Alejandro Weremczuk, el médico que atendió a Pablo Pérez en el sanatorio Otamendi, aseguró que el capitán de Boca tenía una lesión en el ojo izquierdo "que le imposibilitó tener una visión óptima", por lo que estaba en "inferioridad de condiciones".
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Alejandro Weremczuk, el médico que atendió a Pablo Pérez en el sanatorio Otamendi, aseguró que el capitán de Boca tenía una lesión en el ojo izquierdo "que le imposibilitó tener una visión óptima", por lo que estaba en "inferioridad de condiciones".
"Padece una conjuntivitis química, erosión conjuntival inferior y está bastante molesto", explicó el facultativo sobre Pérez, uno de los jugadores que más sufrió las agresiones al micro que trasladaba al plantel de Boca al estadio "Monumental".
Weremczuk sostuvo que "no sería lo que corresponde", que Pérez, al que le colocaron un vendaje, dispute el partido, ya que la lesión que padece "afecta la vista", y produce "fotofobia, sensación de un cuerpo extraño, lagrimeo y el reflejo de querer cerrar el ojo en todo momento".
En cuanto al juvenil Gonzalo Lamardo, el otro futbolista boquense que sufrió una lesión en el ojo, en este caso en el derecho, tiene síntomas similares, y también le fue colocado un apósito.
"Van a tener que venir a un control mañana para ver en qué condiciones están sus ojos", concluyó el médico, en declaraciones al canal A24.
Relato del chofer
El escalofriante relato del chofer del micro: "Al momento de los ataques me desvanecí y tomó el volante el vice de Boca", declaró.
Quien salió a hablar fue el chofer del ómnibus que trasladaba al plantel dirigido por Guillermo Barros Schelotto y develó lo que sucedió dentro del vehículo durante los incidentes.
"Agarró el control del micro Horacio Paolini hasta que yo reaccioné de vuelta y traté de hacer lo posible para traer a los muchachos acá. Pudo haber sido una tragedia. Me acuerdo cuando vi las piedras, después no me acuerdo nada. Reacciono de vuelta, manoteo el volante fuerte y digo estoy bien", comentó.
El conductor siguió relatando: "Fue un momento que me quedé sin aire. Lo peor fue en las calles Quinteros y Libertador, ahí fue el ataque masivo. Después, cuando pasamos la rotonda parecía que nos esperaba un ejército. Para mí la zona estaba liberada, veníamos a un partido de fútbol, no a la guerra", confesó el conductor en diálogo con Espn.
Después de varias horas llegó la postergación del duelo, habrá que ver si mañana la seguridad está garantizada para que todo se desarrolle.