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4 de Mayo,  Jujuy, Argentina
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Preocupación de vecinos

Está próximo el inicio de la temporada de lluvias pero no hay obras realizadas que sirvan para prevenir nuevos riesgos.

Lunes, 02 de octubre de 2017 18:56

La calle Progreso corre por el faldeo del cerro por el que se sube a la Garganta del Diablo. Desde la base del barrio San Francisco hasta la Usina, se proyecta en forma serpenteada respetando los huaycos y las peñas. Algunos recodos nos dejan ante las mejores vistas que acaso pueda haber del valle de Tilcara, alzándose sobre el pueblo. Con dos accesos vehiculares en su extremo sur, la bajada de la calle Jujuy se encuentra aún inutilizada para el tránsito por el lecho que cavó el agua de marzo.

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La calle Progreso corre por el faldeo del cerro por el que se sube a la Garganta del Diablo. Desde la base del barrio San Francisco hasta la Usina, se proyecta en forma serpenteada respetando los huaycos y las peñas. Algunos recodos nos dejan ante las mejores vistas que acaso pueda haber del valle de Tilcara, alzándose sobre el pueblo. Con dos accesos vehiculares en su extremo sur, la bajada de la calle Jujuy se encuentra aún inutilizada para el tránsito por el lecho que cavó el agua de marzo.

Pasados ya prácticamente los meses de seca, la cercanía de las lluvias nos lleva a pensar en sus vecinos y querer escuchar sus palabras. Tras una placita con juegos, entramos a un almacén y esperamos que nos llegue el turno: ¿qué desea?, nos pregunta la patrona y le decimos que venimos de El Tribuno de Jujuy para escucharlos hablar de lo que se hizo o no se hizo para prevenir un nuevo deslizamiento de tierra.

Las clientas se ríen con esa suerte de coquetería que algunos confunden con timidez, Miriam Pérez empieza a contarnos que "cuando hicieron la limpieza hacia la Garganta del Diablo, hace como un mes atrás, no hicieron paredes que sostengan esa tierra que tiraron. Hicieron toda una limpieza rápida, después nosotros seguimos como estábamos antes. Al otro lado de este hueco puede ver todo el escombro amontonado, porque la gente trató de sacar las paredes que se vinieron abajo y quedaron sobre el camino".

JULIO HERRERA

Nos habla del estado de la calle Jujuy, y agrega que "Dios y la Virgen no permitan, pero si vienen lluvias fuertes va a ser el desborde de toda esa tierra suelta. Si no hacen que el agua se vaya para el río Huasamayo, eso se puede venir. Acá el agua va a pasar, mientras no le cerremos el paso va a pasar. Después del alud esta calle estaba llena de tierra a mitad de la altura del portón, y todo esto fue trabajo nuestro, no ha venido nadie a limpiarlo. Nos ayudamos entre vecinos cinco días a plena carretilla".

Las clientas del almacén nos señalan la vivienda del presidente del Centro Vecinal, Julio Herrera. "El primer tema, después del alud, fue la habilitación del camino", nos dice, "porque había muchos problemas. Pero la gente del barrio agarró su pala, su pico y empezó a hacer algunas huellas para continuar la rutina de todos los días. Lo que se terminó de hacer es la conexión de la red de cloacas, que todavía no está habilitada. En alguna parte todavía queda mucho sedimento y faltan los desagües para canalizar el agua que viene de arriba y estamos cerca de las lluvias".

Herrera agrega que "hace poquito se habilitó el camino a la Garganta, pero todo sigue en el mismo lugar. Hubo promesas de todos lados, tanto municipales como provinciales, y hasta se dijo que no se podía estar en la Falda, que había que salir del lugar, y sin embargo con los vecinos decidimos quedarnos porque sabemos que ni al pueblo lo han podido solucionar. Abajo hay más problemas, acá es cuando llueve".

PABLO MENDOZA

Nos cuenta que "la mayor parte de la gente de la Falda son de los valles, muchos vienen de las montañas y son gente de trabajo. Ante los problemas agarran la pala, el pico, la carretilla. Durante los días del aluvión había quienes no querían nada de ayuda porque decían que lo hicimos al barrio a pulmón, y así vamos a continuarlo. Hoy lo más urgente son los aluviones en las playas de las quebraditas, y hacer el desage arriba desde el cerro de la antena, desviando el agua hacia el río Huasamayo".

Explica que "el problema del año anterior es que muchos desages estaban cerrados, y por eso es que se vino todo el agua sobre el camino. Ya estamos sobre las lluvias y si hay que hacerlo, hay que hacerlo urgente, y si no los vecinos nuevamente agarraremos las herramientas para hacer desvíos precarios. Este es un barrio que sigue creciendo. Nosotros los problemas los tratamos de solucionar trabajando, pero después llega el momento en que vienen a buscar el voto y primero queremos hechos reales".

Algo más allá, en otra de las curvas, conversamos con el concejal Pablo Mendoza, también vecino del barrio, quien manifestó que "acá no se trabajó en ningún sentido, no se nivelaron las calles, ni se trabajó sobre ninguna quebrada. Ha quedado tal como fue tras la última lluvia, así que estamos preocupados porque si se viene otra lluvia va a perjudicar a las casas de los vecinos. No han trabajado ni el Gobierno provincial ni el gobierno local, y si se abrió un poco fue por el trabajo de los vecinos".