El primer día de agosto, el pueblo de San Francisco se vistió de fiesta para homenajear y agradecer a nuestra Madre Tierra por todo lo brindado durante el año. Artesanos de la comunidad local, turistas y autoridades municipales brindaron una ceremonia muy respetuosa en los pies del imponente monumento a la Pachamama ubicado a 17 kilómetros al sur de Valle Grande.
inicia sesión o regístrate.
El primer día de agosto, el pueblo de San Francisco se vistió de fiesta para homenajear y agradecer a nuestra Madre Tierra por todo lo brindado durante el año. Artesanos de la comunidad local, turistas y autoridades municipales brindaron una ceremonia muy respetuosa en los pies del imponente monumento a la Pachamama ubicado a 17 kilómetros al sur de Valle Grande.
Desde muy temprano, los lugareños iniciaron la celebración que consiste en alimentar a la Madre Tierra. Para ello se realizó un pozo y se depositaron diferentes clases de alimentos y bebidas. De esta manera, los vecinos se ponen en contacto con la Tierra para fundirse en un diálogo sincero, e instar a la hermandad progresiva que identifica a los que viven en el pueblo.
Los presentes vivieron una riquísima experiencia que se enmarco en el 8º Encuentro de las Culturas Andinas de las Yungas, donde los turistas y el pueblo pudieron disfrutar y degustar de las comidas regionales y de una exposición de productos de las habilidosas manos de los que viven en el pueblo de Valle Grande.
La ceremonia del ritual comenzó a las 6.30 cuando los vecinos desenterraron el fuego, para concretar así el primer contacto con la naturaleza. Llegada las 7, con fe y devoción expresaron sus oraciones y sahumaron, tradición que también es replicada por las familias en sus casas para liberar las malas energías.
Media hora después las comunidades dieron de comer a las aves y pájaros para pedir prosperidad en el campo, el cuidado de los animales, agradecer el cultivo y la cosecha que realizan cotidianamente.
EN EL CORAZÓN DE LAS YUNGAS/ SE ENCUENTRA EL MONUMENTO A LA PACHAMAMA.
Seguidamente se dio lugar a la salva de bombas y se montó una exposición de productos por parte de artesanos del lugar.
La ceremonia empezó a tomar color con las serpentinas, papel picado y la alegría de la música. Empanadas, tamales, frutas, choclo, cerveza, chicha, cigarrillos y hojas de coca fueron las principales ofrendas brindadas por los lugareños. No pudo faltar el calor del encuentro de músicos autóctonos, corneteros y copleros durante el tradicional culto a la Pachamama.
En diálogo con nuestro diario, el cornetero Luciano Avalos, quien se dedica a tocar desde los 8 años, expresó que "es importante dar de comer a la Tierra, veo que se está perdiendo esa cultura, ya que no hay personas que siguen el legado de sus abuelos o ancestros, todos debemos valorar y cuidar a nuestra Madre Tierra", mencionó.
Las primeras palabras de bienvenida fueron dadas por la vecina Úrsula Virazate, quien con emoción destacó la importancia de respetar las tradiciones jujeñas. "Debemos representar y atender a nuestra Madre Tierra, ella es la que nos brinda alimentos todo el año".
Asistieron a la celebración el intendente del Parque Nacional Calilegua, Matías Carpinetto; el secretario de Turismo de San Francisco, Pablo Quispe; el comisionado municipal René Tolaba; la directora de Turismo de la Municipalidad de Fraile Pintado, Mónica Arancibia, autoridades gauchas, referentes de instituciones locales, artesanos y vecinos.
“Estamos creciendo como pueblo”
CORNETERO/ HOMENAJE CON SU MELODÍA DURANTE EL RITUAL A LA MADRE TIERRA.
San Francisco, localidad del departamento Valle Grande, se encuentra sobre la ruta provincial 83, 17 kilómetros al sur.
Durante la celebración, el comisionado de la Municipalidad de San Francisco, René Alberto Tolaba, habló sobre el significado de rendirle culto a la Madre Tierra.
“Para nosotros es muy significativo honrar a la Pachamama, años atrás cuando empezamos a realizar el ritual a la tierra, venían dos o tres turistas al pueblo, ahora se puede ver una importante concurrencia de visitantes”, indicó.
A su vez hizo hincapié en que el pueblo de San Francisco necesita mayor difusión de sus atractivos, “sabemos que el pueblo va a crecer en todo sentido“, agregando que durante las vacaciones de invierno, “a partir de agosto la gente llega a visitar el pueblo y eso es muy gratificante”, sostuvo.
