Recorrer la fronteriza ciudad quiaqueña es transitar por medio de una importante cantidad de gente que se desplaza especialmente por los principales sectores comerciales, observando, preguntando, pero especialmente comprando.
Los negocios florecen a la par de que el cambio sigue favoreciendo a los habitantes de Bolivia, ya que hoy cien pesos apenas son cuarenta bolivianos, esta situación les permite comprar absolutamente todo.
"Un local como el mío de 2 por cuatro y a dos cuadras de la peatonal se paga unos cuatro mil pesos de alquiler", señala la propietaria de un local de venta de tejidos de algodón, hilo y lana. Los precios de la mercadería nacional están entre los 200 y los 600 pesos, es decir entre 80 y 240 bolivianos.
En la peatonal, si bien es cierto los alquileres son más caros, la misma mercadería se comercializa al mismo precio, por lo cual la inflación y el "tarifazo ""aquí no se nota", comentan los comerciantes y los vecinos. "¿Es cierto que el aceite va a aumentar un 400%?", es la pregunta recurrente que realizan afligidos.
Creciente demanda turística
Valentín Villatarco es el encargado de la casilla de información turística, que está ubicada en la plaza Centenario frente a la iglesia Virgen del Perpetuo Socorro, quien destacó la gran cantidad de turistas que llegaron este año a la ciudad.
"Vienen de todas partes, y aquí les decimos a dónde pueden ir", indica orgulloso de su tarea, a la vez que agrega: "No solo de Argentina, también vienen muchos extranjeros", mientras atiende diligente a Virginia y Alejandro, un joven matrimonio oriundo de Santiago del Estero que agradece la atención recibida en esta ciudad. "Estamos felices de poder visitar esta parte de nuestro país", indica Virginia, "queremos visitar las Yungas, especialmente las Termas del Jordán", agrega, demostrando tener muy buena información de algunos de los más importantes atractivos turísticos de la provincia.
Por su parte, Alejandro acota que estuvieron en febrero y "nos encantó, nos faltó tiempo para recorrer algunos lugares que queríamos visitar, por eso estamos de regreso, Jujuy es de las provincias del Noroeste la más hermosa que visitamos".
Así, el recorrido nos lleva a la zona de los comerciantes mayoristas desde donde parten los carritos con azúcar, aceite, grasa, harina y arroz mayoritariamente; si bien el movimiento es incesante, uno de los más viejos comerciantes del lugar señala: "Para nosotros bajaron las ventas, ya no es como antes, porque con la nueva ley de exportación los equipos vienen desde Buenos Aires y pasan derecho para el otro lado".
Una vez en el puente se puede observar cómo el mayor flujo de gente es la que hace fila para ingresar al país, allí se puede observar cómo ingresan algo de ropa y muchos juguetes. La tarde comienza a caer y el frío invernal hace que de a poco La Quiaca comience a apagarse lentamente; de a poco los vecinos regresan a Villazón felices de haber realizado un fructífero paseo de compras y de este lado la alegría de haber tenido otro día de buenas ventas.
Los negocios florecen a la par de que el cambio sigue favoreciendo a los habitantes de Bolivia, ya que hoy cien pesos apenas son cuarenta bolivianos, esta situación les permite comprar absolutamente todo.
"Un local como el mío de 2 por cuatro y a dos cuadras de la peatonal se paga unos cuatro mil pesos de alquiler", señala la propietaria de un local de venta de tejidos de algodón, hilo y lana. Los precios de la mercadería nacional están entre los 200 y los 600 pesos, es decir entre 80 y 240 bolivianos.
En la peatonal, si bien es cierto los alquileres son más caros, la misma mercadería se comercializa al mismo precio, por lo cual la inflación y el "tarifazo ""aquí no se nota", comentan los comerciantes y los vecinos. "¿Es cierto que el aceite va a aumentar un 400%?", es la pregunta recurrente que realizan afligidos.
