La selección de Colombia completó ayer su último entrenamiento en Kazan antes de viajar hoy a Saransk, donde se enfrentará el martes contra Japón en su debut en el Mundial Rusia 2018. En la sesión de la jornada, que estuvo abierta a la prensa durante los primeros 15 minutos, el entrenador argentino José Pekerman tuvo a disposición a todos sus jugadores, incluidos James Rodríguez y Wilmar Barrios, quienes se perdieron el segundo entrenamiento el pasado jueves por fatiga muscular. La práctica estuvo marcada por el uso de la pelota. Arrancó con un ejercicio para trabajar el cambio de ritmo, movimientos de dominio de balón, además de estiramientos y transporte en recorridos cortos, antes de ejercitar la movilidad, el desplazamiento y el juego a un toque. Junto a los 23 convocados estaba también un grupo de juveniles del Rubin Kazan, el equipo de la ciudad, con el que disputaron un partido informal de preparación. Los arqueros David Ospina, Camilo Vargas y José Fernando Cuadrado trabajaron aparte junto al entrenador de guardametas Eduardo Niño. El delantero Luis Muriel aseguró que Colombia "tiene con qué" para superar el resultado logrado en el Mundial de hace cuatro años en Brasil, cuando llegó a cuartos de final. "Para hacer un buen Mundial con respecto a Brasil lo ideal es superar el resultado conseguido allá. Esta selección tiene con qué. Sin embargo, no miramos más allá de lo que tenemos al frente; perderíamos la esencia y lo que somos nosotros si lo hiciéramos", declaro Muriel, en un encuentro con la prensa en el hotel de concentración de la "tricolor" en Kazan. "Ante todo Colombia no tiene que menospreciar o subestimar al rival, estaríamos cometiendo un error si lo hiciéramos. La concentración y el no perder el rumbo y la confianza en el plan establecido va a ser fundamental. Pensamos primero en Japón y luego en lo que se viene adelante", añadió el delantero de Sevilla. Precisamente sobre el rival del martes, Muriel expresó: "Estos encuentros con rivales de menos entidad, de menos renombre, son muy cerrados, en los que el 0-0 se mantiene hasta el final. La clave es no desviarnos del plan establecido".
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La selección de Colombia completó ayer su último entrenamiento en Kazan antes de viajar hoy a Saransk, donde se enfrentará el martes contra Japón en su debut en el Mundial Rusia 2018. En la sesión de la jornada, que estuvo abierta a la prensa durante los primeros 15 minutos, el entrenador argentino José Pekerman tuvo a disposición a todos sus jugadores, incluidos James Rodríguez y Wilmar Barrios, quienes se perdieron el segundo entrenamiento el pasado jueves por fatiga muscular. La práctica estuvo marcada por el uso de la pelota. Arrancó con un ejercicio para trabajar el cambio de ritmo, movimientos de dominio de balón, además de estiramientos y transporte en recorridos cortos, antes de ejercitar la movilidad, el desplazamiento y el juego a un toque. Junto a los 23 convocados estaba también un grupo de juveniles del Rubin Kazan, el equipo de la ciudad, con el que disputaron un partido informal de preparación. Los arqueros David Ospina, Camilo Vargas y José Fernando Cuadrado trabajaron aparte junto al entrenador de guardametas Eduardo Niño. El delantero Luis Muriel aseguró que Colombia "tiene con qué" para superar el resultado logrado en el Mundial de hace cuatro años en Brasil, cuando llegó a cuartos de final. "Para hacer un buen Mundial con respecto a Brasil lo ideal es superar el resultado conseguido allá. Esta selección tiene con qué. Sin embargo, no miramos más allá de lo que tenemos al frente; perderíamos la esencia y lo que somos nosotros si lo hiciéramos", declaro Muriel, en un encuentro con la prensa en el hotel de concentración de la "tricolor" en Kazan. "Ante todo Colombia no tiene que menospreciar o subestimar al rival, estaríamos cometiendo un error si lo hiciéramos. La concentración y el no perder el rumbo y la confianza en el plan establecido va a ser fundamental. Pensamos primero en Japón y luego en lo que se viene adelante", añadió el delantero de Sevilla. Precisamente sobre el rival del martes, Muriel expresó: "Estos encuentros con rivales de menos entidad, de menos renombre, son muy cerrados, en los que el 0-0 se mantiene hasta el final. La clave es no desviarnos del plan establecido".