En materia de prevención de este tipo de juego peligroso, así como de otras prácticas como el grooming (del adulto a niños o adolescentes), cyber acoso, sexting (con mensajes eróticos), cyberbullying (acoso psicológico), el psicólogo Flavio Garlati Bertoldi sostuvo que la clave es la red de contención que debe tener el joven, sean padres, hermanos, abuelos o docentes.
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En materia de prevención de este tipo de juego peligroso, así como de otras prácticas como el grooming (del adulto a niños o adolescentes), cyber acoso, sexting (con mensajes eróticos), cyberbullying (acoso psicológico), el psicólogo Flavio Garlati Bertoldi sostuvo que la clave es la red de contención que debe tener el joven, sean padres, hermanos, abuelos o docentes.
A modo de prevención, recomendó primero observar si el adolescente está realizando los desafíos del juego de dibujar una ballena azul, ver películas las 24 horas seguidas, autolesiones y estar atentos a cambios de humor o conductuales bruscos. También recomendó realizar la denuncia a la División de Delitos Telemáticos sin borrar las pruebas para que las autoridades puedan dar con el autor intelectual.
Por otro lado, si se sospecha con o sin denuncia, recomendó consultar a un profesional psicólogo matriculado que pueda despejarle las dudas y guiar cómo seguir actuando adecuadamente. Pueden realizar la consulta los padres, tutores solos o acompañando a su hijo. La urgencia para una intervención va a depender de la gravedad respecto a lo que dice y hace su hijo en relación a lo mencionado.
Consideró que muchas veces se otorga todo el peso a los padres, pero entiende que los jóvenes deberían tener un círculo de apoyo de adultos que lo sostengan, de los hermanos, abuelos o docentes. Entonces la idea es que los padres puedan escuchar, ver si ese hijo decidió jugar ese juego, qué le está pasando para hacerlo, por qué y si como padres tuvieron alguna decisión equivocada.
Instó también a recordar que la adolescencia es un período de cambio, inestabilidad, búsqueda de la propia identidad por lo cual resulta confuso para ellos y en esto los padres o tutores pueden brindar contención, entendimiento y aceptación si los detectan.
Explicó que suelen pasar dos extremos, exigencias a los adolescentes para que los chicos estudien, no se equivoquen, sean perfectos porque el día de mañana no habrá margen para equivocarse, y crítica constante. Luego está el vacío afectivo donde nunca se sabe qué hace el chico, a dónde va. Son extremos, tiene que haber libertad, diálogo y construcción, que permita que haya desarrollo de la autoestima.
En torno a lo tecnológico dijo que poco se puede hacer porque desarrollan estrategias y les resulta fácil eludir cualquier prohibición de sus padres por lo que deben privilegiar el diálogo.