Eran las 7 de la mañana del día de ayer cuando la cuidad de Abra Pampa se mostraba todavía tímida ante la inminente llegada (otro año más del Rally Dakar). De a poco, mientras el reloj corría, la gente, fanática de los "fierros" y otros no tanto pero por curiosidad empezaron a poblar la zona de espectadores dispuesta por la organización de esta magnífica competencia.
El suelo arenoso de los alrededores del cerro El Huancar fue el escenario elegido para que los pilotos sean vistos por los espectadores.
El suelo arenoso de los alrededores del cerro El Huancar fue el escenario elegido para que los pilotos sean vistos por los espectadores.
Conforme pasaba la mañana el público llegó al lugar pero lejos de mostrar una gran euforia se los vio cautos.
Una cautela que sobre todo se manifestó en el comportamiento y en la organización. Algunos encendieron las brazas y compartieron un asados, otros llevaron mate o café para tomarlos con sandwiches de fiambre.
Llegaron desde distintos puntos de la provincia de Jujuy y del diferentes latitudes del país.
De vez en cuando, levantaban sus brazos, flameaban sus banderas al observar arriba en el cielo a los helicópteros de la organización.
Una cautela que sobre todo se manifestó en el comportamiento y en la organización. Algunos encendieron las brazas y compartieron un asados, otros llevaron mate o café para tomarlos con sandwiches de fiambre.
Llegaron desde distintos puntos de la provincia de Jujuy y del diferentes latitudes del país.
De vez en cuando, levantaban sus brazos, flameaban sus banderas al observar arriba en el cielo a los helicópteros de la organización.
La presencia de simpatizantes bolivianos no faltó. Varios de ellos, con la enseña tricolor de su país gritaron de emoción y alegría al observar el momento en el que Walter Nosiglia (ganador de la etapa 4) pasó por delante.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
Eran las 7 de la mañana del día de ayer cuando la cuidad de Abra Pampa se mostraba todavía tímida ante la inminente llegada (otro año más del Rally Dakar). De a poco, mientras el reloj corría, la gente, fanática de los "fierros" y otros no tanto pero por curiosidad empezaron a poblar la zona de espectadores dispuesta por la organización de esta magnífica competencia.
El suelo arenoso de los alrededores del cerro El Huancar fue el escenario elegido para que los pilotos sean vistos por los espectadores.
El suelo arenoso de los alrededores del cerro El Huancar fue el escenario elegido para que los pilotos sean vistos por los espectadores.
Conforme pasaba la mañana el público llegó al lugar pero lejos de mostrar una gran euforia se los vio cautos.
Una cautela que sobre todo se manifestó en el comportamiento y en la organización. Algunos encendieron las brazas y compartieron un asados, otros llevaron mate o café para tomarlos con sandwiches de fiambre.
Llegaron desde distintos puntos de la provincia de Jujuy y del diferentes latitudes del país.
De vez en cuando, levantaban sus brazos, flameaban sus banderas al observar arriba en el cielo a los helicópteros de la organización.
Una cautela que sobre todo se manifestó en el comportamiento y en la organización. Algunos encendieron las brazas y compartieron un asados, otros llevaron mate o café para tomarlos con sandwiches de fiambre.
Llegaron desde distintos puntos de la provincia de Jujuy y del diferentes latitudes del país.
De vez en cuando, levantaban sus brazos, flameaban sus banderas al observar arriba en el cielo a los helicópteros de la organización.
La presencia de simpatizantes bolivianos no faltó. Varios de ellos, con la enseña tricolor de su país gritaron de emoción y alegría al observar el momento en el que Walter Nosiglia (ganador de la etapa 4) pasó por delante.