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Israelíes marcharon por el orgullo gay en Jerusalén

La marcha fue custodiada por la policía y hubo 22 detenidos.

Jueves, 03 de agosto de 2017 19:11

Miles de israelíes participaron ayer en la Marcha del Orgullo LGTB de la ciudad santa de Jerusalén, en medio de imponentes medidas de seguridad dos años después de la agresión mortal de un asistente en 2015, en una manifestación que en esta oportunidad se centró en condenar la injerencia de la hegemonía religiosa en Israel.

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Miles de israelíes participaron ayer en la Marcha del Orgullo LGTB de la ciudad santa de Jerusalén, en medio de imponentes medidas de seguridad dos años después de la agresión mortal de un asistente en 2015, en una manifestación que en esta oportunidad se centró en condenar la injerencia de la hegemonía religiosa en Israel.

Los accesos a la manifestación estuvieron protegidos desde horas antes con un doble perímetro de seguridad y vallas custodiadas por cientos de agentes de la Policía, desplegados cada pocos metros.

Durante la jornada 22 personas fueron detenidas, una de ellas con un cuchillo, y un joven residente en el centro del país que colgó en la red social Facebook amenazas contra la marcha tuvo su ingreso prohibido a Jerusalén, informó el portavoz policial Micky Rosenfeld.

Poco antes del inicio de la manifestación durante la tarde local, un grupo de ultraortodoxos y ultraderecha se posicionó frente al Parque de la Libertad, en la zona oeste de la ciudad, bajo el lema "Jerusalén no es Sodoma" para condenar la Marcha del Orgullo LGTB.

Uno de los organizadores, Ido Meir, agradeció que "unas 15 mil personas asistieran este año", un número menor que el pasado cuando fue la marcha más concurrida, al ser la primera tras el asesinato por un ultraortodoxo de una adolescente en 2015, según el diario Haaretz.

Previamente hubo un recuerdo para Shira Banki, cuyo retrato estaba justo en el punto donde el extremista Yishai Shlisel la apuñaló e hirió a otros seis asistentes.

"Está el factor del miedo. Mucha gente piensa que lo que ocurrió en el año 2015 puede volver a pasar, pero necesitamos conquistar de nuevo nuestros miedos y caminar", declaró Meir a la prensa desde la cabeza de la protesta.

"Es una lucha para combatir los grupos hegemónicos religiosos en Israel, sobre todo de judíos, que tiene mucho poder en nuestras vidas, y ya no podemos esperar más", aseguró Eran Globus, presidente de Casa Abierta de Jerusalén, quien organiza desde hace 16 años el evento.

 

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