Vendedores ambulantes de ropa marcharon recientemente para solicitar a la comuna un trato igualitario con respecto a la situación de otros comerciantes de la zona de la exterminal de ómnibus y del casco céntrico.
Sostuvieron que solo se pretenden reubicar al grupo que vende indumentaria, mientras aún se mantienen en la zona a quienes venden comida y algunos además continúan asentándose en calles del casco céntrico capitalino.
Un sector de los vendedores de ropa, encabezado por Francisca Vargas y Francisca Alancay, aseguró que actualmente el municipio pretende que desocupen las calles en las que trabajan, principalmente la Santiago del Estero y la Iguazú, cuando "consintieron" esta situación desde hace 30 años.
Además indicaron que el grupo de vendedores, alrededor de 70, según aseguran, se siente discriminado porque la Municipalidad solo pretende reubicar a estos vendedores cuando muchos otros continúan ocupando el espacio público de la ciudad.
"No nos hacemos las víctimas, si va a haber cambios y reordenamiento y exigencias para cumplir la ordenanza que sea para todos por igual", dijo Vargas y agregó, "alguien que se dé una vuelta por el centro y va a ver vendedores de ropa en muchas esquinas y nadie les dice nada".
Con respecto a las acusaciones de los funcionarios municipales, que indicaron que la venta de ropa es ilegal por ingresar por contrabando, las vendedoras aseguraron que si este tipo de expendio es considerado ilegal, también lo es en las ferias habilitadas por la comuna en otros lugares, como por ejemplo, Alto Comedero.
"El lugar de venta no transforma lo ilegal en legal, también se vende en Palpalá y Perico, en general en cada localidad hay ferias de ropa usada, y si vende es porque hay gente que compra por que no le alcanza para comprar ropa nueva, si lo hacen es por necesidad", expresó por su parte Alancay.
Las vendedoras además recordaron que el municipio presentó el proyecto "Pachamama" al concluir las elecciones, y en esos momentos solicitaron financiamiento para su desarrollo a través de un relevamiento realizado con las carpetas y papeles de cada vendedor que hoy desean reubicar.
"Se quiere cortar el hilo por lo más fino" puntualizó Vargas y agregó que al contrabando no se lo combate "atacando" a los vendedores, sino incrementando los controles en los pasos fronterizos del país.
Al concluir sus declaraciones, las referentes indicaron que están dispuestos a reconvertirse y a tener el tributo social, y bregaron por continuar el diálogo con interlocutores.
Además aseguraron que las denuncias realizadas por los municipales serían falsas, porque el video que muestra la agresión a un funcionario en la exterminal muestra que quien ejerce la violencia no es parte de su grupo.
Lo cierto es que el plan de reordenamiento del espacio público es una necesidad en la ciudad capital y una exigencia de vecinos y comerciantes bien instalados.
Sostuvieron que solo se pretenden reubicar al grupo que vende indumentaria, mientras aún se mantienen en la zona a quienes venden comida y algunos además continúan asentándose en calles del casco céntrico capitalino.
Un sector de los vendedores de ropa, encabezado por Francisca Vargas y Francisca Alancay, aseguró que actualmente el municipio pretende que desocupen las calles en las que trabajan, principalmente la Santiago del Estero y la Iguazú, cuando "consintieron" esta situación desde hace 30 años.
Además indicaron que el grupo de vendedores, alrededor de 70, según aseguran, se siente discriminado porque la Municipalidad solo pretende reubicar a estos vendedores cuando muchos otros continúan ocupando el espacio público de la ciudad.
"No nos hacemos las víctimas, si va a haber cambios y reordenamiento y exigencias para cumplir la ordenanza que sea para todos por igual", dijo Vargas y agregó, "alguien que se dé una vuelta por el centro y va a ver vendedores de ropa en muchas esquinas y nadie les dice nada".
Con respecto a las acusaciones de los funcionarios municipales, que indicaron que la venta de ropa es ilegal por ingresar por contrabando, las vendedoras aseguraron que si este tipo de expendio es considerado ilegal, también lo es en las ferias habilitadas por la comuna en otros lugares, como por ejemplo, Alto Comedero.
"El lugar de venta no transforma lo ilegal en legal, también se vende en Palpalá y Perico, en general en cada localidad hay ferias de ropa usada, y si vende es porque hay gente que compra por que no le alcanza para comprar ropa nueva, si lo hacen es por necesidad", expresó por su parte Alancay.
Las vendedoras además recordaron que el municipio presentó el proyecto "Pachamama" al concluir las elecciones, y en esos momentos solicitaron financiamiento para su desarrollo a través de un relevamiento realizado con las carpetas y papeles de cada vendedor que hoy desean reubicar.
"Se quiere cortar el hilo por lo más fino" puntualizó Vargas y agregó que al contrabando no se lo combate "atacando" a los vendedores, sino incrementando los controles en los pasos fronterizos del país.
Al concluir sus declaraciones, las referentes indicaron que están dispuestos a reconvertirse y a tener el tributo social, y bregaron por continuar el diálogo con interlocutores.
Además aseguraron que las denuncias realizadas por los municipales serían falsas, porque el video que muestra la agresión a un funcionario en la exterminal muestra que quien ejerce la violencia no es parte de su grupo.
Lo cierto es que el plan de reordenamiento del espacio público es una necesidad en la ciudad capital y una exigencia de vecinos y comerciantes bien instalados.
