con otros, pero es el primero y llegó hasta Jujuy. Y con ese batir de ollas, se comienzan a tapar otros logros. El presidente, igual que algún gobernador, parece no haber comprendido que al sostener a funcionarios y a sus actitudes inexplicables, convierten a los errores en propios y se cargan a sus espaldas un desgaste totalmente innecesario. Puede haber dos factores: los que gobiernan hoy tienen la misma ausencia de humildad y autocrítica de los que se fueron, o bien, revela que no tienen gente y equipos de recambio para recuperar el rumbo. Surge una reflexión que vale la pena compartir: pareciera que los que estaban no creían que podían perder, y que los que están, no creían que podían ganar. Y así estamos.
Factores políticos

Aquellos que no creían que podían perder, hoy desfilan antes los jueces y fiscales, pretendiendo ignorar las innumerables acusaciones y pruebas que se ciernen sobre ellos. Y su única estrategia parece ser la peor: victimizarse, intentar desviar el centro de gravedad de las cosas que un país observa atónito e indignado. Y querellar a quienes los acusan. Desde lo político, el ex Frente para la Victoria reducido a niveles que despiertan hasta conmiseración, reclama sin fuerzas a través del presidente del Partido Justicialista, José Luis Gioja, la renuncia de funcionarios nacionales que -y esto es cierto- generan más conflictos que consensos (Aranguren de Energía, Bullrich de Seguridad, y Bullrich de Educación), pero sus exigencias son disparos con pistolas de agua, sin capacidad para producir efectos deseados.
El "factor PJ" hoy es un automóvil que corre con las ruedas desinfladas. La otra oposición, la de Sergio Massa, se aleja cada vez más de sus orígenes peronistas y coquetea con Margarita Stolbizer, mirando hacia el 2017 con ganas de mostrarse como una fuerza moderada capaz hasta de robarle porciones al macrismo. Atención, porque esta movida, repercutirá en Jujuy. "El factor Massa" es un automóvil moderno que aún no eligió un lugar concreto en la grilla de largada. Los que quizá no creían que podían ganar, sobreviven con el envión de la victoria inesperada, y gracias al festival judicial que acosa al kirchnerismo, pero en la Nación, igual que en alguna provincia, ese capital judicial se encamina a agotarse un día, y cuando se convierta en una piedra que ya no se pueda exprimir, deberá tener en marcha todas las promesas pintadas en campaña, so pena de quedar colgados del pincel. El "factor macrismo" semeja un automóvil que de puro vigoroso derrapa a la banquina en cada curva.
Factores de provincia
Los factores provinciales, en muchos casos, son réplicas de los nacionales. El oficialismo está totalmente ligado a la aceleración y orientación que personalmente imprime Gerardo Morales. Es notable el esfuerzo y el deseo de GM por ver que algunos sectores de la administración cobren vuelo propio y se conviertan en motores auxiliares para arrastrar la pesada herencia recibida y poner en movimiento todos los mecanismos de una administración pública llena de herrumbre y resistente al cambio. Lo consigue en muy pocas ocasiones. Pero mientras el "factor GM" funcione, todo podrá seguir con esperanzas de éxito. El "factor Milagro" por ahora, también es determinante de ello. Cada semana aparece alguna nueva causa, acusación o denuncia que hunde un poco más a la jefa tupaquera en el pantano que transita por estos días. Ahora, se agregó la detención de su esposo, Pedro Raúl Noro, su mentor y compañero, y vicepresidente de la organización "Tupac Amaru". El ex periodista, de aquilatada trayectoria en el humanismo siloísta, fue detenido acusado de los mismos cargos que la señora Milagro Amalia Ángela Sala de Noro en la causa "Pibes Villeros". A pesar de su solidez intelectual, Pedro Raúl tuvo una gaffe: dijo sentir que se viven en Jujuy momentos idénticos a las dictaduras que lo persiguieron -y hasta lo encarcelaron y obligaron al exilio- en las épocas del onganiato y del proceso, en un "estado policial militar sin garantías constitucionales". El enorme exceso de Pedro Raúl, hombre desapegado de los bienes materiales y los oropeles de la figuración, y además hoy en un delicado estado de salud, es comprensible. Pero las razones judiciales que lo rodean también lo son. Más grave fue otra frase del detenido, cuando cuestionó precisamente a la Justicia por impedir mediante sanciones que los abogados defensores trabajen con normalidad. Y es que la Justicia en Jujuy agita banderas de cambio, libertad e independencia, pero en el único ámbito donde eso se nota, es el área penal y embistiendo contra esos factores, lo que le cae como anillo al dedo de GM. El resto del Poder Judicial, parece seguir lidiando contra el mismo óxido acumulado en décadas, que anquilosa a la administración central. Eso, guste o no, da cierta validez las especulaciones de quienes siguen diciendo que la Justicia jujeña se esmera en función de las acciones que benefician al "factor GM". Para ir borrando ese velo de parcialidad, seguramente deberá ir elevando a juicio algunas causas y convocando a sus banquillos a muchos radicales, intendentes y comisionados, a los que a simple vista, los deberían alcanzan las mismas presunciones que a los ya citados. El sábado a media tarde, filtraciones dirigidas desde casa de gobierno hacían enterar a los jujeños que la nueva imputación alcanzaba esta vez al juez Javier Aróstegui, por supuesta denegación de justicia, prevaricato, abuso de autoridad y encubrimiento con lo que habría beneficiado a Milagro Sala, sobreseyéndola en siete causas, desconociendo dolosamente órdenes de Cámaras superiores para acelerar investigaciones y realizar detenciones que permitían a los tupaqueros evadir la acción judicial frente a numerosas causas. Esta imputación cierra un círculo judicial. O por decirlo mejor, lo reabre. Y debería ser modelo a replicar con tantos jueces de comportamientos idénticos desparramados por todo el país.

