
"Alguien que se queja del micrófono no ha tenido una buena noche", dijo Clinton en respuesta a las protestas de Trump, que tras el debate aseguró haber sufrido dificultades con su micrófono.
En declaraciones a los periodistas a bordo de su avión de campaña, la exsecretaria de Estado consideró que el debate sirvió para mostrar "algunas diferencias muy claras" entre ella y el aspirante republicano, por ejemplo en todo lo que se refiere a "temperamento, capacidad y cualificaciones".
"Creo que los espectadores tuvieron una verdadera oportunidad de empezar a comparar nuestras políticas", dijo también Clinton, quien se mostró contenta por haber podido explicar sus planes para lograr un crecimiento económico "justo" y para impulsar medidas que ayuden a las familias.
Mientras, a su juicio, Trump no ofreció "verdaderas respuestas", hizo acusaciones y afirmaciones "manifiestamente falsas" y expresó opiniones que "mucha gente encuentra ofensivas".
Entre otras cosas, Clinton criticó las propuestas fiscales de su adversario que harían "explotar el déficit y la deuda" y serían "un enorme regalo para los estadounidenses más ricos, incluidos él y su familia", dijo.
Preguntada por si teme un tono más agresivo en los próximos debates, dijo que cada cual puede hacer su campaña como desee.