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En las calles de Venezuela se nota el hartazgo social

Carne, pollo, huevos, harina de maíz, básicos para el venezolano, desaparecieron de los comercios.

Miércoles, 29 de agosto de 2018 00:00

Una semana después del arranque del plan económico de Nicolás Maduro hay más dudas que certezas de que pueda sacar a Venezuela del colapso: en las calles se palpa el hartazgo que alienta la mayor diáspora de América Latina en los últimos años.

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Una semana después del arranque del plan económico de Nicolás Maduro hay más dudas que certezas de que pueda sacar a Venezuela del colapso: en las calles se palpa el hartazgo que alienta la mayor diáspora de América Latina en los últimos años.

Entre anaqueles vacíos de supermercados y farmacias, en filas de bancos o terminales de autobuses, muchos expresan desilusión e incredulidad. "Es un desastre, no hay alimentos básicos. Las medidas son puro embuste, van a traer más hambre y desempleo", dijo a AFP Marielsi Ochoa, médica de 34 años, en medio de estantes con productos de limpieza y Coca Cola que disimulan la merma de inventarios.

Carne, pollo, huevos, harina de maíz, básicos para el venezolano, desaparecieron luego de que el gobierno fijara su precio, una fórmula ya ensayada con igual resultado.

Algunos comerciantes esperan que pase la ola de fiscalizaciones o cerraron a la espera de que se aclaren las medidas y cómo asumirán el aumento de 3.400% del salario mínimo ordenado por Maduro.

El plan incluye un aumento del IVA y la gasolina, la más barata del mundo, y restó cinco ceros al bolívar, destruido por una inflación que el FMI proyecta en 1.000.000% para 2018. De dos millones para comprar un pan, ahora se habla de 20 bolívares soberanos. La moneda igualmente fue devaluada en 96% y quedó anclada a una criptomoneda que el gobierno creó -respaldada en el precio del petróleo- para buscar financiamiento ante sanciones de Estados Unidos. Kilométricas filas se han formado en bancos de Zulia, Bolívar y otros estados para sacar dinero en efectivo. Pero al igual que los viejos, los nuevos billetes escasean. "No alcanza para nada. Es más el sacrificio de hacer la cola", se quejó Jesús González, albañil de 58 años, tras retirar el máximo de 20 bolívares de un cajero. Le alcanza para un café pequeño.

Huyeron 2,3 millones de personas

Huyendo de la peor crisis económica de la historia reciente del país petrolero, miles de venezolanos recorren cientos de kilómetros hacia Colombia, Ecuador, Perú, Brasil y Chile, durmiendo a la intemperie, llevando sólo la ropa necesaria.

Con su esposo y su niña de tres años, Génesis, abogada de 27 años, piensa cruzar pronto la frontera con Colombia, donde le prometieron emplearla como mesera.

“Ya no tenía ni para comprarle el uniforme de la escuela a la niña. Todo el mundo afuera me repetía: Hay que irse”, aseguró a la AFP.

Unos 2,3 millones de venezolanos -de una población de 30,6 millones- viven en el extranjero. De ellos, 1,6 millones emigraron desde 2015, según Naciones Unidas.

Desde ese año la crisis ha sido inclemente, con aguda escasez de alimentos y medicinas, hiperinflación y una criminalidad desbocada.

“La gente decide irse porque siente que no hay salvación, las medidas económicas abrieron un grifo a la salida de más venezolanos”, declaró a la AFP el politólogo Jesús Castillo- Molleda.

David Smilde, del centro de investigación Wola (con sede en Washington), prevé que la migración se acentuará entre los más pobres, a quienes la inflación y la escasez "hacen la vida imposible".

No obstante, prometiendo que sus reformas esta vez sí serán exitosas, el gobierno socialista, que atribuye el éxodo a una “campaña de la derecha”, dice estar seguro de que los migrantes volverán.

Un avión con 89 venezolanos llegó el lunes de Perú.

Maduro lanzó los “lingoticos”

Intentando inyectar optimismo, Maduro lanzó los “lingoticos” de oro, una emisión de bonos respaldada en pequeños lingotes, para promover el ahorro. “Será el regalo más apetecible en las Navidades”, aseguró.

 “Es una farsa más”, dijo Laura López, ama de casa de 64 años.

“Siento ganas de irme porque tengo que tomar diez remedios y no los consigo, pero me quedo peleando”, agregó. Para el economista Asdrúbal Oliveros, “al gobierno le falta liquidez y credibilidad para que las medidas permitan estabilizar al país”. Una gran incertidumbre reina en las empresas. “Las medidas minarán aún más el sector privado de Venezuela, que es el único que realmente está produciendo”, aseguró Smilde. La industria funciona a un tercio de su capacidad, según la privada Conindustria.
 

Medida de dos países

Colombia y Perú anunciaron este martes que compartirán los datos de los cientos de miles de venezolanos que están atendiendo, en un primer paso hacia una política regional frente al flujo migratorio generado por la crisis en Venezuela.

Con esta base común de información, las autoridades buscan evitar que los migrantes reciban los mismos beneficios en ambos países, “quitándole la posibilidad a otros” venezolanos de acceder a planes de atención, dijo Christian Krüger, director de Migración Colombia.

Colombia y Perú asumieron el compromiso tras una primera reunión de países que están enfrentando el éxodo de venezolanos, en la que también participaron como observadores delegados de Brasil y Estados Unidos. Ecuador, en cambio, se excusó de asistir.

“Lo que queremos con este intercambio de información es saber quién optó por los diferentes beneficios en cada país”, subrayó Krüger en conferencia de prensa, al tiempo que invitó a los demás gobiernos implicados a que “se unan a estas iniciativas”. Los dos gobiernos identificaron que un importante número de migrantes están recibiendo permisos temporales de estadía en ambos países, lo que restringe el acceso a más beneficiarios. En tanto, Eduardo Sevilla, superintendente de migraciones de Perú, indicó: “Es muy importante que Migración Colombia y Migración en Perú puedan conocer cuántos de ellos han estado viniendo, optando por los dos distintos procesos, porque ambos son excluyentes”.


 


 

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