“Mi obra maestra” es la película seleccionada para el cierre del Festival Internacional de Cine de las Alturas que hasta el sábado se desarrolla en Jujuy, una elección acertada considerando que el filme cuenta en algunas escenas rodadas en la provincia que exhiben la riqueza paisajística de nuestra Quebrada. La película, protagonizada por Luis Brandoni y Guillermo Francella , está dirigida por Gastón Duprat, quien ya no forma dupla con Mariano Cohn (aquí el productor) como en sus filmes anteriores (“El Artista”, “El Hombre de al lado”, “El Ciudadano Ilustre”) pero sigue la línea de estos. Así, humor afilado y áspero es utilizado una vez más para criticar el snobismo del mundo de las artes aunque esta vez el foco está puesto en la entrañable amistad que mantienen los personajes centrales, un pintor antisocial, egocéntrico y arruinado cuyos años de gloria quedaron muy atrás, y su representante, un galerista exitoso y de muy buen pasar que hace todo lo posible por volver a poner a su protegido en la palestra.
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“Mi obra maestra” es la película seleccionada para el cierre del Festival Internacional de Cine de las Alturas que hasta el sábado se desarrolla en Jujuy, una elección acertada considerando que el filme cuenta en algunas escenas rodadas en la provincia que exhiben la riqueza paisajística de nuestra Quebrada. La película, protagonizada por Luis Brandoni y Guillermo Francella , está dirigida por Gastón Duprat, quien ya no forma dupla con Mariano Cohn (aquí el productor) como en sus filmes anteriores (“El Artista”, “El Hombre de al lado”, “El Ciudadano Ilustre”) pero sigue la línea de estos. Así, humor afilado y áspero es utilizado una vez más para criticar el snobismo del mundo de las artes aunque esta vez el foco está puesto en la entrañable amistad que mantienen los personajes centrales, un pintor antisocial, egocéntrico y arruinado cuyos años de gloria quedaron muy atrás, y su representante, un galerista exitoso y de muy buen pasar que hace todo lo posible por volver a poner a su protegido en la palestra.
La química entre los actores es innegable e interpretan a dos seres imperfectos capaces de pergeñar los más locos planes para salirse con la suya. El elenco de secundarios complementa adecuadamente la acción destacándose la divertida performance de Andrea Frigerio, como una marchand supertop con menos escrúpulos que los otros. Perfectamente acabada desde lo técnico, la película tiene además un gran trabajo de producción, aquí se destacan las hermosas locaciones elegidas como la Serranía de El Hornocal, situada en la Quebrada de Humahauca, de impactante belleza y cuyos vivos colores parecen conjugarse como si de una obra pictórica se tratara, complementando el resto de los planos de la propuesta audiovisual óptimamente compuestos. El efecto del humor ácido de algunos trabajos anteriores de Duprat/Cohn ya está diluido, quizá por eso esta película no impacta como las otras, pero si entretiene y puede llevarnos a reflexionar sobre ciertos temas como, hasta donde llegar por una amigo o sobre la delgada línea que separa lo que es “arte” y lo que no.