Desde el lunes se pusieron en marcha diversas obras en la zona del Puente Tucumán, por lo que se fijó un único sentido de circulación por el mismo y cambios de dirección en otras arterias circundantes, situación que generó numerosos inconvenientes en el tránsito por ese sector. Si bien no hubo que lamentar daños ni accidentes viales, la molestia fue generalizada entre los conductores, ya que los cambios generaron un gran embotellamiento de vehículos, especialmente en las horas pico.
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Desde el lunes se pusieron en marcha diversas obras en la zona del Puente Tucumán, por lo que se fijó un único sentido de circulación por el mismo y cambios de dirección en otras arterias circundantes, situación que generó numerosos inconvenientes en el tránsito por ese sector. Si bien no hubo que lamentar daños ni accidentes viales, la molestia fue generalizada entre los conductores, ya que los cambios generaron un gran embotellamiento de vehículos, especialmente en las horas pico.
Tal como se había anunciado, desde el lunes se pusieron en marcha las obras en esa zona y también en calle Argañaraz, por donde desde hace meses venían circulando unidades del transporte público de pasajeros. Los trabajos trajeron una serie de cambios en la disposición del tránsito en la zona de acceso al microcentro. Esto generó numerosas complicaciones en inmediaciones al puente Tucumán, en especial en avenida Martiarena y calle Belgrano hasta Argañaraz, circuito por donde ahora circulan casi todos los colectivos, en especial en horas pico.
A raíz de las obras, el Municipio capitalino había fijado una única mano para la circulación en ese puente, en sentido sur - norte, ya que la intención es que sólo esté habilitado para el acceso al microcentro, por lo que para salir hacia la zona sur los conductores deben hacerlo por calle Bustamante, cruzar el puente Bicentenario, continuar por Uriondo y seguir por Juana Manuela Gorriti o por Alem, cambio que ya se aplicaba desde semanas atrás. De igual modo los vehículos pueden hacerlo por el badén del río Chico ubicado en inmediaciones al cementerio El Salvador, arteria en la que se habilitó doble mano.
Si bien los cambios fueron señalizados y se ubicaron inspectores de tránsito en las zonas más críticas, los conductores demoran en adaptarse a las nuevas disposiciones. Al ser reciente la puesta en marcha de este plan de circulación, se presume lógica la confusión, pero desde la comuna se espera que las obras posteriores generen un impacto positivo. Igualmente remarcaron que estas modificaciones son provisorias y que a medida que pase el tiempo se evaluará su aplicación definitiva o no.
El principal motivo del conflicto en el tránsito es el cambio en el recorrido de las líneas de colectivos. Debido a la repavimentación de la Argañaraz, los ómnibus circulan por Martiarena hasta el monumento a Gorriti y de allí suben por Belgrano, generándose un "cuello de botella" con los vehículos que entran a la ciudad por los puentes sobre el Xibi Xibi.