Las compañías filodramáticas se consolidan en la década de 1920, como espacios vocacionales que promovían el “amor” (>filo) al género dramático. En este sentido, la vocación sostenía la creación de audiencias teatrales y consolidaba el consumo de literatura dramática. En las Provincias argentinas, los filodramáticos desempeñaron una labor primordial, acompañaron la presentación de obras de teatro universales y nacionales reconocidas por su excelencia. En la década de 1960 emerge una discusión histórica, todavía no resuelta, respecto a la identificación diferenciada del teatro comercial, independiente y vocacional. ¿Cuáles son las características distintivas de estas tres maneras de hacer teatro? ¿Cómo abordamos su estudio y descripción? ¿Son movimientos y/o tendencias estéticas, circuitos de exhibición diferenciados, sistemas de producción, …?
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Las compañías filodramáticas se consolidan en la década de 1920, como espacios vocacionales que promovían el “amor” (>filo) al género dramático. En este sentido, la vocación sostenía la creación de audiencias teatrales y consolidaba el consumo de literatura dramática. En las Provincias argentinas, los filodramáticos desempeñaron una labor primordial, acompañaron la presentación de obras de teatro universales y nacionales reconocidas por su excelencia. En la década de 1960 emerge una discusión histórica, todavía no resuelta, respecto a la identificación diferenciada del teatro comercial, independiente y vocacional. ¿Cuáles son las características distintivas de estas tres maneras de hacer teatro? ¿Cómo abordamos su estudio y descripción? ¿Son movimientos y/o tendencias estéticas, circuitos de exhibición diferenciados, sistemas de producción, …?
Para Onofre Lovero (Platea, 14, 8/4/1960) los términos “vocacional”, “amateur” y “filodramático” no se adecuaban a la definición y la costumbre hizo que se utilizaran de manera despectiva. El mismo Lovero aseveraba que era absolutamente inadmisible desprestigiar la profesionalización de estas compañías vocacionales. Narciso Ibáñez Menta en la misma revista (Platea, 12, 11/30/1960), declaraba que: “ El Teatro es una Vocación con mayúscula, a la cual hay que darlo todo, y no tomarla como un “hobby” porque ahora es “bien” pertenecer a un conjunto vocacional, como en otros tiempos lo fue ir a los conciertos.” Se puede concluir que la condición ética y programática del teatro independiente, en muchos casos, era compartida por los “filodramáticos, vocacionales y amateur”. En San Salvador de Jujuy, durante la década de 1950, un grupo denominado “Candilejas” propuso un espacio de radioteatro en la Sociedad Española. Los radioteatros se convirtieron en auténticos baluartes de los filodramáticos, porque como su propio nombre indica, estas compañías privilegiaban su pasión por el género dramático, convención literaria que asume al texto literario como materia prima fundamental de la expresión teatral.
Hoy, quizá el momento histórico más tecnológico que la Humanidad haya atravesado, cuando plataformas virtuales ofrecen “experiencias teatrales” desde un dispositivo electrónico, el radioteatro aparece como un medio “anacrónico” y, a la vez, como el único que abraza como principal consigna la recuperación de la función ontológica que la palabra cumple en las expresiones teatrales. En los últimos días se vienen promocionando un espacio de “radionovela” que se emite por Radio Universidad (92.9Mhz) los martes entre las 14hs y las 14:30hs, promovido por la Compañía Filodramática los Demiurgos, dirigida por Alejandro Carrizo e integrada por Silvia Gallegos y Juan Castro Olivera. Están emitiendo “Romance del Éxodo Jujeño. Los orígenes del Amor y la Gloria”, con la participación de Agustina Orquera, Martin Calvó, Adán Cesarini y Fabián Gorena. Carrizo sostiene que realizó un seminario de dramaturgia con José Sanchis Sinisterra en Tucumán (2005) y a su regreso, presentó un seminario de transferencia en el Teatro Mitre, al que asistieron más de cuarenta personas. En 2017 Carrizo presentó un programa de radioteatro denominado “Vientos del Monte” a la convocatoria de ARUNA (Asociación de Radiodifusoras Universitarias Nacionales Argentinas) y ganó la misma con esta serie de cuatro capítulos sobre mitos y leyendas regionales. En 2018, Alejandro Carrizo ganó el premio de dramaturgia de la Secretaría de Cultura de la Provincia de Jujuy con la obra “Por la Gorra”. Los Demiurgos, compañía filodramática, se presentan en Jujuy como un grupo que salta con facilidad del radioteatro a la radionovela. En definitiva, la radio parece el medio en el que esta compañía se proyecta hasta el momento. El tiempo dirá en qué medida se jugará la esencia filodramática que sostiene este hermoso proyecto.