El puente, que se encuentra en el empalme de la ruta provincial 6 y que conecta Real de los Toros con Palma Sola, sufre un deterioro de larga data, más exactamente del aluvión de 2001. Y desde ese año, es todo un problema para los habitantes de ambas localidades del departamento Santa Bárbara.
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El puente, que se encuentra en el empalme de la ruta provincial 6 y que conecta Real de los Toros con Palma Sola, sufre un deterioro de larga data, más exactamente del aluvión de 2001. Y desde ese año, es todo un problema para los habitantes de ambas localidades del departamento Santa Bárbara.
Porque el mismo carece de seguridad para quienes transitan por ese lugar, ya sea a pie o en cualquier tipo de vehículo, porque las barandas no son seguras. Además, ambos costados del puente son rellenados con tierra y esto hace que continuamente se desmoronen, más aún en época de lluvia. Si bien hasta ahora las precipitaciones no fueron fuertes, ya hizo que se cortara el tránsito por este inconveniente.
La preocupación de los vecinos es constante, ya que sólo los acondicionan con máquinas de Vialidad, en forma de relleno en ambos lados, quedando como provisorio, nada más, por lo que los vecinos solicitan la construcción de un puente nuevo y no tener que estar con los arreglos constantes (y cortes permanentes) y nada más. Este puente, que conecta dos importantes localidades del Ramal, es más conocido como "El puente de Vilaseca" y es muy transitado, porque por allí pasan docentes, alumnos y personal de servicio a cumplir con sus labores cotidianas, en la escuela de Real de los Toros o los que se llega hasta Palma Sola, como así también, trabajadores rurales, y los lugareños, que se dirigen al pueblo a realizar sus trámites.
Si bien, por ahora, personal de Vialidad de la Provincia se encuentra trabajando para dar paso a los automóviles u otros vehículos, pero eso no es la solución definitiva, según manifestaron los vecinos.
Las condiciones en las que se encuentra el puente son peligrosas, por la inseguridad que tiene, en el estado en que está, sumándose la falta de señalización. Todo esto constituye un verdadero riesgo, con posibilidad de que personas o vehículos puedan caerse al arroyo Santa Rita.