Había que ganar y se ganó. Punto. El análisis del partido entre Gimnasia e Instituto queda relegado a un segundo plano. Después de estar once fechas sin poder sumar de a tres, contabilizando el torneo pasado y el actual de la B Nacional, era clave conseguir el objetivo.
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Había que ganar y se ganó. Punto. El análisis del partido entre Gimnasia e Instituto queda relegado a un segundo plano. Después de estar once fechas sin poder sumar de a tres, contabilizando el torneo pasado y el actual de la B Nacional, era clave conseguir el objetivo.
La ida de Martín Astudillo buscando descomprimir la situación terminó siendo positiva si se analiza con "el diario del lunes". Sin embargo, hay que ser honestos: el "lobo" no jugó bien ni nada por el estilo ante un rival muy duro. La diferencia sustancial entre las anteriores presentaciones estuvo en que Nicolás Contín acertó en el arco rival y luego el equipo supo defender la diferencia, contando con un inspirado Carlos De Giorgi bajo los tres palos. El arquero fue determinante en el marcador final, sobre todo con sus atajadas en el primer tiempo y la última del encuentro, tal vez la más complicada cuando el central Facundo Agüero cabeceó de pique al suelo y el "Uno" evitó la caída.
La cuestión era que se necesitaba el triunfo para volver a creer. La mejoría vendrá más adelante.
El técnico Carlos Morales Santos sabe que si repite el próximo domingo ante Mitre de Santiago del Estero, también en el estadio "23 de Agosto", tendrá muchas chances de que el interinato se transforme en confirmación para el resto del campeonato. Se verá.
Hoy por hoy, la mente de todos, incluido "Jairo", está puesta en el choque ante los mistoleros. La realidad indica que en la injusta tabla del promedio -ahora con los clubes del interior por un lado y los de la metropolitana por el otro-, Gimnasia sólo tiene debajo suyo a Santamarina y los recién ascendidos Central Córdoba y Olimpo. Estos últimos dividen diferente. Entonces, el gran rival pasa a ser el representativo de Tandil.
Volver a cosechar las tres unidades será muy importante para continuar levantado los ánimos después del mal arranque y la desvinculación del "Pulpo", un tipo querido en el ambiente.
Gimnasia dio el primer paso, que siempre es el más duro.
Será cuestión de pulir aspectos tácticos, convencerse que se puede y fundamentalmente convertir las chances que se generan, el mal de la "era Astudillo".
El equipo buscaba y buscaba. Tuvo actitud en las diferentes presentaciones, pero se equivocó arriba y terminó pagándolo caro. Por ejemplo, frente a Santamarina, resignó dos puntos en la última acción del encuentro. Había producido varias ocasiones para aumentar el marcador y se volvió con un punto gusto a derrota.
En fin, todo esto pertenece al pasado. Los jugadores son conscientes que depende de ellos hacer bien las cosas para encaminar la campaña y no estar pendiente del temido descenso.
Y nunca está de más repetir la frase que Gimnasia que por historia, infraestructura y convocatoria debe pelear el ascenso. Y todavía puede torcer el rumbo, atendiendo a que el golpe de timón fue dado.
Se fue “Seba” Saja
El inicio de Sebastián Saja como entrenador no fue el mejor. Luego de su fallido paso inicial por Guaraní de Paraguay, el “Chino” se hizo cargo de Agropecuario, equipo que milita actualmente en la B Nacional, pero su estadía en el club de Casares duró muy poco. Luego de 7 partidos en el equipo, en los que cosechó dos triunfos, dos empates y tres derrotas, el exarquero dejó el cargo por diferencias en el proyecto deportivo, tal como lo indicó en sus redes sociales. “Quiero comunicar que dejé la dirección técnica del club Agropecuario por diferencias en el proyecto deportivo. Me voy con la tranquilad de haberme entregado por completo y dejando al equipo en zona de reducido de ascenso. Agradezco a cada uno de los jugadores y auxiliares”, puso Saja en Instagram.