Una veintena de integrantes de una organización que operaba en la villa 1-11-14 del Bajo Flores porteño y que estaría liderada por el narcotraficante peruano Marco Estrada González y su esposa quedó al borde del juicio oral y público.
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Una veintena de integrantes de una organización que operaba en la villa 1-11-14 del Bajo Flores porteño y que estaría liderada por el narcotraficante peruano Marco Estrada González y su esposa quedó al borde del juicio oral y público.
Es que la sala II de la Cámara en lo Criminal y Correccional Federal, integrada por Martín Irurzun y Eduardo Farah, confirmó el procesamiento con prisión preventiva dictado meses atrás por el juez Sergio Torres.
La decisión se enmarca en el contexto de una mega investigación iniciada hace varias años en el juzgado de Torres, que ha tenido diferentes tramos, muchos de los cuales ya fueron juzgados en debate oral y se arribó a condenas de prisión.
La verificación, por parte de los investigadores, de que la actividad del grupo fue mantenida en el tiempo, llevó a continuar con las averiguaciones con tareas encubiertas e intervenciones telefónicas- que derivaron en más de sesenta allanamientos.
Según surge de la resolución difundida por el Centro de Información Judicial (CIJ), en los operativos se secuestraron unos 15 kilos de cocaína diseminados en alrededor de 13.000 envoltorios. También se hallaron en su poder alrededor de 600.000 gramos de marihuana, compuesta por más de 911 envoltorios de nylon y 260 ladrillos; sustancias que suelen utilizarse para "cortar" los estupefacientes y múltiples artículos empleados para el acondicionamiento y fraccionamiento de la droga como balanzas, cuchillos, tijeras, cintas de embalar, etc.
Otros elementos secuestrados fueron 850.000 pesos, numerosas armas de fuego de diferentes calibres, cargadores y municiones -24 pistolas, 6 revólveres, 3 escopetas, 3 pistolas ametralladoras, entre otras-, y una importante cantidad de celulares.
Además, había otros integrantes con alta jerarquía que trasmitían esas órdenes y otros individuos con la función de brindar seguridad para garantizar -mediante el uso de armas de fuego- que pueda ejecutarse diariamente la operatoria, amenazando o atemorizando a eventuales testigos.