Creciente demanda turística
Valentín Villatarco es el encargado de la casilla de información turística, que está ubicada en la plaza Centenario frente a la iglesia Virgen del Perpetuo Socorro, quien destacó la gran cantidad de turistas que llegaron este año a la ciudad.
"Vienen de todas partes, y aquí les decimos a dónde pueden ir", indica orgulloso de su tarea, a la vez que agrega: "No solo de Argentina, también vienen muchos extranjeros", mientras atiende diligente a Virginia y Alejandro, un joven matrimonio oriundo de Santiago del Estero que agradece la atención recibida en esta ciudad. "Estamos felices de poder visitar esta parte de nuestro país", indica Virginia, "queremos visitar las Yungas, especialmente las Termas del Jordán", agrega, demostrando tener muy buena información de algunos de los más importantes atractivos turísticos de la provincia.
Por su parte, Alejandro acota que estuvieron en febrero y "nos encantó, nos faltó tiempo para recorrer algunos lugares que queríamos visitar, por eso estamos de regreso, Jujuy es de las provincias del Noroeste la más hermosa que visitamos".
Así, el recorrido nos lleva a la zona de los comerciantes mayoristas desde donde parten los carritos con azúcar, aceite, grasa, harina y arroz mayoritariamente; si bien el movimiento es incesante, uno de los más viejos comerciantes del lugar señala: "Para nosotros bajaron las ventas, ya no es como antes, porque con la nueva ley de exportación los equipos vienen desde Buenos Aires y pasan derecho para el otro lado".
Una vez en el puente se puede observar cómo el mayor flujo de gente es la que hace fila para ingresar al país, allí se puede observar cómo ingresan algo de ropa y muchos juguetes. La tarde comienza a caer y el frío invernal hace que de a poco La Quiaca comience a apagarse lentamente; de a poco los vecinos regresan a Villazón felices de haber realizado un fructífero paseo de compras y de este lado la alegría de haber tenido otro día de buenas ventas.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
Recorrer la fronteriza ciudad quiaqueña es transitar por medio de una importante cantidad de gente que se desplaza especialmente por los principales sectores comerciales, observando, preguntando, pero especialmente comprando.
Los negocios florecen a la par de que el cambio sigue favoreciendo a los habitantes de Bolivia, ya que hoy cien pesos apenas son cuarenta bolivianos, esta situación les permite comprar absolutamente todo.
"Un local como el mío de 2 por cuatro y a dos cuadras de la peatonal se paga unos cuatro mil pesos de alquiler", señala la propietaria de un local de venta de tejidos de algodón, hilo y lana. Los precios de la mercadería nacional están entre los 200 y los 600 pesos, es decir entre 80 y 240 bolivianos.
En la peatonal, si bien es cierto los alquileres son más caros, la misma mercadería se comercializa al mismo precio, por lo cual la inflación y el "tarifazo ""aquí no se nota", comentan los comerciantes y los vecinos. "¿Es cierto que el aceite va a aumentar un 400%?", es la pregunta recurrente que realizan afligidos.
Creciente demanda turística
Valentín Villatarco es el encargado de la casilla de información turística, que está ubicada en la plaza Centenario frente a la iglesia Virgen del Perpetuo Socorro, quien destacó la gran cantidad de turistas que llegaron este año a la ciudad.
"Vienen de todas partes, y aquí les decimos a dónde pueden ir", indica orgulloso de su tarea, a la vez que agrega: "No solo de Argentina, también vienen muchos extranjeros", mientras atiende diligente a Virginia y Alejandro, un joven matrimonio oriundo de Santiago del Estero que agradece la atención recibida en esta ciudad. "Estamos felices de poder visitar esta parte de nuestro país", indica Virginia, "queremos visitar las Yungas, especialmente las Termas del Jordán", agrega, demostrando tener muy buena información de algunos de los más importantes atractivos turísticos de la provincia.
