El acto único por el centenario de la Escuela 12 "Bernardo Monteagudo" se concretó en la mañana de ayer, en un marco de mucha emoción, cargado de recuerdos y visitas importantes a la institución.
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El acto único por el centenario de la Escuela 12 "Bernardo Monteagudo" se concretó en la mañana de ayer, en un marco de mucha emoción, cargado de recuerdos y visitas importantes a la institución.
Presidido por la directora actual de la escuela, Graciela Pereyra, y con la presencia de la ministra de Educación, Isolda Calsina, entre otras autoridades, la programación se desarrolló a partir de las 10.
La conducción estuvo en manos del locutor y docente jujeño "Quique" Arias, quien fue también maestro en otras épocas de esa querida escuela, y de Santiago Limachi.
La ministra Calsina estuvo acompañada de otros funcionarios del organismo que encabeza, y de funcionarios municipales, tal es el caso del secretario de Cultura y Turismo de la Municipalidad capitalina, José Rodríguez Bárcena, quien también participó del acto en calidad de exalumno de la institución.
También se reunieron exalumnos, exdocentes y exdirectivos, para celebrar con bombos y platillos este centenario.
Tras el ingreso de las banderas de ceremonia, se entonó el Himno Nacional Argentino, para continuar luego con el descubrimiento de varias placas recordatorias de estos cien años. En primer lugar se descubrió la donada por el Gobierno de la Provincia, en manos de Isolda Calsina; luego la placa de la Legislatura por los diputados María Ferrín, Marcelo Nasif y Victoria Luna Murillo, en reconocimiento a la trayectoria educativa de la escuela.
También hubo una placa de parte de los exdirectivos de la institución en agradecimiento al espacio donde se formaron como profesionales, y finalmente -la más emotiva quizás- la placa de los alumnos que integran la "Promoción del Centenario", alumnos de 7º grado A, B y C, quienes también dejaron una placa con sus nombres en agradecimiento a la institución que los educó y los vio crecer.
Hubo una mención también de parte de los directivos del JIM 28 que cumplen sus funciones en el edificio de la Escuela Monteagudo.
Seguidamente se leyeron las declaraciones de Interés Municipal del Centenario de la Escuela Monteagudo, y algo de la historia de la este establecimiento fundado en 1918, que comenzó a funcionar en un edificio en calle Independencia esquina Lamadrid, luego se trasladó a calle Patricias Argentinas, hasta que finalmente se instaló en su edificio propio, el actual de calle San Martín 1070.
Después de retirarse las banderas de ceremonia, siguieron las palabras de Rosaura Vilte, exdirectora de la escuela, quien recordó su paso por la institución, "las experiencias, el esfuerzo, la satisfacción del trabajo realizado, la gratitud y el reconocimiento, de haber podido sentir, crecer y realizar tantos proyectos, pensando en la esperanza y amplio horizonte que se abría, sin olvidar el carácter social y vocacional que siempre ha caracterizado a esta escuela", mencionó muy emocionada.
Luego fue el turno de la actual directora, Graciela Pereyra, quien expresó que haber llegado a los cien años de existencia "es un ejemplo de perseverancia, de haberse levantado siempre después de cada caída, es un premio a la acción colectiva más que a una persona. Es manifiesto irrefutable de que la educación importa y que ha sido preocupación de varias generaciones... deseo representar a los que sostuvieron y sostienen los pilares de la escuela". Recordó que la construcción del edificio se inició durante la presidencia en el Consejo General de Educación de Nicolás Galesia, y como interventor de la Provincia, César Chavarría.
En nombre del Gobierno provincial, transmitió el abrazo la ministra Calsina, quien también ofreció unas cálidas palabras en esta importante celebración. Expresó que "celebrar cien años de esta escuela es un motivo de profundo orgullo para los jujeños, ya que esta institución se ha destacado no sólo por la calidad educativa, sino especialmente por los valores y las actitudes que ha sabido inculcar en sus alumnos a lo largo de estos años. Esta casa ha tenido la virtud de realmente interpretar la importancia que los jujeños le damos a la educación, no de ahora, sino de hace muchos años. Esto tiene una raíz muy clara, y es que somos profundamente belgranianos y seguimos el legado de este hombre (el general Manuel Belgrano), que definió un perfil de país ya pensando en la educación como aquel camino ineludible que permite construir la ciudadanía de un pueblo".
Luego continuaron las presentaciones artísticas preparadas por los alumnos, como una poesía recitada por chicos de 4º a 7º grado. La poesía elegida fue la ganadora de un concurso interno, en el que se motivó a los chicos a escribirle un poema a su escuela.
Titulada "El Centenario de mi escuela", la poesía termina con una voz al unísono de los recitadores que reza "Gracias por la oportunidad!".