Por supuesto que fue un acierto que el maratón comenzará y terminará en el Sambodromo. Es el lugar emblema del carnaval de Río de Janeiro y ayer a la mañana El Tribuno de Jujuy pudo comprobarlo. Es que la organización apenas salió el ultimo atleta a recorrer los 42.195 kilómetros dispuso el ingreso de la escuela de samba "União da Ilha". A puro ritmo carioca, los bailarines de diferentes edades alegraron a los presentes y así la espera no fue tan larga. El cantante ademas organizaba la fiestas en las tribunas de cemento. También es cierto que los gigantes monitores ubicados en sitios estratégicos hicieron que el público pudiera seguir las acciones sin moverse de sus sitios.
El espectáculo estuvo asegurado y más cuando el keniata Kipchoge hizo su ingreso triunfal en el Sambodromo, que fue adornado con las banderas de todos los países participantes. La más linda, la Argentina sin dudas, flameû en el quinto mástil previo a la llegada.
El público estalló de felicidad al ver al africano atravesar la meta, como si fuese un deportista brasileño. Es que se premió el esfuerzo extremo con aplausos y gritos.
Pero estos juegos no dejan de sorprender. La largada estaba fijada para las 9.30 y ver gente haciendo fila para comprar cervezas llamó la atención por el horario, más allá de que en todos los estadios estuvo permitido la venta de bebidas alcohólicas. Obvio, la exclusividad la tuvo una empresa que es sponsor oficial de estas olimpíadas.
Nadie se movió hasta el arribo de los más retrasados. Apoyar a ellos también era una obligación. En el atletismo, la caballerosidad es materia registrada. (Daniel Echazú)
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Por supuesto que fue un acierto que el maratón comenzará y terminará en el Sambodromo. Es el lugar emblema del carnaval de Río de Janeiro y ayer a la mañana El Tribuno de Jujuy pudo comprobarlo. Es que la organización apenas salió el ultimo atleta a recorrer los 42.195 kilómetros dispuso el ingreso de la escuela de samba "União da Ilha". A puro ritmo carioca, los bailarines de diferentes edades alegraron a los presentes y así la espera no fue tan larga. El cantante ademas organizaba la fiestas en las tribunas de cemento. También es cierto que los gigantes monitores ubicados en sitios estratégicos hicieron que el público pudiera seguir las acciones sin moverse de sus sitios.
El espectáculo estuvo asegurado y más cuando el keniata Kipchoge hizo su ingreso triunfal en el Sambodromo, que fue adornado con las banderas de todos los países participantes. La más linda, la Argentina sin dudas, flameû en el quinto mástil previo a la llegada.
El público estalló de felicidad al ver al africano atravesar la meta, como si fuese un deportista brasileño. Es que se premió el esfuerzo extremo con aplausos y gritos.
Pero estos juegos no dejan de sorprender. La largada estaba fijada para las 9.30 y ver gente haciendo fila para comprar cervezas llamó la atención por el horario, más allá de que en todos los estadios estuvo permitido la venta de bebidas alcohólicas. Obvio, la exclusividad la tuvo una empresa que es sponsor oficial de estas olimpíadas.
Nadie se movió hasta el arribo de los más retrasados. Apoyar a ellos también era una obligación. En el atletismo, la caballerosidad es materia registrada. (Daniel Echazú)