ARTESANA/ EXPUSO SUS BORDADOS EN EL 8º ENCUENTRO DE LAS CULTURAS DE LAS YUNGAS.
Por último, destacó la importante labor que vienen llevando con el municipio y la constante ayuda que reciben por parte del Gobierno en diferentes obras para el pueblo.
Por su parte, la directora de Turismo de la Municipalidad de Fraile Pintado, Mónica Arancibia, quien asistió por primera vez al ritual de la Pachamama en San Francisco, se mostró agradecida con la gente del lugar y destacó la belleza de su paisaje y biodiversidad.
“Cómo no estar agradecidos con nuestra Madre Tierra que nos da de comer todos los días del año, soy afortunada por compartir esta tradición, me llevo el calor de su gente, la artesanía y colores de sus paisajes”, concluyó.
Ceremonia sagrada de los aborígenes
ABORÍGENES/ DE ALTO CALILEGUA, RINDIERON CULTO A LA PACHAMAMA.
La comunidad aborigen de Alto Calilegua celebró el ritual de la Pachamama y agradecieron a la Madre Tierra por el trabajo, los emprendimientos y pidieron por la protección del pueblo, entre otras bondades.
a vecina Guillerma Zenteno expresó a nuestro diario que para el pueblo aborigen, la ceremonia a la Tierra es sagrada. “Es una forma de agradecimiento a todo los que nos brinda”, destacó.
El ritual se empezó a preparar desde muy temprano del primero de agosto con el sahumado de las viviendas.
Luego vecinos se reunieron para preparar los alimentos que luego serían dados como ofrenda a la
Tierra. Llegada las 12 el pozo ya estaba preparado y adornado especialmente para la ocasión.
De esa manera, los vecinos iniciaron el culto a la Madre Tierra depositando las comidas regionales.
Preservar el medio ambiente y sus especies
PARQUE NACIONAL CALILEGUA/ PROTEGE A EJEMPLARES DE LA FAUNA AUTÓCTONA.
El intendente del Parque Nacional de Calilegua, Matías Carpinetto, participó del ritual a la Pachamama y habló de la importancia de preservar el medio ambiente.
“Desde el Parque nos preocupamos del cuidado de los recursos naturales y la ofrenda a la Pachamama tiene que ver con el agradecimiento por todo lo que nos brinda la Tierra durante todo el año”.
Asimismo, destacó que tras el receso invernal, a comparación del año pasado, se ha registrado un aumento de un 40% de visitas de turistas. “Sin lugar a dudas las personas están eligiendo nuevos destinos turísticos, como San Francisco, Valle Grande, Pampichuela”, precisó Carpinetto.
Si bien la señalización para recorrer el parque es buena, el intendente brindó unas series de recomendaciones para los viajeros. Como primera medida, explicó que las personas deben hacer una consulta a la Dirección de Turismo para que reciban asesoramiento respecto a los servicios que hay en el lugar.
Los visitantes deberán comprar con anterioridad todo lo que deseen consumir, ya sea agua, alimentos, llevar ropa cómoda, repelente de insectos, ya que en el lugar no hay negocios. Para aquellos que se dirijan en auto, tienen que ser responsables y manejar con precaución, debido a que el recorrido es seguro, pero sus caminos son de cornisas.
Cabe mencionar que el Parque Nacional Calilegua se encuentra abierto todo el año desde las 7.30 hasta las 19.
Proteger a diversas especies
Naturaleza, aire puro, belleza y adrenalina es lo que caracteriza al Parque Nacional de Calilegua, situado en el departamento Ledesma, al sudeste de la provincia de Jujuy, abarca una superficie de 76.306 hectáreas presentando en su relieve cañadones y abruptos cordones montañosos.
A lo largo del camino pueden identificarse tres ambientes bien diferenciados: la selva pedemontana, la selva montana y el bosque montano.
Cada uno de ellos presenta una vegetación característica y es posible avistar ciertas especies de aves y mamíferos en particular, lo cual convierte a este sitio como un lugar ideal para la observación de fauna, especialmente aves.
Protege dentro de sus fronteras a diversas especies como ser yaguaretés, ocelotes, tapires, lobitos de río, variedad de murciélagos, acutíes rojos, tuco-tuco yungueños, y alrededor de 400 tipos de aves, así como la taruca, especie de montaña en grave peligro de extinción que habita en los pastizales de los pisos superiores de las sierras.