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Uno de cada 200 chicos en el mundo es refugiado

Domingo, 11 de septiembre de 2016 01:30
Dentro del sombrío y desesperante panorama que describe la Unicef sobre la vulnerabilidad y el peligro que corren decenas de millones de niños en zonas de conflicto en todo el mundo, los refugiados merecen un capítulo aparte.
Al cumplirse un año de la muerte del pequeño Aylan, su padre denunció esta semana el fracaso mundial para detener el derramamiento de sangre en Siria, donde "la gente sigue muriendo y nadie hace nada".
Hace tres días, las cifras del drama humanitario mundial de los refugiados volvieron a escalar. Al menos 50 millones de niños abandonaron sus hogares en busca de una vida mejor, escapando de guerras o de la pobreza, indicó otro documento de Unicef.
En otras palabras, uno de cada 200 chicos en el mundo es un refugiado o un migrante económico, es decir alguien que ha tenido que dejar su país huyendo de un conflicto armado o la persecución política, o de la falta de oportunidades económicas.
La cifra es tan alta por varias razones: por un lado, se trata de la primera vez que se consideran y se relacionan datos globales.
Por otro, los conflictos de Siria y Afganistán tuvieron consecuencias especialmente graves para los menores: la mitad de los niños refugiados en 2015 procedía de esos países, informó el organismo.
"Los niños no tienen la culpa de las bombas y las balas, de la violencia entre bandas, de la persecución, de las cada vez más pobres cosechas o los bajos ingresos familiares, pero ello les obliga a abandonar su hogar", señaló el informe.
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Dentro del sombrío y desesperante panorama que describe la Unicef sobre la vulnerabilidad y el peligro que corren decenas de millones de niños en zonas de conflicto en todo el mundo, los refugiados merecen un capítulo aparte.
Al cumplirse un año de la muerte del pequeño Aylan, su padre denunció esta semana el fracaso mundial para detener el derramamiento de sangre en Siria, donde "la gente sigue muriendo y nadie hace nada".
Hace tres días, las cifras del drama humanitario mundial de los refugiados volvieron a escalar. Al menos 50 millones de niños abandonaron sus hogares en busca de una vida mejor, escapando de guerras o de la pobreza, indicó otro documento de Unicef.
En otras palabras, uno de cada 200 chicos en el mundo es un refugiado o un migrante económico, es decir alguien que ha tenido que dejar su país huyendo de un conflicto armado o la persecución política, o de la falta de oportunidades económicas.
La cifra es tan alta por varias razones: por un lado, se trata de la primera vez que se consideran y se relacionan datos globales.
Por otro, los conflictos de Siria y Afganistán tuvieron consecuencias especialmente graves para los menores: la mitad de los niños refugiados en 2015 procedía de esos países, informó el organismo.
"Los niños no tienen la culpa de las bombas y las balas, de la violencia entre bandas, de la persecución, de las cada vez más pobres cosechas o los bajos ingresos familiares, pero ello les obliga a abandonar su hogar", señaló el informe.