La Asociación de Bioquímicos de San Luis dejó de realizar a partir de ayer prestaciones de alto costo, redujo a los servicios mínimos la atención a los afiliados al Pami en la provincia y solicitó al organismo nacional que actualice los aranceles de los análisis clínicos.
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La Asociación de Bioquímicos de San Luis dejó de realizar a partir de ayer prestaciones de alto costo, redujo a los servicios mínimos la atención a los afiliados al Pami en la provincia y solicitó al organismo nacional que actualice los aranceles de los análisis clínicos.
Los profesionales aseguraron que el organismo nacional tiene una deuda de tres meses con la asociación local y que las prácticas de tercer nivel fueron restringidas, debido a sus costos, luego que la obra social de jubilados y pensionados decidiera rescindir los contratos por prestación y estableciera su pago mediante el sistema de cápita.
Si bien los profesionales desconocen el valor que pagará la obra social per cápita, continúan brindando los servicios de rutina para no dejar a los jubilados sin atención, pero este servicio no incluye el tratamiento para diabéticos o personas que sufren de artritis, enfermedades comunes de la tercera edad.
Los bioquímicos se reunieron ayer con autoridades locales del Pami y al término del encuentro el titular del Colegio de Bioquímicos de San Luis, Hugo Palmero, manifestó que "la resolución de esto no puede ser más allá del próximo lunes" pero aclaró que la situación hasta el momento continúa siendo incierta.
"Nosotros seguimos atendiendo, pero sólo con las prestaciones básicas. Las prácticas caras, de tercer nivel, ningún bioquímico las quiere hacer, porque con la deuda de tres meses que hay, tienen que sacar plata de su bolsillo", expresó.