SAN PEDRO (Corresponsal). El ritual de agradecimiento a la Madre Tierra que comienza el 1 de agosto, se extiende hasta fines de este singular mes, donde en distintos lugares, desde la intimidad de los hogares hasta el seno de las instituciones y lugares púbicos, se reedita este ancestral rito.
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SAN PEDRO (Corresponsal). El ritual de agradecimiento a la Madre Tierra que comienza el 1 de agosto, se extiende hasta fines de este singular mes, donde en distintos lugares, desde la intimidad de los hogares hasta el seno de las instituciones y lugares púbicos, se reedita este ancestral rito.
También la familia del Seminario Mayor "Presbítero Pedro Ortiz de Zárate", realizó este tributo a la Madre Tierra Pachamama, como un signo de acción de gracia, por lo que Dios nos regala a través de ella,
"El 1 de agosto, se sahumaron los dos edificios del seminario, dando la bienvenida a este mes tan particular en el que Jujuy agradece a Dios, los alimentos recibidos de la Madre Tierra, Pachamama y en esta última semana de agosto se realizó el ritual, del que participamos los seminaristas, formadores, administrativos, profesores y personal de cocina y limpieza.
Se leyó un pasaje del evangelio, se agradeció a Dios y se le pidió que nos ayude a cuidar la creación. Luego se bendijo la tierra en la que ya estaba depositado un brasero con sahumerios y tras pedir permiso y agradeciendo, se procedió a ofrecerle bebidas, comidas, frutas y golosinas", expresó el joven seminarista Emanuel Ortega.
Indicó que la ofrenda fue realizada de dos en dos cubiertos con un aguayo de color marrón, significando de esa manera, la protección maternal de la Madre Tierra que abraza y protege.
"Por último, ofrecimos hojas de coca y cigarrillos encendidos.
Finalizada la ofrenda, cada seminarista y formador ayudó a tapar el mojón, agradeciendo una vez más los dones que nos provee la madre tierra, uniéndonos también a las tradiciones de nuestro pueblo", agregó Emanuel Ortega.