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Jujuy y su Quebrada están asociadas a sus fiestas populares, representaciones populares religiosas como el Carnaval o la célebre peregrinación de feligreses con la Virgen de Punta Corral, en Tumbaya.
Precisamente este Viernes Santo, conmemorando la Semana Santa, tuvo lugar un concierto de música antigua realizado en la provincia, en lo que va del año.
La música antigua, asignatura enseñada desde hace tiempo en Europa en las Casas de Altos Musicales de Europa, es una especialización dentro de los estudios musicales y se centra en la interpretación histórica de la música, tal como era antes, por eso se la llama antigua. La afinación, la forma de cantar y ejecutar un instrumento eran diferentes en el renacimiento y barroco, incluso según los países, podía llegar a variar. Recordemos que la música de esa época era ejecutada en las iglesias y monasterios, principalmente polifónica en el renacimiento y luego a una voz en el barroco, así como en las tabernas y casas de diversión o en el campo, como los villancicos españoles. Estos no eran en su inicio música de Navidad sino obras cantadas por los villanos. Mientras tanto, las cortes de nobles europeos se rodean de músicos y así surge en Italia la ópera, cuyo público y escenario eran íntimos, para divertimiento o ejecución por miembros de la Corte.
Con la expansión de Occidente a nuestras tierras americanas, la cultura europea llega a América Latina y con ella su música. Precisamente en nuestra tierra, donde existían formas poéticas y musicales, la música antigua europea incorpora algunos elementos rítmicos y melódicos así como la lengua de las culturas existentes. Los esclavos africanos aportan también sus ritmos y percusión, muy visible en las Negrillas, obras para ser ejecutadas en Navidad. Las obras de Gaspar Fernández, de la catedral de Puebla, México, nos sirven de testimonio, pues compuso obras en nahuatl y varias negrillas, con textos de cierto dejo africano.
Más cerca de nosotros, en Chiquitos, Bolivia, se conservan obras del compositor italiano muerto en Argentina, Doménico Zipolí. Sus obras eran cantadas e interpretada por los indígenas de las misiones jesuíticas de la Chiquitania boliviana y seguramente en otras partes del virreinato, a donde los copistas llevaran sus obras.
Para recordar y volver a interpretar esas obras en nuestro suelo americano y precisamente en Jujuy, se inició el Primer Festival de Música Barroca de la Provincia de Jujuy, Xuxuy Barroco, a iniciativa del tenor sampedreño Rafael Montero, quien prosigue su carrera musical solista y coral profesional en Europa y músicos de Brasil y Buenos Aires, con la colaboración de la Orquesta Siete Colores de Purmamarca, dirigida por Daniel Uzqueda.
Este año y por tercera vez consecutiva se realizó el festival en el marco de Semana Santa en Tumbaya, sede de una de los centros de peregrinación más importantes del país y conto con la presencia del tenor Rafael Montero y la Orquesta Infanto Juvenil por la Inclusión de Jujuy, dirigida por Matías Zigarán y bajo supervisión de Javier Soria. Siguiendo la tradición barroca sudamericana, se ejecutaron Folias, del Archivo musical de Chiquitos así como una obra dedicada a la Virgen María, “Zuipaqui”. Esta obra está escrita en guaraní y fue interpretada con gran maestría en Tumbaya. Del barroco peruano, “Dennos lecencia señores”, del Codice Martínez Compañón. Proyectándose hacia otro repertorio más abarcativo también se interpretaron el “Ave María” de Caccini y “Laudate Dominum” de Mozart. Como bis el “Ave María” de Mascagni, basada en el intermezzo de la ópera “Cavalleria Rusticana”.