La construcción de una nueva cárcel traería aparejada una inmediata solución en la provincia, de manera particular y en todo el Distrito salto-jujeño en general por la guarda y custodia de internos penados y procesados dependientes de la Justicia Federal.
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La construcción de una nueva cárcel traería aparejada una inmediata solución en la provincia, de manera particular y en todo el Distrito salto-jujeño en general por la guarda y custodia de internos penados y procesados dependientes de la Justicia Federal.
Desde el año 2014 se habla y se realizan trámites tendientes a la construcción de un establecimiento penitenciario modelo en Yuto, que podría ayudar con el desarrollo económico de la zona.
En aquel momento el entonces senador Gerardo Morales realizó presentaciones sobre el tema en el Senado de la Nación y le requirió al ministro Julio Alak se cumpla con el compromiso de construir en nuestra provincia una cárcel federal.
En agosto de 2016 el gobernador Morales acompañado del ministro de Justicia y Derechos Humanos Germán Garavano colocaron la piedra basal en el lugar donde será emplazada la cárcel federal de Yuto.
El establecimiento tendrá capacidad para más de 400 internos y su construcción generará más de 700 puestos de trabajo, con una inversión de 28 millones de pesos.
El ministro Garavano anticipó en aquel momento que el Ministerio de Justicia realizará los relevamientos del terreno para preparar los pliegos correspondientes a la licitación.
Está previsto que la obra se extienda por dos o tres años, en virtud de tener que prepararse el proyecto para la licitación mediante la decisión política del Estado nacional a cargo del presupuesto.
En otro orden de cosas Garavano expresó que "Estamos saldando una vieja deuda con Jujuy y construiremos juntos esta unidad, ya que debemos atender la situación carcelaria que hay en la zona del norte del país".
Lamentablemente aún hoy no hay oferentes para la construcción de esta cárcel y lejana está la propuesta de 700 puestos de trabajo.
La ubicación elegida, es "estratégica", atento a la distancia de los juzgados de Orán y Tartagal en Salta y los dos de San Salvador de Jujuy.
¿Puerta giratoria?
Hoy frente a la realidad que les toca vivir a los jueces jujeños que tiene a su cargo disponer la prisión de los imputados, los mismos se ven en una encrucijada por la tremenda "crisis" que sufre el Sistema Penitenciario Federal y los extraños manejos que surgen del Ministerio Público de la Defensa, que presionan con distintas presentaciones, que estaría a punto de poner a los magistrados en una situación de riesgo.
"Habilitar la puerta giratoria" sería de alguna manera permitir que los "agujeros" de este gran colador que es hoy la frontera, y que está siendo controlada con un importante esfuerzo por parte de los miembros de las fuerzas de seguridad, adquieran dimensiones impensadas.
Los narcos podrían habilitar estos pasos sabiendo que si son detenidos a los pocos días podrían ser puestos en libertad.
A esto se le suma la pregunta ¿Qué pasará si después comete otro tipo de delito, como robo a mano armada, violación o asesinato?
La lupa estará centrada en el juez que lo liberó sin tener en cuenta que "se desbaratan" todos los intentos que se realizan desde distintos sectores para brindarle a esta situación "algunas soluciones" aunque más no sea temporalmente, a lo argentino "atado con alambre"
El 90 por ciento de los detenidos son extranjeros, razón por la cual no tienen arraigo y la única "solución" es la extradición, ya que es imposible otorgarles "prisión domiciliaria" o colocarles la "pulsera electrónica".