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"Entrelazando Mundos", una explicación de la vida

Miércoles, 03 de agosto de 2016 01:30
<div>UNA DE LAS OBRAS/ QUE FORMAN PARTE DE LA MUESTRA PLÁSTICA DE AMELIA CÓRDOBA.</div><div>
Amelia Chamaca Córdoba presentará este viernes, su muestra plástica "Entrelazando Mundos" en el Centro Cultural y Museo Casa "Macedonio Graz", y es la oportunidad de acercarse a las respuestas que urdió desde Uquía pero que resumen la búsqueda de su vida. Quien vea la muestra, que estará en el museo jujeño por quince días, podrá ser seducido por el estallido de constelaciones en que navegan los colores y la iconografía ancestral para perder su forma en la construcción de otra sintética. Quien la escucha hablar puede yaparle otros significados.
Cuando le pedimos que nos cuente de ella, duda y comienza por hablar de las primeras muestras individuales allá por el ´83, pero pronto toma el carril del relato "de un grupo que armamos en Ledesma, el Musa Wasi, del que participaban Lorenzo Toro, Fabián Ríos, María López Marín, Miguel Córdoba y hacíamos muestras colectivas donde participaban Juan Carlos Entrocasi, Brígido Abán, Héctor Alemán, y con Víctor Montoya hicimos una muestra conjunta en Santa Cruz de la Sierra en el ''92."
Nos habla de una muestra que colgó en la Florida, Estados Unidos, y de la primera instalación jujeña, junto a Miguel Castro, en el año ´90 "con música y teatralización, porque yo era del elenco de Damián "Tito" Guerra, mientras exponía en Santiago del Estero, en Tucumán, en Salta. Siempre me gustó nuclear gente, y era un tiempo en el que me tildaba de pintora esencialista, cuando Paco Garzón trabajaba en la librería Rayuela, y me recomendó un libro que me hizo dejar de lado la cosa académica para buscar algo más sensible."
Dice que "empezó a buscar el color más desde la emoción, hice restauraciones de imágenes religiosas y dejé de pintar allá por el 2006. Hice muchas instalaciones pensando en que la gente forme parte de la obra, me surge un trabajo en Dubai y de ahí fui a la India. Al regresar hago una capacitación, con Fernández Chiti, en cerámica desde la cosmovisión andina. En mi época de estudiante había leído a Castaneda, pero sentía que había conocido el Oriente y no sabía qué pasaba acá."
Entonces surge el ofrecimiento de dictar el taller de Diseño Iconográfico en los Talleres Libres, "lo que me llevó a ir conociendo los sitios arqueológicos de la Quebrada y la Puna, conociendo cada mes un lugar nuevo, y así pasaron diecinueve años buscando llegar a esa imagen gráfica que se hacía antiguamente, algo muy separado de la fragmentación de la estética Occidental. Algo que tiene que ver con los tres mundos de la cosmovisión andina."
Tres mundos
Nos dice que "son tres mundos que se estudian por separado, pero que son dimensiones paralelas. La perspectiva que manejamos es algo aprendido desde chicos, pero yo busco la actitud profunda de verlo como una unidad. A partir de un ícono, que Chiti llama mitograma, se cuentan historias en las cerámicas y los tejidos, en los tallados en piedra y en las pinturas en cuevas y aleros, que es un modo de decir a través del arte."
Habla de ese trabajo de "deconstruir el ícono para ver otra imagen, sin que haya un punto que tenga más valor que el otro. Por eso la muestra se llama Entrelazando Mundos, porque mientras uno está acá, muere con la ayuda de animales guías para ir a la Pacarina, donde reencarna en otra persona mientras acá renace en piedra, animal o persona."
Finalmente explica que fue armando de a poco los datos que le fueron llegando, "y esto tiene que ver con la muestra. Yo venía de una época muy suelta y necesitaba organizarme la cabeza, y entonces no hay nada arbitrario, está todo muy pensado. Son acuarelas con material de papel artesanal para buscar texturas que me interesan, y los soportes que hizo mi papá a sus 93 años. Son un viaje que contiene a los tres mundos con mucha información de iconografía andina y amazónica."
Pero aclara que "el cálculo matemático fue de la piel para adentro. El primero que hice dije: me encanta, y empecé a investigar más y me gustó esto de entrelazar en un trabajo introspectivo muy profundo. Así salí de un freezer de muchos años junto a gente muy grosa que quería que esté ahí, y el día de la inauguración, desde la Pachamama del mediodía del 5 hasta la noche, se van a nuclear muchos artistas invitados, muchos de ellos docentes de Talleres Libres, se van a proyectar películas en continuado todos los días de la muestra, habrá fotografías y cerámicas, un lujo de acompañantes."
