¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

13°
3 de Mayo,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Semblanza del doctor Ernesto Clemente Wayar

Sabado, 08 de septiembre de 2018 00:00

Al expresar en estas líneas nuestro homenaje a esta notable personalidad jujeña, no hacemos sino plasmar el testimonio de nuestro reconocimiento hacia el amigo, hacia el catedrático y jurista, y también hacia el magistrado que integró el Superior Tribunal de Justicia de Jujuy, desde que la Provincia y la República recuperaron la normalidad institucional, tras aquellas históricas jornadas electorales de 1983 en que nuestro país emergió el oscurantismo de la dictadura, para acceder al terreno de la excelencia de la vida democrática.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Al expresar en estas líneas nuestro homenaje a esta notable personalidad jujeña, no hacemos sino plasmar el testimonio de nuestro reconocimiento hacia el amigo, hacia el catedrático y jurista, y también hacia el magistrado que integró el Superior Tribunal de Justicia de Jujuy, desde que la Provincia y la República recuperaron la normalidad institucional, tras aquellas históricas jornadas electorales de 1983 en que nuestro país emergió el oscurantismo de la dictadura, para acceder al terreno de la excelencia de la vida democrática.

Esta tierra jujeña, escenario obligado de las luchas libertarias, del sacrificio heroico del Éxodo y del legado belgraniano de la Bandera de la Libertad Civil, supo de su hombría de bien, de su espíritu republicano y de su infatigable lucha por los derechos humanos y las libertades civiles, y por cuya defensa no claudicó jamás, tanto desde los claustros universitarios, cuanto desde sus obras jurídicas, como desde la alta dignidad de la judicatura que desempeñó primeramente en nuestra provincia y luego en la provincia de Tucumán.

Quienes tuvimos el honor de ser honrados con su amistad -en la extensión y forma como él la entendía- esto es, como expresión de entrega y de síntesis humana; quienes, en fin, desde la magistratura tuvimos el honroso privilegio de compartir con él casi una década de heterogéneas vicisitudes institucionales de la provincia, fuimos receptores permanentes de su palabra serena y reflexiva, del consejo afectuoso y de la visión realista de cada una de las cuestiones sometidas a consideración y decisión del Cuerpo; ratificando siempre su abnegada vocación republicana, su inquebrantable fe en las instituciones democráticas y -lo que es más importante- su denodado empeño por lograr la dignificación del hombre a través del bien común, propósito éste que modeló el perfil de su personalidad y signó la trayectoria de toda su vida en el contexto de la actividad profesional y judicial.

Hombre de sólidos principios jurídicos y humanistas, desde hacía cierto tiempo su salud se había visto quebrantada. Pero pese a las sucesivas alternativas de su dolencia -a la que su grandeza oral lo llevaba a disimular- nos dio un ejemplo de heroísmo cívico, al asumir la determinación de seguir bregando por los valores supremos que signaron su conducta hasta el último hálito de su vida, en pos de la preservación de los principios éticos y jurídicos que engalanaron el señorío de su personalidad virtuosa. El secreto de la existencia humana -escribía Dostoyevski- no consiste solamente en vivir, sino también en saber para qué se vive. El doctor Wayar tuvo la preclara cosmovisión de trazarse un itinerario de lucha moral y jurídica que no cejó de transitar hasta su muerte. La moral eleva a las personas a un pedestal más alto que el de las leyes. No sólo quiere que evitemos el al, sino que practiquemos el bien; no desea solamente que parezcamos virtuosos, sino que lo seamos, porque la moral es hija de la justicia y de la conciencia.

Que la quietud del descanso eterno, le brinde la paz necesaria para su corazón de infatigable estudioso y luchador, colmando la resignación a sus seres queridos y a todos a quienes nos brindó sus valiosos conocimientos y nos honró con su amistad. Su sacrificio lo enaltece porque todo lo hizo con humildad y modestia. Y bien sabemos que la sencillez es el sello indeleble de la verdad y de los grandes hombres.

 

Doctor Oscar A. Galíndez

(Exvocal del Superior

Tribunal de Justicia de Jujuy)