Por su parte, Alejandro acota que estuvieron en febrero y "nos encantó, nos faltó tiempo para recorrer algunos lugares que queríamos visitar, por eso estamos de regreso, Jujuy es de las provincias del Noroeste la más hermosa que visitamos".
Así, el recorrido nos lleva a la zona de los comerciantes mayoristas desde donde parten los carritos con azúcar, aceite, grasa, harina y arroz mayoritariamente; si bien el movimiento es incesante, uno de los más viejos comerciantes del lugar señala: "Para nosotros bajaron las ventas, ya no es como antes, porque con la nueva ley de exportación los equipos vienen desde Buenos Aires y pasan derecho para el otro lado".
Una vez en el puente se puede observar cómo el mayor flujo de gente es la que hace fila para ingresar al país, allí se puede observar cómo ingresan algo de ropa y muchos juguetes. La tarde comienza a caer y el frío invernal hace que de a poco La Quiaca comience a apagarse lentamente; de a poco los vecinos regresan a Villazón felices de haber realizado un fructífero paseo de compras y de este lado la alegría de haber tenido otro día de buenas ventas.
Los negocios florecen a la par de que el cambio sigue favoreciendo a los habitantes de Bolivia, ya que hoy cien pesos apenas son cuarenta bolivianos, esta situación les permite comprar absolutamente todo.
"Un local como el mío de 2 por cuatro y a dos cuadras de la peatonal se paga unos cuatro mil pesos de alquiler", señala la propietaria de un local de venta de tejidos de algodón, hilo y lana. Los precios de la mercadería nacional están entre los 200 y los 600 pesos, es decir entre 80 y 240 bolivianos.
En la peatonal, si bien es cierto los alquileres son más caros, la misma mercadería se comercializa al mismo precio, por lo cual la inflación y el "tarifazo ""aquí no se nota", comentan los comerciantes y los vecinos. "¿Es cierto que el aceite va a aumentar un 400%?", es la pregunta recurrente que realizan afligidos.
Creciente demanda turística
Valentín Villatarco es el encargado de la casilla de información turística, que está ubicada en la plaza Centenario frente a la iglesia Virgen del Perpetuo Socorro, quien destacó la gran cantidad de turistas que llegaron este año a la ciudad.
"Vienen de todas partes, y aquí les decimos a dónde pueden ir", indica orgulloso de su tarea, a la vez que agrega: "No solo de Argentina, también vienen muchos extranjeros", mientras atiende diligente a Virginia y Alejandro, un joven matrimonio oriundo de Santiago del Estero que agradece la atención recibida en esta ciudad. "Estamos felices de poder visitar esta parte de nuestro país", indica Virginia, "queremos visitar las Yungas, especialmente las Termas del Jordán", agrega, demostrando tener muy buena información de algunos de los más importantes atractivos turísticos de la provincia.
Por su parte, Alejandro acota que estuvieron en febrero y "nos encantó, nos faltó tiempo para recorrer algunos lugares que queríamos visitar, por eso estamos de regreso, Jujuy es de las provincias del Noroeste la más hermosa que visitamos".
Así, el recorrido nos lleva a la zona de los comerciantes mayoristas desde donde parten los carritos con azúcar, aceite, grasa, harina y arroz mayoritariamente; si bien el movimiento es incesante, uno de los más viejos comerciantes del lugar señala: "Para nosotros bajaron las ventas, ya no es como antes, porque con la nueva ley de exportación los equipos vienen desde Buenos Aires y pasan derecho para el otro lado".
Una vez en el puente se puede observar cómo el mayor flujo de gente es la que hace fila para ingresar al país, allí se puede observar cómo ingresan algo de ropa y muchos juguetes. La tarde comienza a caer y el frío invernal hace que de a poco La Quiaca comience a apagarse lentamente; de a poco los vecinos regresan a Villazón felices de haber realizado un fructífero paseo de compras y de este lado la alegría de haber tenido otro día de buenas ventas.