Transcurría el año 1996, cuando Luis Alfredo Cazón, un adolescente de la localidad de Santa Clara, partía junto a un amigo a la provincia de Mendoza para trabajar en la cosecha de uva. Atrás dejaba su hogar, su madre, sus hermanos y esa tierra que lo vio nacer. Viajó persiguiendo mil sueños, con ansias de progreso y lejos estaba de pensar que la vida le tenía deparada una dura prueba.
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Transcurría el año 1996, cuando Luis Alfredo Cazón, un adolescente de la localidad de Santa Clara, partía junto a un amigo a la provincia de Mendoza para trabajar en la cosecha de uva. Atrás dejaba su hogar, su madre, sus hermanos y esa tierra que lo vio nacer. Viajó persiguiendo mil sueños, con ansias de progreso y lejos estaba de pensar que la vida le tenía deparada una dura prueba.
Por esas circunstancias a las que resulta difícil encontrarle explicación, finalizada la cosecha, el amigo de Luis emprendió el regreso a la localidad jujeña, dejando al menor en una finca mendocina. Los días, los meses y los años se sucedieron y mientras su madre Francisca Solana Ortiz, desde el lejano paraje Sauce Guacho, donde residía, pedía a los lugareños, trabajadores golondrinas que cada año viajaban para la cosecha de uva en Mendoza, que buscaran a hijo, que averiguaran donde estaba, la respuesta siempre fue la misma, “no se sabe nada, nadie lo vio”. Hubo un año en que el propio amigo que lo llevó a aquellas tierras, dijo a su madre que Luis se había casado que tenía una familia. Desde entonces, la madre aguardó el retorno de su hijo, pero el tiempo pasó inexorablemente, sin que el reencuentro se concrete.
LUIS ALFREDO CAZÓN.
Su corazón de madre esperaba, era larga y nostálgica la espera, por momentos, oscuros pensamientos la invadían y pensaba que nunca volvería a verlo. Abocada a cuidar de su hogar y de sus otros cinco hijos, Francisca vio pasar los años, pero jamás olvidó a Luis, su primer hijo.
Compromiso humanitario
Hay una brecha aún y no se sabe cómo fue la vida de aquel adolescente, cómo transcurrió su juventud hasta convertirse en un hombre de 38 años.
Hace unos días, una profesional del Hospital Neuropsiquiátrico El Sauce, ubicado en Guaymallén Mendoza, la licenciada en Trabajo Social Nadia Alonso junto a la médica Psiquiatra Natalia Ponce, con la anuencia de las autoridades del nosocomio, comenzó una cadena solidaria en búsqueda de familiares de un paciente que ingresaba en reiteradas oportunidades con serios problemas de salud. El paciente era dado de alta, pero al tiempo volvía a ser internado, su nombre Luis Alfredo Cazón, aquel changuito santaclarense, que desapareció hace 22 años sin dejar rastro alguno. Movida por ese profundo sentido humanitario y dando verdadera muestra de su vocación de servicio, que lleva a dar mucho más de lo que el trabajo requiere, la Asistente Social, luego de que la médica psiquiatra consiguiera recabar algunos datos, como el nombre de los padres y su lugar de origen, se abocó de lleno a la labor. Tomó una guía telefónica de la provincia de Jujuy y buscó a todas las familias que llevaran el apellido Cazón en San Pedro y Santa Clara. Fue la docente Fabiana Cazón, la receptora de una de esas llamadas, escribió el nombre en un papel y lo compartió en un grupo de colegas, hasta que la docente Fabiana Maldonado puso en nuestro conocimiento y nos permitió comenzar la labor periodística.
Luego de una comunicación mantenida con la médica psiquiatra Natalia Ponce, pudo saberse que efectivamente, el paciente era Luis, “nos parece importante remarcar que el abordaje de las patologías mentales es siempre interdisciplinario y que siempre se trabaja para que el paciente vuelva a su entorno familiar y que siga tratamiento ambulatorio en su lugar de origen para evitar recaídas”, sostuvo la profesional, sin poder ocultar la gran satisfacción por haber podido localizar a la familia de Luis.
Ayuda solidaria
Dentro de unos días, Luis será dado de alta, pero esta vez, no volverá a la calle ni a la soledad que fue su compañera durante tantos años, con la ayuda solidaria que la familia pueda recibir, viajará esta semana a la provincia de Mendoza, para que Luis pueda emprender el largo camino a casa. De acuerdo a lo indicado por una de las hermanas, el municipio de Santa Clara, habría asumido el compromiso de abonar un pasaje de ida y vuelta, se supo además que la Asistente Social del Hospital El Sauce, donaría el pasaje de regreso de Luis, por lo que haría falta un pasaje de ida y vuelta para que seas dos los familiares que viajen hasta Mendoza. Es por ello que la familia hizo público el pedido de ayuda solidaria para conseguir el pasaje faltante.