En algunos sitios, como en Los Teques, a 30 km de Caracas, donde se congregaron unos 1.500 manifestantes de uno y otro bando, estaban separados por apenas una cuadra, divididos por una baranda metálica y por filas de policías.
"Algo tenemos que hacer, el voto y la protesta pacífica son las únicas armas que tenemos. El Gobierno controla casi todos los poderes y no ve qué más inventar para evitar el revocatorio", dijo Rosmina Castillo, de 52 años, en esa localidad del estado Miranda (norte), que gobierna el líder opositor Henrique Capriles.
En Caracas, los opositores y chavistas se concentraron en algunas plazas y parques. "Estamos aquí defendiendo la revolución de la arremetida de esta derecha apátrida. Firmes con Maduro", declaró Alexander Rangel, un trabajador de la empresa estatal petrolera, en la céntrica Plaza Venezuela.
A las 12 hora local se entonó el himno en la Plaza Brión, en el este, donde se concentraron opositores, y se escucharon algunas cacerolas. En la mayor parte del país no lograron llegar a las sedes del poder electoral.
"Exigimos que se cumpla la Constitución, tenemos derecho al referendo", declaró el vocero de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba.
La oposición exige al CNE, al que acusa de ser aliado del Gobierno, que acelere el referendo; en tanto que el oficialismo afirma que la oposición solo busca la violencia y dar un golpe de Estado.
La MUD considera el referendo como una "válvula de escape" al malestar de los venezolanos por una escasez del 80% de alimentos y medicinas y una inflación que el FMI proyecta en 720% para este año.
Pero Maduro, quien enfrenta una impopularidad de alrededor del 75% según encuestas privadas, achaca la crisis al desplome de los precios del petróleo y a una "guerra" económica de empresarios y políticos de derecha que buscan instalar un gobierno neoliberal fiel a Washington, tras casi 18 años de socialismo.
"18 años es mucho, ni un día más", estampó en su camiseta un hombre en la marcha de Los Teques.
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En algunos sitios, como en Los Teques, a 30 km de Caracas, donde se congregaron unos 1.500 manifestantes de uno y otro bando, estaban separados por apenas una cuadra, divididos por una baranda metálica y por filas de policías.
"Algo tenemos que hacer, el voto y la protesta pacífica son las únicas armas que tenemos. El Gobierno controla casi todos los poderes y no ve qué más inventar para evitar el revocatorio", dijo Rosmina Castillo, de 52 años, en esa localidad del estado Miranda (norte), que gobierna el líder opositor Henrique Capriles.
En Caracas, los opositores y chavistas se concentraron en algunas plazas y parques. "Estamos aquí defendiendo la revolución de la arremetida de esta derecha apátrida. Firmes con Maduro", declaró Alexander Rangel, un trabajador de la empresa estatal petrolera, en la céntrica Plaza Venezuela.
A las 12 hora local se entonó el himno en la Plaza Brión, en el este, donde se concentraron opositores, y se escucharon algunas cacerolas. En la mayor parte del país no lograron llegar a las sedes del poder electoral.
"Exigimos que se cumpla la Constitución, tenemos derecho al referendo", declaró el vocero de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba.
La oposición exige al CNE, al que acusa de ser aliado del Gobierno, que acelere el referendo; en tanto que el oficialismo afirma que la oposición solo busca la violencia y dar un golpe de Estado.
La MUD considera el referendo como una "válvula de escape" al malestar de los venezolanos por una escasez del 80% de alimentos y medicinas y una inflación que el FMI proyecta en 720% para este año.
Pero Maduro, quien enfrenta una impopularidad de alrededor del 75% según encuestas privadas, achaca la crisis al desplome de los precios del petróleo y a una "guerra" económica de empresarios y políticos de derecha que buscan instalar un gobierno neoliberal fiel a Washington, tras casi 18 años de socialismo.
"18 años es mucho, ni un día más", estampó en su camiseta un hombre en la marcha de Los Teques.