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Desde la gélida Puna a la Escuela de Minas

Son 5 alumnos de Loma Blanca que ingresaron a la sede de La Quiaca.

Miércoles, 29 de noviembre de 2017 00:00

Por primera vez alumnos de la Escuela N° 366 de Loma Blanca del departamento de Rinconada rindieron e ingresaron a la Escuela de Minas con sede en La Quiaca. Fueron 5 de los 7 niños puneños que se presentaron los que ingresaron y quedaron entre los 36 seleccionados para proseguir sus estudios de nivel secundario.

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Por primera vez alumnos de la Escuela N° 366 de Loma Blanca del departamento de Rinconada rindieron e ingresaron a la Escuela de Minas con sede en La Quiaca. Fueron 5 de los 7 niños puneños que se presentaron los que ingresaron y quedaron entre los 36 seleccionados para proseguir sus estudios de nivel secundario.

Así lo indicó el maestro de séptimo grado de esa escuela, Andrés Méndez quien destacó orgulloso que "estos pequeños estuvieron dentro de los 18 puestos de vanguardia de los 36 alumnos que van a ingresar a la Escuela de Minas".

Los niños son de la localidad de Loma Blanca, del departamento de Rinconada, ubicada a 130 kilómetros de la "Siberia Argentina", Abra Pampa; y a 350 kilómetros de la "Tacita de Plata".

Ellos son: Belén Asencio, Celeste Trejo, Mabel Trejo, Orlando Cruz, Iván Martínez, Eyen Quispe y Federico Vilca, quienes ya habían participado este año de las XXVI Olimpíada Matemática Ñandú, y llegaron hasta la instancia provincial. "El sueño de estos changuitos era llegar al certamen nacional, querían conocer el mar por sus propios méritos y bien merecido lo tenían", recordó.

Los niños se habían preparado para ello y ya habían demostrado sus condiciones previamente. Fueron a las distintas instancias del curso de nivelación que se realizó en La Quiaca, por lo que agradecieron a la Comisión Municipal de Mina Pirquitas y al licenciado Rufino Llampa.

"Este sacrificio seguramente enriquecerá los altos intereses de un dinámico grupo de niños que desean superarse día a día, y llegar a conocer no sólo lo pedagógico sino también la intimidad de su paisaje humano", afirmó el maestro.

Destacó que la sede de La Quiaca de la Escuela de Minas es un espacio de suma importancia para las escuelas rurales porque les permitirá crecer, intercambiar conocimientos y fortalecer el espíritu de compañerismo. "Porque en la simplicidad de sus vidas, niños y adultos sólo saben del rudo trabajar del pastor de cabras, ovejas y del solitario y permanente acompañamiento de "Coquena', el cuidador de las vicuñas", dijo.