Darío Sztajnszrajber también se presentó anoche y hoy hará lo propio con su espectáculo de música y filosofía titulado "El Otro", en La Campana Teatral, en Tilcara. Esta noche se presenta a las 21 junto a Lucrecia Pinto, en música.
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Darío Sztajnszrajber también se presentó anoche y hoy hará lo propio con su espectáculo de música y filosofía titulado "El Otro", en La Campana Teatral, en Tilcara. Esta noche se presenta a las 21 junto a Lucrecia Pinto, en música.
Dicta clases en la Flacso en las áreas de Comunicación (Posgrado de Gestión Cultural) y Educación También es docente en el CBC de la Universidad de Buenos Aires, y en la materia "Problemas filosóficos" de la Universidad Nacional de Hurlingham.
Además desarrolló una extensa tarea en el ámbito de la gestión cultural. Fue gerente editorial de Eudeba (editorial de la Universidad de Buenos Aires) y fue coordinador del programa de Cultura Literaria de la Secretaría de Cultura de la Nación.
-Finalizó la clase pública en San Salvador de Jujuy. Tuvo una gran respuesta esta convocatoria...
-Muy contento de estar acá, muchisima gente, jóvenes...Y compartiendo lo que hago, que es Filosofía. Viendo si es que desde la Filosofía se puede pensar un poco la coyuntura por ahí no de manera lineal, permitiendo otra perspectiva en un tiempo difícil.
-Plantea la Filosofía como una herramienta popular...
- Y sí, me parece que todos tenemos la posibilidad de hacernos preguntas existenciales, filosóficas y sobre todo de tomar a la Filosofía como una forma de hacer política, en el sentido más profundo del término que es defender nuestra singularidad y nuestros derechos. Por eso vengo desde lo que hago a solidarizarme con la lucha de los estudiantes, los docentes, en este momento de profunda crisis educativa.
-¿Se está practicando mucho el sofismo, en lo que no importa lo que se dice, sino cómo lo dice?
-Sí, sí, pero no hay sofistas buenos o malos, parece que en la arena política y la de los medios está atravesada por eso. Realmente si se refundace la política por otro lado, creo que la revuelta feminista ha dado un paso fundamental en marcar un lugar diferente de construcción de un poder contra el poder.
-Esta crisis que atraviesa el país principalmente está golpeando a sectores que lograron avanzar, acercándose a la gente como fue la Ciencia y Técnica, rompiendo con la estructura académica...
-En mi caso, hay gente que hace Filosofía investigando, en la academia, otros que hacemos divulgación; pero me gusta esto. Y desde que empecé a hacer Filosofía entendí que era una actividad que había que popularizarla. Porque entiendo que a todo el mundo la Filosofía les llega o la tiene de algún modo inmanente y es una cuestión más de inspirar.
-Usted está recorriendo el país con clases públicas en diferentes universidades nacionales ¿Qué panorama tiene de esta crisis de la educación pública?
-Mal y muchas veces opacada. No aparece en los grandes medios. Es parte de un modelo de desfinanciamiento de lo público, que entiende la educación no como una inversión sino como un gasto.
-Hoy estamos politizados y ayuda a construir la realidad... ¿por qué la palabra politización molesta?
-No hay otra forma de estudiar que haciendo política. Me parece que la educación básicamente es un acontecimiento político. Todo es política, la familia, la cultura, la educación. No tenemos que perder la batalla cultural, si tener una actitud diferente al sentido común.