Durante una multitudinaria manifestación en apoyo a su administración en Caracas, organizada como réplica a una multitudinaria manifestación de la oposición concretada ayer, Maduro aseguró que se había detectado un campamento de paramilitares a 500 metros de la sede del gobierno, desde donde se operaba para una conspiración que ha sido "derrotada".
"Aquí nadie se va a amparar en la inmunidad parlamentaria para cometer delitos, porque (la inmunidad) está hecha para cumplir las leyes, no para violarlas", advirtió el mandatario ante sus seguidores.
"Por eso he solicitado una consulta porque tengo listo el decreto para levantar la inmunidad de todos los cargos públicos y que nadie utilice esos cargos para atentar contra la paz", aseveró.
Maduro lanzó duras advertencias a la oposición, movilizada para exigir la inmediata convocatoria a un referendo con el que aspira a revocarle el mandato, y dijo que no detendrá su "revolución bolivariana".
"Que nadie se equivoque conmigo. Estoy dispuesto a todo por la defensa de la patria y la soberanía del pueblo venezolano", subrayó.
También consideró que la cantidad de manifestantes que reunió la oposición fue mucho menor a la esperada. El líder antichavista Henrique Capriles había adelantado que confiaba en juntar en Caracas un millón de personas.
Pero Maduro dijo tener "pruebas" de que apenas fueron movilizadas "entre 25 y 30 mil personas". "Han fracasado una vez más, la victoria es nuestra, así lo declaro, la victoria es del pueblo, de la paz, de la revolución", exclamó.
"Derrotamos una intentona golpista que pretendía llenar de violencia las calles de Caracas Viva el pueblo", continuó.
Con respecto a los paramilitares que dijo haber descubierto en cercanía de la sede del gobierno, acusó al presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento), el opositor Henry Ramos Allup, de tener conocimiento de estas "intentonas golpistas".
Anunció que demandará a Ramos Allup por haberse pronunciado con expresiones "racistas y promotoras de la violencia" y añadió que instruyó a sus colaboradores para que exhiban ante el pueblo venezolano "todas la pruebas de la emboscada que tenía planeada la oposición".
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Durante una multitudinaria manifestación en apoyo a su administración en Caracas, organizada como réplica a una multitudinaria manifestación de la oposición concretada ayer, Maduro aseguró que se había detectado un campamento de paramilitares a 500 metros de la sede del gobierno, desde donde se operaba para una conspiración que ha sido "derrotada".
"Aquí nadie se va a amparar en la inmunidad parlamentaria para cometer delitos, porque (la inmunidad) está hecha para cumplir las leyes, no para violarlas", advirtió el mandatario ante sus seguidores.
"Por eso he solicitado una consulta porque tengo listo el decreto para levantar la inmunidad de todos los cargos públicos y que nadie utilice esos cargos para atentar contra la paz", aseveró.
Maduro lanzó duras advertencias a la oposición, movilizada para exigir la inmediata convocatoria a un referendo con el que aspira a revocarle el mandato, y dijo que no detendrá su "revolución bolivariana".
"Que nadie se equivoque conmigo. Estoy dispuesto a todo por la defensa de la patria y la soberanía del pueblo venezolano", subrayó.
También consideró que la cantidad de manifestantes que reunió la oposición fue mucho menor a la esperada. El líder antichavista Henrique Capriles había adelantado que confiaba en juntar en Caracas un millón de personas.
Pero Maduro dijo tener "pruebas" de que apenas fueron movilizadas "entre 25 y 30 mil personas". "Han fracasado una vez más, la victoria es nuestra, así lo declaro, la victoria es del pueblo, de la paz, de la revolución", exclamó.
"Derrotamos una intentona golpista que pretendía llenar de violencia las calles de Caracas Viva el pueblo", continuó.
Con respecto a los paramilitares que dijo haber descubierto en cercanía de la sede del gobierno, acusó al presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento), el opositor Henry Ramos Allup, de tener conocimiento de estas "intentonas golpistas".
Anunció que demandará a Ramos Allup por haberse pronunciado con expresiones "racistas y promotoras de la violencia" y añadió que instruyó a sus colaboradores para que exhiban ante el pueblo venezolano "todas la pruebas de la emboscada que tenía planeada la oposición".