Boca está a sólo dos escalones de la gloria, pero para subirlos con éxito y poder conquistar América deberá dejar en el camino a River. Y de cara a la primera gran final de la Copa Libertadores, Guillermo Barros Schelotto aplicaría una vieja frase del fútbol: "Equipo que gana, no se toca". Sí, el Mellizo quedó muy conforme con el rendimiento que mostraron los jugadores en Brasil ante Palmeiras y repetiría a los mismos protagonistas con idéntico esquema.
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Boca está a sólo dos escalones de la gloria, pero para subirlos con éxito y poder conquistar América deberá dejar en el camino a River. Y de cara a la primera gran final de la Copa Libertadores, Guillermo Barros Schelotto aplicaría una vieja frase del fútbol: "Equipo que gana, no se toca". Sí, el Mellizo quedó muy conforme con el rendimiento que mostraron los jugadores en Brasil ante Palmeiras y repetiría a los mismos protagonistas con idéntico esquema.
De no ocurrir ningún imprevisto, el DT volverá a apostar al 4-3-3 para tratar de neutralizar el medio de River y ganar un sector clave de la cancha. Rossi seguirá siendo el dueño del arco, mientras que Jara, Izquierdoz, Magallán y Olaza son piezas inamovibles en el fondo. Unos metros por delante de ellos, Wilmar Barrios hará el trabajo sucio. Y en la siguiente línea, Pablo Pérez y Nández aportarán marca, distribución y llegada al área rival, mientras que de arranque Pavón volará por izquierda y Villa haría lo propio por la derecha. ¿Y el 9 quién será? A pesar del impresionante momento de Benedetto y de que en las encuestas los hinchas de Boca lo quieren al "Pipa" desde el arranque, el Melli le ratificaría la confianza a Wanchope Ábila. La realidad es que Guillermo tiene jugadores para elegir porque no sufrió lesionados en el último partido ante Tigre y cuenta con un gran plantel. Eso sí, vale recordar que Pablo Pérez, Nahitan Nández, Cristian Pavón y Lucas Olaza tienen dos tarjetas amarillas y si reciben otra en la final de ida no podrán jugar la vuelta en el Monumental. Parece que Guille tiene todo en mente...
El "xeneize" cambia búnker
En la antesala de dos superclásicos históricos, un dato que, como bien dijo Angelici, "nos trae recuerdos de una época maravillosa". Porque Boca cambia de lugar de concentración. Extrañamente no hay capacidad en el Madero Hotel, donde se guarda habitualmente el equipo. Y se muda al Intercontinental, en la zona de San Telmo, un lugar que era base de un ciclo de oro, el primero de Carlos Bianchi. ¿Deducir que por eso Boca tendrá más chances en la final? De ninguna manera pero es un grato recuerdo. Ahí estará el plantel desde el jueves, mientras River va el miércoles al country Cardales con el que también le fue bien.
Inició la reventa
Se viene la final del año, por lo que todos los futboleros quieren un lugar en la cancha. Y comenzó la reventa. Los valores de una platea van de 50 mil pesos hasta 180 mil.