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Amelia Chamaca Córdoba presentará este viernes, su muestra plástica "Entrelazando Mundos" en el Centro Cultural y Museo Casa "Macedonio Graz", y es la oportunidad de acercarse a las respuestas que urdió desde Uquía pero que resumen la búsqueda de su vida. Quien vea la muestra, que estará en el museo jujeño por quince días, podrá ser seducido por el estallido de constelaciones en que navegan los colores y la iconografía ancestral para perder su forma en la construcción de otra sintética. Quien la escucha hablar puede yaparle otros significados.
Cuando le pedimos que nos cuente de ella, duda y comienza por hablar de las primeras muestras individuales allá por el ´83, pero pronto toma el carril del relato "de un grupo que armamos en Ledesma, el Musa Wasi, del que participaban Lorenzo Toro, Fabián Ríos, María López Marín, Miguel Córdoba y hacíamos muestras colectivas donde participaban Juan Carlos Entrocasi, Brígido Abán, Héctor Alemán, y con Víctor Montoya hicimos una muestra conjunta en Santa Cruz de la Sierra en el ''92."
Nos habla de una muestra que colgó en la Florida, Estados Unidos, y de la primera instalación jujeña, junto a Miguel Castro, en el año ´90 "con música y teatralización, porque yo era del elenco de Damián "Tito" Guerra, mientras exponía en Santiago del Estero, en Tucumán, en Salta. Siempre me gustó nuclear gente, y era un tiempo en el que me tildaba de pintora esencialista, cuando Paco Garzón trabajaba en la librería Rayuela, y me recomendó un libro que me hizo dejar de lado la cosa académica para buscar algo más sensible."
Dice que "empezó a buscar el color más desde la emoción, hice restauraciones de imágenes religiosas y dejé de pintar allá por el 2006. Hice muchas instalaciones pensando en que la gente forme parte de la obra, me surge un trabajo en Dubai y de ahí fui a la India. Al regresar hago una capacitación, con Fernández Chiti, en cerámica desde la cosmovisión andina. En mi época de estudiante había leído a Castaneda, pero sentía que había conocido el Oriente y no sabía qué pasaba acá."
Entonces surge el ofrecimiento de dictar el taller de Diseño Iconográfico en los Talleres Libres, "lo que me llevó a ir conociendo los sitios arqueológicos de la Quebrada y la Puna, conociendo cada mes un lugar nuevo, y así pasaron diecinueve años buscando llegar a esa imagen gráfica que se hacía antiguamente, algo muy separado de la fragmentación de la estética Occidental. Algo que tiene que ver con los tres mundos de la cosmovisión andina."
Tres mundos
Nos dice que "son tres mundos que se estudian por separado, pero que son dimensiones paralelas. La perspectiva que manejamos es algo aprendido desde chicos, pero yo busco la actitud profunda de verlo como una unidad. A partir de un ícono, que Chiti llama mitograma, se cuentan historias en las cerámicas y los tejidos, en los tallados en piedra y en las pinturas en cuevas y aleros, que es un modo de decir a través del arte."
Habla de ese trabajo de "deconstruir el ícono para ver otra imagen, sin que haya un punto que tenga más valor que el otro. Por eso la muestra se llama Entrelazando Mundos, porque mientras uno está acá, muere con la ayuda de animales guías para ir a la Pacarina, donde reencarna en otra persona mientras acá renace en piedra, animal o persona."
Finalmente explica que fue armando de a poco los datos que le fueron llegando, "y esto tiene que ver con la muestra. Yo venía de una época muy suelta y necesitaba organizarme la cabeza, y entonces no hay nada arbitrario, está todo muy pensado. Son acuarelas con material de papel artesanal para buscar texturas que me interesan, y los soportes que hizo mi papá a sus 93 años. Son un viaje que contiene a los tres mundos con mucha información de iconografía andina y amazónica."
Pero aclara que "el cálculo matemático fue de la piel para adentro. El primero que hice dije: me encanta, y empecé a investigar más y me gustó esto de entrelazar en un trabajo introspectivo muy profundo. Así salí de un freezer de muchos años junto a gente muy grosa que quería que esté ahí, y el día de la inauguración, desde la Pachamama del mediodía del 5 hasta la noche, se van a nuclear muchos artistas invitados, muchos de ellos docentes de Talleres Libres, se van a proyectar películas en continuado todos los días de la muestra, habrá fotografías y cerámicas, un lujo de acompañantes."