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Millones de fieles iniciaron la peregrinación a la Meca

Domingo, 11 de septiembre de 2016 01:30
GRAN MEZQUITA. PEREGRINOS MUSULMANES DANDO VUELTAS ALREDEDOR DE LA KAABA.
Más de 1,3 millones de musulmanes procedentes de todo el mundo comenzaron ayer la peregrinación a la ciudad santa de La Meca o hach, con una jornada dedicada a la devoción y el rezo, en medio de fuertes medidas de seguridad.

En el primer día, denominado "Al Taruia", los fieles se reunieron en la zona de Mina, a unos 7 kilómetros al este de La Meca, donde se levantarono más de 180 mil carpas, con capacidad para alojar a más de un millón y medio de fieles.

Los peregrinos, vestidos con ropas sencillas de color blanco sin costuras, dedicaron la jornada a rezar, leer y recitar el libro sagrado del islam, el Corán, o a discutir asuntos religiosos, y su propio nombre significa "reflexión" o "saciar la sed", porque antiguamente había manantiales en la zona.

Anoche, los peregrinos permanecieron en esta área antes de dirigirse entre la madrugada y el mediodía de hoy al monte Arafat, a unos 20 kilómetros al este de Mina, donde tiene lugar el rito más destacado del hach.
Los fieles llevan consigo todo lo necesario para subir y permanecer en el monte Arafat, donde la tradición musulmana relata que el profeta Mahoma pronunció su último sermón hace catorce siglos.

Hoy tras la puesta del sol, se dirigirán a la localidad de Muzdalifa, donde pasarán la noche y recogerán piedras, con los que lapidarán las tres columnas que simbolizan las tentaciones del diablo, ritual que arranca en el primer día del "Aid al Adha" o Fiesta del Sacrificio y se prolonga durante cuatro jornadas.

El Aid al Adha se celebra este año el 12 de septiembre y, una vez cumplidos los rituales estrictamente religiosos, los fieles degollarán un cordero para marcar esta festividad, la más destacada del islam.
Finalmente, acudirán a la Gran Mezquita de La Meca para completar el hach dando vueltas a la "Kaaba", en la que se encuentra la piedra negra que los musulmanes consideran un pedazo del paraíso.
Este año, las autoridades sauditas han establecido severas normas de seguridad y vigilancia para evitar que se repita una tragedia como la del año pasado, cuando cerca de 2 mil peregrinos fallecieron en una estampida.

El vocero del Ministerio de Interior saudita, coronel Mansur al Turki, afirmó hoy que la labor de las fuerzas de seguridad es facilitar el cumplimiento de los ritos del hach y que cualquier peregrino que venga con otro objetivo será "controlado" por la policía.

Por su parte, el portavoz de la Media Luna Roja saudita, Bandar Barhim, destacó han delimitado trayectos e instalado puertas electrónicas para controlar la muchedumbre de peregrinos que se dirigirá a lanzar las piedras contra Satanás, donde el año pasado se produjo el accidente.

La avalancha tuvo lugar por el aumento en el flujo de peregrinos y la entrada repentina de muchos de ellos hacia el área donde se realiza ese ritual. Al menos 2 mil peregrinos fallecieron y Arabia Saudita responsabilizó de la desgracia a un grupo de iraníes, que supuestamente realizaban una marcha en sentido contrario al de los demás peregrinos.
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Más de 1,3 millones de musulmanes procedentes de todo el mundo comenzaron ayer la peregrinación a la ciudad santa de La Meca o hach, con una jornada dedicada a la devoción y el rezo, en medio de fuertes medidas de seguridad.

En el primer día, denominado "Al Taruia", los fieles se reunieron en la zona de Mina, a unos 7 kilómetros al este de La Meca, donde se levantarono más de 180 mil carpas, con capacidad para alojar a más de un millón y medio de fieles.

Los peregrinos, vestidos con ropas sencillas de color blanco sin costuras, dedicaron la jornada a rezar, leer y recitar el libro sagrado del islam, el Corán, o a discutir asuntos religiosos, y su propio nombre significa "reflexión" o "saciar la sed", porque antiguamente había manantiales en la zona.

Anoche, los peregrinos permanecieron en esta área antes de dirigirse entre la madrugada y el mediodía de hoy al monte Arafat, a unos 20 kilómetros al este de Mina, donde tiene lugar el rito más destacado del hach.
Los fieles llevan consigo todo lo necesario para subir y permanecer en el monte Arafat, donde la tradición musulmana relata que el profeta Mahoma pronunció su último sermón hace catorce siglos.

Hoy tras la puesta del sol, se dirigirán a la localidad de Muzdalifa, donde pasarán la noche y recogerán piedras, con los que lapidarán las tres columnas que simbolizan las tentaciones del diablo, ritual que arranca en el primer día del "Aid al Adha" o Fiesta del Sacrificio y se prolonga durante cuatro jornadas.

El Aid al Adha se celebra este año el 12 de septiembre y, una vez cumplidos los rituales estrictamente religiosos, los fieles degollarán un cordero para marcar esta festividad, la más destacada del islam.
Finalmente, acudirán a la Gran Mezquita de La Meca para completar el hach dando vueltas a la "Kaaba", en la que se encuentra la piedra negra que los musulmanes consideran un pedazo del paraíso.
Este año, las autoridades sauditas han establecido severas normas de seguridad y vigilancia para evitar que se repita una tragedia como la del año pasado, cuando cerca de 2 mil peregrinos fallecieron en una estampida.

El vocero del Ministerio de Interior saudita, coronel Mansur al Turki, afirmó hoy que la labor de las fuerzas de seguridad es facilitar el cumplimiento de los ritos del hach y que cualquier peregrino que venga con otro objetivo será "controlado" por la policía.

Por su parte, el portavoz de la Media Luna Roja saudita, Bandar Barhim, destacó han delimitado trayectos e instalado puertas electrónicas para controlar la muchedumbre de peregrinos que se dirigirá a lanzar las piedras contra Satanás, donde el año pasado se produjo el accidente.

La avalancha tuvo lugar por el aumento en el flujo de peregrinos y la entrada repentina de muchos de ellos hacia el área donde se realiza ese ritual. Al menos 2 mil peregrinos fallecieron y Arabia Saudita responsabilizó de la desgracia a un grupo de iraníes, que supuestamente realizaban una marcha en sentido contrario al de los demás peregrinos.

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