Unos 28 mil civiles huyeron de la parte oeste de Mosul en los primeros diez días de la operación lanzada por las fuerzas iraquíes para expulsar a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) que ayer ofrecían una feroz resistencia.
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Unos 28 mil civiles huyeron de la parte oeste de Mosul en los primeros diez días de la operación lanzada por las fuerzas iraquíes para expulsar a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) que ayer ofrecían una feroz resistencia.
“Tenemos mucha hambre, no hemos comido prácticamente nada en cuatro días” explicó Widaa, una joven de 20 años que consiguió huir de la ciudad asediada.
Una conquista total de Mosul, último gran feudo de EI en Irak, asestaría un duro golpe a esta organización yihadista responsable de atrocidades en los territorios conquistados de Irak y la vecina Siria, así como atentados en varios continentes.
Las fuerzas iraquíes anunciaron el 24 de enero la conquista de la parte este de esta ciudad dividida en dos por el río Tigris.
La nueva etapa en la batalla de Mosul comprende la toma de la parte oeste, pero a medida que las fuerzas iraquíes avanzan los combates provocan un éxodo cada vez mayor de los civiles.
Los servicios del Estado “recibieron a 26 mil personas desplazadas de Mosul (oeste) en los últimos diez días”, declaró ayer el ministro a cargo de los desplazados y la migración, Jasem Mohamed al Jaff.
Estos desplazados sólo representan no obstante una pequeña parte de los casi 750 mil habitantes presentes en la parte oeste de la segunda ciudad de Irak, según las organizaciones humanitarias.
Las balas de los francotiradores representan un peligro significativo en Mosul, afirmó Kathy Bequary, directora del NYC Medics, un grupo que ofrece atención médica.