La tarde está nublada, detrás de los cristales nos cobija un café. Los ojos verdes de Verónica Romero se encienden cuando sonríe y lo hace muy seguido. Conversamos sobre la historia de Danza Libre, su última gira en la Paz (Bolivia) y el nuevo proceso creativo.
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La tarde está nublada, detrás de los cristales nos cobija un café. Los ojos verdes de Verónica Romero se encienden cuando sonríe y lo hace muy seguido. Conversamos sobre la historia de Danza Libre, su última gira en la Paz (Bolivia) y el nuevo proceso creativo.
31 años de historia (1987-2018)
Danza Libre ganó dos fiestas provinciales del Teatro y quedó seleccionado en la terna provincial 2009. El testimonio de Verónica Romero nos sugiere al menos tres momentos bisagras en la historia del grupo. Emilce Scilingo (docente, bailarina y actriz) crea y dirige Danza Libre entre 1987-2004, inicialmente orientado a la danza contemporánea, clásica y moderna. Pronto, comienzan a interesarse por el teatro latinoamericano y realizan una puesta de Ollantay. La fusión de lenguajes escénicos con fuerte base en la danza y la corporalidad de los actores serán ejes de la búsqueda creativa de Danza Libre. En 2003 realizan una capacitación con Beatriz Lábatte, de la que emerge un trabajo dirigido por Emilce titulado “Hasta probar lo contrario”. A partir de este momento, el rol de dirección migra, Emilce “entrega” el grupo a los nuevos miembros y éstos asumen las direcciones de los siguientes espectáculos: “Menumorfosis”, dirección de Verónica Romero en 2004 y reposición en 2015; “Quiero Mujeres”, dirección de Rubén Luna en 2008; Ni “Edith ni Piaf”, dirigido por Belén Calapeña en 2012 y la Dirección de la conocida artista Olga Chiabrando en “Es inevitable me tengo que inventar” en 2009, ganadora de la terna provincial. En esta segunda etapa (2003-2012) el grupo trabajó en la deconstrucción de la convención “cuarta pared”, que encapsula y la escena de la platea, buscando una veta de comicidad, interpelación y guiño directo al público. En 2012, la puesta de “Ni Edith ni Piaf” muestra una exploración que jerarquiza la visión holística de la estética escénica y, a la vez, el trabajo actoral, que afianza Martín Calvó mediante sus asistencias de dirección. En este sentido, la búsqueda de un lenguaje propio en Danza Libre puede considerarse el resultado de un proceso, que contiene el acerbo patrimonial vivo de sus treinta años de historia, desplegado en aportes legados por la dirección de Emilce Scilingo, los miembros del grupo que asumieron otras direcciones, los artistas que se fueron incorporando con sus especializaciones y, fundamentalmente, por la dinámica de entrenamiento constante y encuentros creativos periódicos. No podemos dejar de mencionar que gran parte del grupo Danza Libre, Belén Calapeña, Rubén Luna, Natalia Vaca y Verónica Romero, incursionaron en la creación de un espacio cultural emblemático, el Ombligo, que estuvo en activo cuatro años (2013-2017). La experiencia de grupo se trasladó a la gestión de un espacio cultural con una variada y excelente oferta de actividades.
Gira internacional 2018
En 2017 postularon y ganaron el subsidio para “Gira Internacional”, una nueva línea del Instituto Nacional del Teatro, que facilita la salida de elencos al exterior. Danza Libre realizó su primera gira internacional en febrero del presente año, con destino a la Paz (Bolivia), donde presentaron sus últimos espectáculos, “Ni Edith ni Piaf” y “Menumorfosis”, en la sala teatral independiente El Desnivel e impartieron capacitaciones a un grupo de jóvenes entre 15 y 25 años, muy interesados en la fusión de lenguajes que propone Danza Libre.
El nuevo proceso creativo de Danza Libre.
Desde 2017, el grupo se abrió a nuevas incorporaciones. Verónica Romero sostiene que cada miembro del grupo realiza un entrenamiento personal y cada semana se reúnen para indagar nuevas propuestas creativas. Esta disciplina de ensayo se ha convertido en algo poco común en el teatro independiente. En general, los grupos están conformados por miembros que participan en múltiples grupos y/o elencos y, a la vez, sostienen una fuente de trabajo externa, por lo tanto, la periodicidad de ensayos, destinados o no a las puestas, se torna una compleja tarea de logística.
Grupo Independiente Danza Libre en 2018: Belén Calapeña, Natalia Vaca, Mariana Anachuri, Verónica Romero, Paula Rechiuto, Cecilia Oviedo Torres, Rubén Darío Luna y Martín Calvó.