La capital tucumana amaneció ayer conmovida por la actuación del equipo que conduce Pablo Lavallén y por el festejo de los hinchas que se quedaron en la provincia -más de mil viajaron a Ecuador para alentar al equipo- celebraron el éxito hasta la madrugada.
Un problema con la documentación del chárter que trasladó a la delegación desde Tucumán hasta Guayaquil, donde permaneció desde el domingo, impidió que el vuelo privado saliera con rumbo a su destino final, Quito, lo que retrasó en casi tres horas el traslado del plantel, que llegó al estadio Atahualpa 45 minutos después del horario previsto para el comienzo del partido.
Por un momento se especuló con la posibilidad de que la Conmebol suspendiera el partido y le otorgara la clasificación al local sin jugar, pero eso finalmente no sucedió y el encuentro arrancó una hora y media después del horario oficial.
Los jugadores y el cuerpo técnico se trasladaron en un vuelo de línea pero no pudieron llevar los elementos de utilería. Finalmente jugaron con la ropa oficial del seleccionado argentino que fue cedida por el plantel del combinado argentino Sub 20 que se encuentra en Quito jugando el Sudamericano de la categoría.
Además de la camiseta, pantalones y media, los jugadores utilizaron botines prestados, lo que generó inconvenientes y un ejemplo de lo sucedido lo contó Bruno Bianchi, quien hoy afirmó que utilizó calzado de un número menor al suyo y resaltó que "ahora no puedo ni pisar del dolor".
El defensor, una de las figuras del encuentro también contó el peligro que afrontó el plantel durante el traslado del aeropuerto de Quito al estadio Atahualpa, ya que "el micro iba a gran velocidad y afortunadamente no sucedió una tragedia". "Nos pusimos los cinturones y dijimos ''que sea lo que Dios quiera''", recordó Bianchi, quien indicó que "llegamos al estadio con lo justo para disputar el partido, fue una locura".
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La capital tucumana amaneció ayer conmovida por la actuación del equipo que conduce Pablo Lavallén y por el festejo de los hinchas que se quedaron en la provincia -más de mil viajaron a Ecuador para alentar al equipo- celebraron el éxito hasta la madrugada.
Un problema con la documentación del chárter que trasladó a la delegación desde Tucumán hasta Guayaquil, donde permaneció desde el domingo, impidió que el vuelo privado saliera con rumbo a su destino final, Quito, lo que retrasó en casi tres horas el traslado del plantel, que llegó al estadio Atahualpa 45 minutos después del horario previsto para el comienzo del partido.
Por un momento se especuló con la posibilidad de que la Conmebol suspendiera el partido y le otorgara la clasificación al local sin jugar, pero eso finalmente no sucedió y el encuentro arrancó una hora y media después del horario oficial.
Los jugadores y el cuerpo técnico se trasladaron en un vuelo de línea pero no pudieron llevar los elementos de utilería. Finalmente jugaron con la ropa oficial del seleccionado argentino que fue cedida por el plantel del combinado argentino Sub 20 que se encuentra en Quito jugando el Sudamericano de la categoría.
Además de la camiseta, pantalones y media, los jugadores utilizaron botines prestados, lo que generó inconvenientes y un ejemplo de lo sucedido lo contó Bruno Bianchi, quien hoy afirmó que utilizó calzado de un número menor al suyo y resaltó que "ahora no puedo ni pisar del dolor".
El defensor, una de las figuras del encuentro también contó el peligro que afrontó el plantel durante el traslado del aeropuerto de Quito al estadio Atahualpa, ya que "el micro iba a gran velocidad y afortunadamente no sucedió una tragedia". "Nos pusimos los cinturones y dijimos ''que sea lo que Dios quiera''", recordó Bianchi, quien indicó que "llegamos al estadio con lo justo para disputar el partido, fue una locura".