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Vendedores ambulantes de ropa marcharon recientemente para solicitar a la comuna un trato igualitario con respecto a la situación de otros comerciantes de la zona de la exterminal de ómnibus y del casco céntrico.
Sostuvieron que solo se pretenden reubicar al grupo que vende indumentaria, mientras aún se mantienen en la zona a quienes venden comida y algunos además continúan asentándose en calles del casco céntrico capitalino.
Un sector de los vendedores de ropa, encabezado por Francisca Vargas y Francisca Alancay, aseguró que actualmente el municipio pretende que desocupen las calles en las que trabajan, principalmente la Santiago del Estero y la Iguazú, cuando "consintieron" esta situación desde hace 30 años.
Además indicaron que el grupo de vendedores, alrededor de 70, según aseguran, se siente discriminado porque la Municipalidad solo pretende reubicar a estos vendedores cuando muchos otros continúan ocupando el espacio público de la ciudad.
"No nos hacemos las víctimas, si va a haber cambios y reordenamiento y exigencias para cumplir la ordenanza que sea para todos por igual", dijo Vargas y agregó, "alguien que se dé una vuelta por el centro y va a ver vendedores de ropa en muchas esquinas y nadie les dice nada".
Con respecto a las acusaciones de los funcionarios municipales, que indicaron que la venta de ropa es ilegal por ingresar por contrabando, las vendedoras aseguraron que si este tipo de expendio es considerado ilegal, también lo es en las ferias habilitadas por la comuna en otros lugares, como por ejemplo, Alto Comedero.
"El lugar de venta no transforma lo ilegal en legal, también se vende en Palpalá y Perico, en general en cada localidad hay ferias de ropa usada, y si vende es porque hay gente que compra por que no le alcanza para comprar ropa nueva, si lo hacen es por necesidad", expresó por su parte Alancay.
Las vendedoras además recordaron que el municipio presentó el proyecto "Pachamama" al concluir las elecciones, y en esos momentos solicitaron financiamiento para su desarrollo a través de un relevamiento realizado con las carpetas y papeles de cada vendedor que hoy desean reubicar.
"Se quiere cortar el hilo por lo más fino" puntualizó Vargas y agregó que al contrabando no se lo combate "atacando" a los vendedores, sino incrementando los controles en los pasos fronterizos del país.
Al concluir sus declaraciones, las referentes indicaron que están dispuestos a reconvertirse y a tener el tributo social, y bregaron por continuar el diálogo con interlocutores.
Además aseguraron que las denuncias realizadas por los municipales serían falsas, porque el video que muestra la agresión a un funcionario en la exterminal muestra que quien ejerce la violencia no es parte de su grupo.
Lo cierto es que el plan de reordenamiento del espacio público es una necesidad en la ciudad capital y una exigencia de vecinos y comerciantes bien instalados.
Sostuvieron que solo se pretenden reubicar al grupo que vende indumentaria, mientras aún se mantienen en la zona a quienes venden comida y algunos además continúan asentándose en calles del casco céntrico capitalino.
Un sector de los vendedores de ropa, encabezado por Francisca Vargas y Francisca Alancay, aseguró que actualmente el municipio pretende que desocupen las calles en las que trabajan, principalmente la Santiago del Estero y la Iguazú, cuando "consintieron" esta situación desde hace 30 años.
Además indicaron que el grupo de vendedores, alrededor de 70, según aseguran, se siente discriminado porque la Municipalidad solo pretende reubicar a estos vendedores cuando muchos otros continúan ocupando el espacio público de la ciudad.
"No nos hacemos las víctimas, si va a haber cambios y reordenamiento y exigencias para cumplir la ordenanza que sea para todos por igual", dijo Vargas y agregó, "alguien que se dé una vuelta por el centro y va a ver vendedores de ropa en muchas esquinas y nadie les dice nada".
Con respecto a las acusaciones de los funcionarios municipales, que indicaron que la venta de ropa es ilegal por ingresar por contrabando, las vendedoras aseguraron que si este tipo de expendio es considerado ilegal, también lo es en las ferias habilitadas por la comuna en otros lugares, como por ejemplo, Alto Comedero.
"El lugar de venta no transforma lo ilegal en legal, también se vende en Palpalá y Perico, en general en cada localidad hay ferias de ropa usada, y si vende es porque hay gente que compra por que no le alcanza para comprar ropa nueva, si lo hacen es por necesidad", expresó por su parte Alancay.
Las vendedoras además recordaron que el municipio presentó el proyecto "Pachamama" al concluir las elecciones, y en esos momentos solicitaron financiamiento para su desarrollo a través de un relevamiento realizado con las carpetas y papeles de cada vendedor que hoy desean reubicar.
"Se quiere cortar el hilo por lo más fino" puntualizó Vargas y agregó que al contrabando no se lo combate "atacando" a los vendedores, sino incrementando los controles en los pasos fronterizos del país.
Al concluir sus declaraciones, las referentes indicaron que están dispuestos a reconvertirse y a tener el tributo social, y bregaron por continuar el diálogo con interlocutores.
Además aseguraron que las denuncias realizadas por los municipales serían falsas, porque el video que muestra la agresión a un funcionario en la exterminal muestra que quien ejerce la violencia no es parte de su grupo.
Lo cierto es que el plan de reordenamiento del espacio público es una necesidad en la ciudad capital y una exigencia de vecinos y comerciantes bien instalados.