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Combate deja 35 muertos

El enfrentamiento se dio entre el Ejército libio y un grupo de yihadistas que se disputan la ciudad Bengasi, la segunda más importante

Martes, 09 de mayo de 2017 16:16

Al menos 28 soldados de las fuerzas bajo el liderazgo del mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte del este de Libia, murieron ayer en combates con milicias islamistas en Bengasi, segunda ciudad en importancia del país, según información difundida por el grupo islamista Majlis al Shura.

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Al menos 28 soldados de las fuerzas bajo el liderazgo del mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte del este de Libia, murieron ayer en combates con milicias islamistas en Bengasi, segunda ciudad en importancia del país, según información difundida por el grupo islamista Majlis al Shura.

La organización yihadista aseguró que que sus milicianos lograron frenar el avance de las tropas afines al Parlamento en Tobruk, pero que en la batalla perdieron siete hombres.

En el enfrentamiento, que tuvo lugar en el estratégico eje del barrio de Sabri -que permite el acceso al núcleo de la ciudad- los combatientes islamistas lograron "destruir un tanque y un blindado fabricado en Emiratos Árabes Unidos" pese a la presencia constante de la aviación de combate de Hafter.

Las fuerzas de Hafter admitieron, por su parte, una sola baja y celebraron el avance en Sabri, donde lograron abrir dos brechas en el círculo defensivo de los islamistas cerca de la calle Al Sharif, como mostraron en la televisión local.

Fuentes médicas en la ciudad elevaron, por su parte, a doce el número de soldados libios muertos en la operación que el mando del Ejército del este de Libia presentó como un avance significativo en la ciudad.

Bengasi, urbe en la que se centralizó el levantamiento contra Muammar Kaddafi, es escenario de continuos combates desde que mayo de 2014 Hafter levantara un asedio para arrebatar su control a las milicias aliadas al antiguo gobierno islamista en Trípoli, desalojado ese mismo año.

Desde entonces, decenas de miles de sus habitantes se han visto obligados a huir y convertirse en desplazados internos al tiempo que en su interior se han asentado y resisten también grupos yihadistas afines a organizaciones como el Estado Islámico y Al Qaeda en el Magreb Islámico (Aqmi).

Libia es un estado fallido, víctima del caos y de la guerra civil, desde que en 2011 la Otan contribuyera a la victoria de los rebeldes frente a Kaddafi, que fue asesinado durante las revueltas.

En la actualidad, dos gobiernos se disputan el poder apoyados por distintas milicias: uno sostenido por la ONU en Trípoli y otro en el este bajo la ascendencia militar de Hafter, que domina cerca del 60 por ciento del territorio nacional.

En ese escenario caótico, encontraron su caldo de cultivo los grupos yihadistas y las mafias dedicadas al contrabando de combustible, armas y personas, para expandirse en el país.

 

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