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"Caranchón", una novela con voz interior

Primera obra del genero de la editorial "Peces de ciudad" de Santiago Jorge.

Martes, 07 de marzo de 2017 00:00

La literatura es ficción. Sin embargo nadie puede escribir sobre un tema o un hecho si antes no ha pasado por la propia percepción, que se traduce en contenidos de la conciencia.

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La literatura es ficción. Sin embargo nadie puede escribir sobre un tema o un hecho si antes no ha pasado por la propia percepción, que se traduce en contenidos de la conciencia.

 

"Caranchón" es un relato interior que abre nuevas puertas a Santiago Jorge, quien intenta construir su identidad como escritor.

El hombre común, el que habla o escribe, se expresa a través de los contenidos que se acumulan a lo largo de la vida y de la calidad de la experiencia interna y externa.

 

Según la época que al hombre le ha tocado vivir, adopta la manera de expresarse, que puede ser entonces, entre otras, testimonial o descriptiva del suceso y que lo compromete con el afán de hacer literatura o cualquier otra expresión estética.

Alguna vez le escuché decir al escritor Héctor Tizón que las pasiones humanas eran las mismas en cualquier parte del mundo, por lo que nadie puede escapar de ellas y las formas de vivirlas en un teatro vital que se resuelve en un lugar y con el espíritu de la época. Los problemas de unos han sido problemas también de otros y por similitud o contraste, somos capaces de comprender lo que le pasa al otro, por ejemplo al que escribe y aspira a ser calificado de escritor.

Con la lectura de la novela "Caranchón", la primera que publica la editorial "Peces de Ciudad" del novel Santiago Jorge me paso eso: observar alternativamente el tránsito de la realidad a la ficción.

Trata sobre la primera experiencia laboral del protagonista que pone en peligro lo que supone es el "ocio creador", pero mucho más su existencia vital en un ámbito como el servicio de justicia, siempre cargado de simbolismo, jerarquías y conflictos entre los hechos y la imagen.

Edelmiro Oliveira, tal el nombre del nuevo empleado quien debe recrear un mundo paralelo al que le toca vivir en la realidad laboral, superable porque estudió y se califico para ejercitarlo, pero al mismo tiempo un obstáculo para el desarrollo de sus convicciones en un momento de la vida.

En las primeras páginas de la obra dice "Suspiré y pedí mi último deseo antes de entrar de lleno en la guillotina: no ser nunca uno de ellos", sin embargo "había entrado en la boca del lobo", donde estrena su título de abogado.

Oliveira sabe en esos instantes que no es su camino el dictado por familiares, amigos y opinadores, pero administra hasta donde puede el conflicto laboral consigo mismo, con sus superiores; reconoce las reglas de juego pero, a pesar de todo, sus convicciones están en otra parte, como los actos creativos.

No cuestiona la Justicia ni siquiera en tramos más agobiantes. Refiere al servicio de justicia, razón de su ahogo porque "vivía inmerso en un proceso kafkiano" y quien ha leído a Kafka filiará la circunstancia.

El amor juvenil, la imagen social, el tener lo propio y los símbolos comunitarios, la bella mujer, el automóvil, traspasan la vida del protagonista que perforan la existencia hasta caer en el "sin sentido" y tocar fondo coexistiendo una larga temporada con el "síndrome del fracaso".

No falta la angustia que producen las sustancias prohibidas, la desvalorización personal, el olvido del centro de gravedad, la existencia comprometida, hasta la decisión de abandonar aquella vida cotidiana que no había elegido. El que escribe sabe que tiene que sacarse de encima las cargas para transitar el amplio camino de la literatura, donde también emerge el heroísmo cotidiano, la exposición personal y social.

"Caranchón" es un relato interior que abre nuevas puertas a Santiago Jorge, quien intenta construir su identidad como escritor y que, por lo que sabemos, hace cuatro años que tiene otra novela en proceso de elaboración, al igual que aborda una obra de teatro.

El tiempo y el trabajo dirá si las brevas maduran. (por Ricardo Martínez, especial para El Tribuno de Jujuy).

 

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