También llegaron las imputaciones al ex gobernador. Contrariamente a especulaciones previas, Eduardo Alfredo Fellner compareció, declaró ampliamente y se expresó conforme y confiado en obtener un sobreseimiento que le saque de encima las sospechas acerca de la creación de aquella Unidad Ejecutora Provincial que debió entender en las cuestiones de los fondos, los trabajos y las certificaciones de las cooperativas que construían viviendas. Versiones de pasillos judiciales aseguran sin embargo que habría más derivaciones y otras causas por las cuales se volvería a requerir la visita del ex mandatario por esos lugares. Como se ve, el "factor judicial", sigue al rojo vivo, y en tanto siga así, ofrecerá a la provincia, cuando no al país, material de primer nivel para el chismorreo político y periodístico.

El factor político

El factor político no les va en zaga a los demás. La legislatura es el ámbito donde se desarrolla con vigor. La creación de un bloque peronista que comanda Marcelo Llanos, recibió un aporte de los diputados Carlos Lops y Rubén González ya distantes y mal mirados en el FPV, y viniendo del Fuyo, inesperadamente, se sumó Germán Noro, que así blanqueó sus ya conocidas diferencias internas y de paso renovó sus votos ideológicos, reposicionándose como peronista "desde chiquito". Este bloque aparece como una obvia estrategia de escalón intermedio, entre los mutantes que vienen pensando abandonar otras posiciones, pero se les hace muy duro cruzar de un solo salto hacia dentro del oficialismo. También "desde chiquita" pero radical, la diputada Mabel Balconte –ex Fuyo- admitió una cercanía cada vez más estrecha con el bloque que comanda Alberto Bernis. La actitud, "outsider" por ahora, además de reubicarla en sus orígenes ideológicos, le tendería –obviamente- un paraguas protector frente a su situación judicial y a las amenazas que dijo seguir recibiendo de los tupaqueros que no perdonan su cambio de andarivel y menos sus denuncias a Milagro Sala. Del pase de la legisladora María Mamaní también se conocieron versiones que finalmente se desmintieron categóricamente. Ella, Esquivel y Ruarte, son lo que queda de los Unidos y Organizados, de quienes hace ya un tiempo se había desprendido el diputado Emilio Cayo. Todos estos movimientos, se podrían denominar como "factor sorpresa", aunque no tanto.

Otros factores

No se puede descuidar el "factor gremial". Enfrascados en una lucha por las mejoras salariales, los gremios estatales de Jujuy, realizaron su anunciado paro de 48 horas y concurrieron a una –otra vez tardía- cita con funcionarios del gobierno. La propuesta oficial, roza el 11% (un 8% sobre el 22% ya dado, y otras mejoras que también son reclamadas por los sindicatos. Si bien están lejos del 43% solicitado, y muy lejos del irracional 50% exigido por el SEOM,los jefes sindicales saben que la oferta se inscribe en la media nacional que van tomando todos los gremios. Y lo que es más claro: saben que no existe ninguna otra posibilidad. Esta semana quizás repudien la oferta y la acepten a regañadientes, y se declaren en estado de alerta, arrancando la promesa de otra ronda de conversaciones dentro de unos meses. Causó extrañeza la referencia que el gobernador le hizo directa y personalmente aYolanda Canchi como dirigente intransigente y dura. La jefa de ATSA es firme, crítica y muy peronista, pero siempre se caracterizó por saber llegar a un punto de encuentro. Elegirla como la mala de la película apareció como una exageración de GM, quizás tenga razones que nadie más conoce. Un logro para destacar fue el razonable acercamiento de posiciones con los docentes –también descontentos con el ofrecimiento- pero que hasta aquí permitió por primera vez en muchos años, atravesar una mitad de año casi sin paros, casi con normalidad. En el ámbito privado, el "factor azucarero" trajo dolores de cabeza. El SOEAIL DE Ledesma está en paro indefinido y un grupo de trabajadores trató de tomar por la fuerza instalaciones del ingenio. Tras la represión florecieron las mutuas acusaciones acerca de quien tiró la primera piedra, hoy se sientan a conversar. Crónica estupidez de la innecesaria violencia –nazca de donde nazca- que jamás condujo a nada que no fuera más violencia. La fábrica de cigarrillos jujeños CJ, agobiada por administraciones equivocadas y otros factores, cerró sus puertas. El gobierno quiere ayudar. No está mal. En tanto no se convierta en otro Ingenio La Esperanza y sus factores sempiternos, de los que todavía no se puede zafar.

Estos son los factores que nos tienen a maltraer. Para terminar de entender, la palabra factor, también se refiere a cada uno de los términos de una multiplicación. Multiplíquelos, pues, el amable lector, y tendremos una fotografía de la actualidad, para usarla como un espejo donde nos podremos encontrar.