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Vecinos frenaron el desalojo de un garrapiñero céntrico

Un nutrido grupo de gente se solidarizó con Hugo Castillo, quien trabaja en el mismo lugar hace más de veinte años.
Sabado, 21 de abril de 2018 00:00

Ante un intento de desalojo a un vendedor de garrapiñadas, las personas que pasaban por Necochea y Belgrano se solidarizaron ayer con un vendedor y evitaron que inspectores se llevaran su carro. El operativo apunta al ordenamiento en el microcentro y no permite vendedores ambulantes.

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Ante un intento de desalojo a un vendedor de garrapiñadas, las personas que pasaban por Necochea y Belgrano se solidarizaron ayer con un vendedor y evitaron que inspectores se llevaran su carro. El operativo apunta al ordenamiento en el microcentro y no permite vendedores ambulantes.

A media mañana de ayer, Hugo Castillo, un trabajador que hace 20 años está instalado en la vereda de Necochea y Belgrano vendiendo garrapiñadas, fue notificado del desalojo. También le indicaron que sería reubicado en otro espacio, pero Castillo expresó que el "frentista" le dijo que no lo tenía contemplado y tampoco habría una reubicación oficial.

Castillo comentó, entre los gritos de la gente que lo apoyaba, que lo querían trasladar a un lugar donde no venderá, porque no pasa mucha gente y la venta de las garrapiñadas es su único ingreso.

La situación hizo que se agolparan vecinos para evitar el despojo de su carro con el que trabaja diariamente.

En pocos minutos esa esquina céntrica se llenó de gente que al conocer la situación empezó a gritar solidarizándose con el vendedor.

Además, denunciaron la violencia de esos operativos a ambulantes.

Castillo presentó sus papeles y su carnet sanitario ante el requerimiento de los inspectores, mientras la gente rechazaba el desalojo.

Más de dos horas estuvieron negociando el abogado Hugo Huespe -que representó al garrapiñero- y el coordinador de espacio público León Cuevas, quien se manifestó firme en concretar la medida de desalojarlo de su puesto de trabajo y quitarle el carro a Castillo.

Los vecinos, testigos de la situación, se mostraban indignados por el caso. Los que estaban allí espontáneamente se acercaron para defender a Castillo, personaje reconocido por muchos. Así también la transmisión por las redes sociales captaba aún más comentarios a favor del vendedor ambulante.

Castillo, rodeado de la gente que lo apoyaba, mostraba sus papeles, su habilitación pero la intimación era constante del inspector quien le entregó una notificación que sería la primera. Además le advertían que se llevarían su carro, herramienta de trabajo.

Cuevas comentó que era inminente la reubicación del garrapiñero para que se respete la ordenanza que indica que en esa esquina no puede haber ningún vendedor.

Huespe dijo que el hombre tiene permiso para vender hace 20 años y que cumple con los requisitos. De manera que si no tendría permiso o debería renovarlo tendrían que notificarse al vendedor con 30 días de antelación y luego contaría con 45 días para reunir las condiciones. Eso no pasó con él. Finalmente, se retiraron los inspectores.