Integrantes de la comunidad educativa del Colegio Nuestra Señora del Huerto realizaron ayer un abrazo simbólico al edificio del establecimiento tras las pintadas realizadas por personas que apoyaban el proyecto del aborto legal, seguro y gratuito, y la separación del Estado de la Iglesia, el miércoles a la noche.
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Integrantes de la comunidad educativa del Colegio Nuestra Señora del Huerto realizaron ayer un abrazo simbólico al edificio del establecimiento tras las pintadas realizadas por personas que apoyaban el proyecto del aborto legal, seguro y gratuito, y la separación del Estado de la Iglesia, el miércoles a la noche.
Luego que militantes de grupos feministas se manifestaran por calles de la ciudad y pintaran las paredes de la Catedral e Iglesia San Francisco y del Colegio Nuestra Señora del Huerto, la comunidad educativa de este establecimiento manifestó su dolor por el acto vandálico sufrido.
Sonia Abed, directora del establecimiento, manifestó que el sentimiento "es de mucho dolor, porque nos sentimos agredidos", y expresó que "tiene que haber tolerancia de la gente de los pañuelos verdes que tienen sus pensamientos y su derecho a expresarlo, y nosotros también tenemos el derecho de expresar el nuestro sin tener que llegar a las agresiones, que no conducen a nada". Agregó que "el colegio ya limpió las pintadas, pero creemos que esas pintadas hablan más de la gente que lo hace, que de nosotros".
Asimismo, la docente señaló que se están arreglando las partes de las paredes donde sólo deben pintarse, y respecto al mural que tiene el Colegio en la esquina del calles San Martín y Sarmiento, recordó que se hizo en ocasión del cumpleaños 140 del establecimiento, a cargo de Alejandro Condorí, Darío Medina y sus alumnos.
Limpieza en Económicas
Estudiantes de la Facultad de Ciencias Económicas de la Unju limpiaron ayer la fachada de la sede que está en calle Alvear, que sufrió pintadas por grupos feministas que apoyaban el proyecto del aborto, en la noche del miércoles.
Los elementos para esta tarea fueron aportados por los propios alumnos, el centro de estudiantes y autoridades de la Facultad, que repudiaron los daños ocasionados.