El Estado australiano pagará más de 50 millones de dólares para indemnizar a 1.905 refugiados que trataron de llegar al país en embarcaciones y fueron encerrados en una remota isla del Pacífico, una medida considerada "cruel, inhumana y degradante" por la ONU.
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El Estado australiano pagará más de 50 millones de dólares para indemnizar a 1.905 refugiados que trataron de llegar al país en embarcaciones y fueron encerrados en una remota isla del Pacífico, una medida considerada "cruel, inhumana y degradante" por la ONU.
La indemnización que alcanza los 53 millones de dólares, fue acordada ayer en Melbourne por los representantes legales del gobierno australiano y los abogados de los refugiados y pone fin a una demanda iniciada en 2014.
Además, el Estado autraliano deberán asumir los costos del proceso, que superan los 10 millones de dólares.
El litigio se inició cuando los refugiados fueron trasladados a la isla de Manus, que pertenece a Papúa Nueva Guinea, a pesar de que ellos querían entrar en Australia, implementando virtuales detenciones off shore.
Por ello, los migrantes exigieron una indemnización por daños físicos y psicológicos durante los años de encierro.
Como parte de su política migratoria, Australia se niega a recibir a solicitantes de asilo que llegan en barco y tiene acuerdos con Papúa Nueva Guinea y Nauru para que los acojan hasta que se defina su situación.
En esos países, los campos de refugiados son antiguas cárceles, que funcionan con un régimen flexible que incluso permite a los migrantes salir del recinto.
La mayoría de los refugiados esperan poder viajar a Estados Unidos en virtud de un acuerdo entre el país norteamericano y Australia, un pacto que está en duda desde la asunción a la presidencia de Donald Trump.
El martes, el relator especial de la ONU sobre los derechos humanos de los migrantes, Francois Crépeau, alertó sobre la situación de los migrantes detenidos en Australia.
"Tratamiento cruel, inhumano y degradante, injustamente punitivo e ilegal según el derecho internacional, que mancha la buena reputación de Australia en materia de derechos humanos", sostuvo un informe difundido por la ONU sobre la visita de Crépeau a dos centros de detención australianos en noviembre de año pasado.
"Los problemas de salud mental se extienden, especialmente disturbios por estrés post-traumático, ansia y depresión", escribió Crépeau, sobre la situación de los migrantes y refugiados retenidos en la isla de Manus en Papúa Nueva Guinea y en Nauru, en el Pacífico, tras ser interceptados en el mar.